jueves, 2 de octubre de 2014

Si La Moneda se escandaliza, estamos bien.

En el 2010, al actual Contralor lo incluí en la lista del TOCOPI, orgánica que se armó para boicotear el gobierno derechista de Sebastián Piñera. Obviamente, Piñera no es de derechas, al contrario, aprovechó su pasada por La Moneda para intentar hacerla polvo. Pero, como todos sabíamos, la UP/DC le dio la guerra con todo porque su objetivo era recuperar el gobierno a todo trance y aprovechar la instancia para hacerse de una cuota de poder incontestable, que es exactamente lo que estamos viendo.

A Mendoza lo puse en esa lista porque no tuvo reparos en que se considerara al MIR como PYME para que sus efectivos (ahora supuestamente retirados de la actividad terrorista) pudieran cobrar pensiones vitalicias como exonerados políticos. Y también por su debilidad para dejar hacer a la UP/DC que impunemente completó los 20 años más corruptos de nuestra historia republicana.

Pero ayer nos llevamos una sorpresa con el Contralor. En un evento académico en el que le correspondió exponer su visión de la buena administración pública se mandó unas expresiones que, recogidas por la prensa, han hecho volar plumas al presente régimen.

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De partida, desacreditó los acuerdos a que llegó el entonces líder de la oposición Pablo Longueira con Ricardo Lagos, cuando el país ardía por el reventón corruptivo gatillado por los escándalos asociados al Ministerio de Obras Públicas y que comprometían a toda la plantilla del gobierno. Para Ramiro Mendoza, todo eso fue un acuerdo espurio que tuvo cero efecto en la probidad buscada para la administración pública.


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Encima de eso, desacreditó la mentada probidad de la Fiscalía Nacional, refugiada en su pretendida "autonomía" que empezó a ventearse cuando el gobierno cambió de mano. Y en esto le asiste toda la razón por cuanto desde su mismísima creación (cuando se impuso la reforma procesal-penal) la Fiscalía ha actuado como una parcela más controlada por la UP/DC.

Recuérdense, por ejemplo, el caso Lavandero, el senador UP/DC acusado por muchas personas de pedófilo (incluyendo su ex esposa Clara Szczaranski, por abusar de su hijo). Las denuncias fueron apañadas por la Fiscalía Nacional por años (!) y el proceso respectivo no fue incoado hasta después que falló el montaje (llamado Caso Spiniak) para involucrar a políticos de derecha en este delito y así hacerlo pasar "piola".

Ni hablar del caso 27F, en el que la fiscal encargada llegó a amenazar con procesar a los abogados que filtraran las declaraciones de Bachelet asociadas a este caso paradigmático de la desidia de la Fiscalía para procesar a gente de su bando ideológico.

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Otro punto que tocó Ramiro Mendoza fue el del nepotismo y su nefasto influjo en la calidad de la administración pública y de la acción política en general.

Esta faceta de la corrupción de la UP/DC es la que en esta segunda pasada de Bachelet por La Moneda ha llegado a niveles nunca vistos, cuestión que sigue haciendo noticia casi cada día: "tal autoridad recién designada es cónyuge (o pariente) de tal otra y tiene todo un prontuario de irregularidades pasadas".

Encima de esto, el Contralor se refirió al insano encarnizamiento reformista en el que está empeñada la nueva administración UP/DC, incluyendo una nueva constitución para la que no se ha entregado ningún argumento que resista la más leve revisión.

Y, por supuesto, todo esto conforma un cuadro devastador de la catadura de la gente que está a cargo de administrar el país y que el Contralor tuvo que, de alguna manera, explicar a una audiencia ilustrada.

Y, también por supuesto, los de la banda gobernante se sienten más que aludidos y han puesto el grito en el cielo.

Pero en poco tiempo los chilenos hemos aprendido que lo que perjudique al gobierno es bueno para nosotros.

7 comentarios:

  1. Con total sinceridad

    En esta oportunidad, se va a romper una
    norma de conducta editorial que siempre he
    procurado mantener, aunque quizás en alguna
    ocasión haya fallado: mi memoria es débil desde
    hace un tiempo.
    Esa norma ha consistido, precisamente, en
    no hacer auto referencias, en no escribir en
    primera persona, en calidad de supuesto gurú
    sabelotodo. Esa impersonalidad -es una
    convicción probada- ayuda mucho al lector a
    entrar con mayor soltura en los textos.
    Pero hoy, en esta columna, será diferente.
    La motivación comenzó a formarse por los
    reiterados aciertos de Fernando Villegas en sus
    textos de La Tercera y en sus comentarios
    radiales y televisivos, y terminó concretándose a
    raíz de la notable intervención de Tomás
    Mosciatti en Comentarios Bío-Bío.
    ¿De qué se trata?
    De poder decir, con cruda sinceridad:
    otros también se están dando perfecta cuenta de
    lo que he venido afirmando por años secundando a
    Gonzalo Vial y a Hermógenes Pérez de Arce: el
    país está siendo destrozado por un gran proyecto
    deshumanizador.

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  2. Gracias a Villegas y a Mosciatti, me he
    sentido mucho menos solo en las batallas que he
    procurado dar, aunque no tenga ni conocimiento,
    ni amistad -ni probablemente comunidad de
    ideales- con ninguno de los dos comunicadores
    mencionados.
    En los últimos años he recibido tres
    tipos de comentarios complementarios entre sí:
    a. Eres insoportable por tu unilateralidad,
    por tu tendencia a ver lo negro donde no existe,
    por tus críticas negativas especialmente a tu
    sector. Suelen venir de mis amigos adultos de la
    UDI.
    b. Eres valiente pero irresponsable, porque
    es muy probable que alguien quiera hacerte daño
    físico, así como te lo hacen mediante la palabra
    en blogs y twitteos. Suelen venir de mis amigos
    de verdad.
    c. Eres sembrador del odio, eres fascista y
    cómplice de asesinos, eres un fundamentalista
    fanático. Suelen venir de personas tolerantes y
    abiertas al diálogo -eclesiástico alguno- todos
    ellos del mundo auto denominado progresista.
    Esos tres tipos de comentarios quizás
    encuentren ahora una nueva perspectiva.
    Porque la tarea de perseverar en
    denunciar todo lo perverso, labor que he
    emprendido hace años -complementaria de esa
    otra, la de formación de jóvenes, intensa desde
    1998- podrá ser mejor comprendida y asumida
    gracias a Villegas y a Mosciatti. Y los adultos
    de la UDI quizás entiendan de qué se trata todo y
    de lo perdidos que están; y mis amigos de verdad
    comprendan que hay que arriesgarse, que ellos
    también tienen que hacerlo; y los propagandistas
    auténticos del odio descubran que están siendo
    desenmascarados por gente de su propio mundo.
    Podría ser.

    Gonzalo Rojas Sánchez

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    1. Asdrúbal ¿Dónde y cuándo se publicó esto? En todo caso, hay varios blogueros, entre los cuales me cuento, que hemos venido diciendo lo mismo, hace ya años.

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  3. Esto lo circulo Gonzalo Rojas en su mailing y me imagino que saldra luego en su blog vivachile.org

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  4. No me equivoqué como creí en el blog de Maximo, entonces, pues es el mismo contralor que declaró la grupo terrorista Mir 'empresa'. Ahora hay que esperar que se mantenga firme y que se convierta en un verdadero dolor de cabeza a la Nueva Ratería.

    En el sitio que menciona Asdrubal aparecen artículos breves que no son publicado en 'El Mercurio' de Gonzalo Rojas. De hecho, el año pasado publico unos artículos sobre la UP breves, pero que iban al hueso. Después manifestó que saldría una versión impresa.

    Gonzalo Rojas ha sido valiente. Y me atrevo a decir que el legítimo heredero de Jaime Guzmán es él. Sin embargo, Rojas se considera primero un formador y no un político.

    Migue Otero de RN empezó hace un año unos cursos formativos para las nuevas generaciones de ese partido siguiendo a Rojas. Demasiado tarde.

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    Respuestas
    1. Puse enlace para ver el artículo en que previne (en vano) a Piñera para estar en guarda por la actividad del Tocopi.

      Conozco personalmente a Gonzalo Rojas, que es un profesor muy católico y de trato afable. Tiene algunas columnas muy inspiradas y otras un tanto obtusas para mi muy discreto criterio.

      Ciertamente, sus ideas son bien inspiradas pero no las veo adecuadamente enlazadas con la realidad de la arena política.

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