viernes, 23 de noviembre de 2012

Un buen consejo nunca está demás

Luego del simposio doctrinario de ayer de la centro-derecha, mis expectativas respecto de las reales capacidades de liderazgo ideológico de sus candidatos son muy discretas.

No es que entre los líderes de la izquierda estas capacidades sean superiores. Un caso paradigmático es el de Michelle Bachelet. Una de las personas con menos capacidad discursiva y de debate de Chile quien, sin embargo, es la "líder natural" de toda la centro izquierda.

Y tampoco es cierto que haya habido mucha diferencia entre su perfil y el de Ricardo Lagos, Eduardo Frei o Patricio Aylwin.

¿Qué fue entonces lo que les permitió pasarse el poder unos a otros por veinte años?

Desde "El Príncipe", de Maquiavelo, nos podemos dar por enterados que no sólo las justificaciones teóricas sino hasta las estrategias y tácticas en la lucha por la obtención y retención del poder rara vez forman parte del acervo intelectual del líder político, cuyo perfil responde más bien a atributos del carácter o la personalidad: astucia, audacia, decisión, resiliencia, perseverancia.

Observando a los principales líderes del continente, es fácil constatar que la inteligencia analítica y el talento discursivo —frutos de la reflexión y el estudio— están ausentes entre las prendas de un líder político. Si logran hacerse evidentes, estos talentos suelen ser aportados por personas que se mueven tras bambalinas del escenario político: pensadores, estrategas y expertos.

Respondiendo la pregunta que planteé arriba, desde el arranque de la nueva república delineada en la Constitución de 1980, la centro-izquierda que accedió al poder consiguió mantenerse en él por veinte años consecutivos, principalmente por dos motivos:

1. Porque la derecha le dio todas las oportunidades que pidió (1), y
2. Por la excelencia del manejo mediático en torno a sus líderes

El segundo punto es el que alude a las soluciones que la coalición de centro-izquierda implementó para, entre otros objetivos de propaganda, construir una imagen perfilada con criterios de marketing de sus líderes.

Y este asunto partió desde mucho antes de acceder al poder, cuando con financiamiento extranjero se constituyó grupos especializados para oponerse al Gobierno Militar con "ideas-fuerza" sabiamente difundidas, para el diseño de sus campañas e incluso para la actuación temprana de cada líder en los medios.

En su libro "TESTIGO, 50 años de Periodismo", Toño Freire describe con lujo de detalles cómo se preparó cada palabra, cada movimiento histriónico —incluyendo el "dedo"— de Ricardo Lagos cuando por esos días participó en un panel que dirigía Raquel Correa en la TV.

Visto el éxito en la aplicación de estas técnicas, una vez en el poder, desde Aylwin hasta Bachelet se entregaron mansamente a los dictados de "los que saben", tanto para sus apariciones y discursos como para la elaboración de las campañas asociadas a cada acto de la administración.

Las pocas veces que Bachelet se salió del guión (como en el caso que les relaté en un post anterior), el descalabro fue tal que a partir de entonces la sujeción a esta orientación técnica llevó a la ex mandataria a repetir como loro lo que escuchara de quien se suponía debía instruirla, aunque el mundo se viniera abajo (como ocurrió literalmente la noche del 27F cuando a instancias de su asistente —la tal Jupi— negó que hubiera tsunami).

Volviendo al tema de los centro-derechistas, escuché las intervenciones de ambos pre-candidatos y debo decir que ambas fueron extremadamente deficitarias en ideas-fuerza, emotividad, inspiración, ardor, humor y, en fin, en los componentes que todo experto en discurso prepara sin gran esfuerzo para el lucimiento del líder.

Debo además añadir que el candidato que veo con mejor perfil para la justa electoral, Laurence Golborne (como sugerí en mayo pasado), pecó además de déficits en vocalización, ritmo y cadencias, trasformando su discurso en una completa lata.

Esto, sin cubrir la parte contenidos, que apuntan al aspecto netamente ideológico.

Ya sabemos que para sus intervenciones Sebastián Piñera no ha acudido a este tipo de asistencia, sometiendo a momentos embarazosos tanto a su esposa como a su hija con genialidades merecedoras de palos... y con los resultados que la prensa (casi toda controlada por la oposición) se ha ocupado de amplificar hasta el ensordecimiento.

Si los actuales candidatos creen que se pueden bancar esta deficiencia sobre la base de sus talentos personales están muy equivocados.

De no haber sido por esta asistencia experta, jamás habríamos tenido a la Concertación en el gobierno, menos aún la habríamos tenido por veinte largos y dolorosos años; ni menos todavía, se estaría temiendo el inmediato e injusto retorno de los malos.

Notas:

(1) Escasa o ninguna resistencia de la derecha a políticas demagógicas que permitieron a la coalición entonces gobernante constituir una gigantesca clientela política: cientos de miles de votos duros de ciudadanos que han accedido a beneficios permanentes asociados a su fidelidad política a la centro-izquierda (US$ 200 millones cada año sólo en el sector de indemnizados, otros US$ 400 millones por año en el sector pensiones vitalicias para más de 80 mil exonerados, etc.).

8 comentarios:

  1. Efectivamente, los doctorados en Harvard han desechado a los clásicos, ni los releen. El gramscismo proviene de 'El Príncipe'.

    Con todo, los candidatos posibles de la derecha a falto de bagaje cultural, deberían poder transmitir al electorado bárbaro que predomina en Chile, un mensaje con frases cortes, como las que empleaban Reagan o la Dama de Hierro. Así el electorado lo entendería. Los dos políticos mencionados del mundo inglés eran conocedores de los autores liberales. Los leían y sabían condensar sus pensamientos. Además, tanto Reagan como la señora Thacher a diferencia de los políticos de Izquierda, no pretendieron convertirse en pensadores, en una suerte de rey filósofo platónico o del emperador Marco Aurelio.

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  2. Reagan tenía humor. Con el humor desbancas al adversario.

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    1. Efectivamente, el discurso de los candidatos de la derecha es fácil de diseñar. Si son versados, los redactores puede poner en la boca de los líderes imágenes extraordinariamente atractivas y potentes.

      Tanto Reagan como Thatcher escapan a la descripción del líder latinoamericano típico. Thatcher por su gran preparación ideológica, Reagan por su enorme talento expresivo. Ambos, con la rara capacidad de reducir temas complejos a pocas palabras, como las pinceladas de un pintor genial. Y, como dices y como es lógico en las personas inteligentes, con gran sentido del humor.

      Y ambos líderes han sido objetivo constante de la demolición de imagen por parte del progresismo internacional.

      La causa de los libres es dura y constante, porque el mal no descansa.

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    2. Pienso que si no fuera por ellos probablemente seguiríamos con la Guerra Fría, el islamismo se habría esparcido por el mundo con sus ideas fundamentalistas ( de hecho es una realidad, pero sería en mayor grado), sus discursos y citas están plenamente vigentes. A ambos los admiro mucho.
      El líder típico latinoamericano es bastante rasquita, es cosa de ver a Ortega, Humala, Lugo, Mujica, Morales, Fernámdez, etc., Piñera que un poco más rancio es bastante ignorante y poco claro en su discurso. Para qué decir ahora los nuevos candidatos, ambos muy "wishy washy".

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    3. Reagan, Thatcher y Pinochet fueron los grandes líderes de occidente en el siglo XX. Aunque nuestro general fue mucho más modesto en su preparación ideológica (de hecho, nunca fue de derechas), mantuvo con estoicismo el desaforado ataque del progresismo en todos los frentes hasta que nuestro modelo empezó a dejar boquiabierto al mundo.

      Para la zurdería "el chileno más grande" ha sido Allende, pero esa es una completa babosada que no se sostiene sin el apoyo de la propaganda, que el gobierno de Piñera no ha sido capaz de retirar.

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  3. Respecto de lo que ñades en la nota a pie de pagina puedo dar fe de ello. Pues en un vaije que debí realizar con un grupo de alumnos beneficiarios de la beca indígena a Talca para recibir un certificado durante una ceremonia (de las últimas realizadas por el aparato concertacionista), una alumna dijo que le habían dicho a sus padres (no sé quien, pero imagino que algún funcionario adepto a la concerta) que si ganaba Piñera les iban a quitar las becas.
    En relación al cuerpo principal del artículo, necesitamos gente que la sepa vender, sino el populacho semibarbaro que define elecciones v

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    1. (metí mal el dedo) .... va a sacar de nuevo a la silenciosa

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    2. Rolando, yo sostengo que la Gorda no tiene posibilidades, salvo que reciba la ayuda de Piñera por la vía de omisiones o maniobras a lo Cucufato.

      (Cucufato era un personaje de tiras cómicas de fines de los 60/70 tan torpe que se la pasaba metiendo la pata de una manera que hacía pensar mala intención)

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