sábado, 18 de agosto de 2012

Extranjeros o chilenos, los gatos gordos son todos iguales

Uno de los mitos más duros de la política mundial es aquel que asocia a las grandes empresas (o "gatos gordos") con el pensamiento conservador... y uno de los más falsos.

La postura conservadora apunta al atesoramiento de los principios y los valores de la persona, su familia y la vida en una sociedad que los respete y proteja. Por eso rechaza los gobiernos todopoderosos y resiste la mutilación de la libertad. Esta postura dificulta la aceptación de las presiones y arreglines que supone abrir camino a la gran empresa para incrementar sus ganancias.

El esquema que conviene a los grandes capitales es el contrario. El de "entenderse" con los del poder político y, "sin pelear", aportar a los que dictan las reglas a cambio de que ellas "acomoden" sus operaciones a gran escala. Por lo tanto, el esquema favorito de las grandes empresas es aquel en el que el poder político está concentrado en pocas manos, bloqueando —en las comunidades reales y las personas— la resistencia eficaz a sus movidas.

Eso explica que, por ejemplo, los "gatos gordos" de Wall Street hayan podido montar la llamada "Federal Reserve" (engendro que bajo el progresista Woodrow Wilson dejó la emisión monopólica de moneda y el control de la masa monetaria en manos de los gatos gordos de la banca), que los funcionarios federales graven ilegalmente los ingresos de las personas (en USA no hay ley que obligue a los particulares a tributar al gobierno federal sobre su renta personal) y que todos ellos hayan salido libres de polvo y paja del escándalo de la colocación mundial de bonos sucios (bajo Bush y Obama). En Chile este mismo "entendimiento" les ha permitido —entre otras movidas— hacerse el pino con el esquema de las Asociaciones de Ahorro y Préstamo (bajo Frei Montalva), salir casi indemnes del escándalo de los "préstamos relacionados" (bajo el gobierno militar), y alzarse con el control de los servicios públicos y concesiones destrozando la ciudad de Santiago (bajo el concertacionismo).

Si alguien se pregunta cómo fue posible que un concesionario extranjero interviniera (con equipos y personal traídos de afuera) el lecho del estratégico río Mapocho para construir bajo sus aguas una carretera pagada (limitando severamente la posibilidad de incrementar la hondura del cauce para fines de saneamiento o navegabilidad), la respuesta que encontrará es que el tal concesionario se entendió con las autoridades de gobierno sin siquiera consultar a las autoridades de la ciudad ni menos a los ciudadanos.

El mismo esquema se replica en la imposición de un sistema de transporte público a los habitantes de las ciudades metropolitanas que ha destrozado la calidad del servicio con una imperdonable tasa de abusos, accidentes y hasta muertos entre las personas obligadas a usarlo, abriendo un tremendo forado en las arcas fiscales que han ido en beneficio de... las grandes empresas.

Este totalitarismo mercantilista (en que los gatos gordos comparten la mesa con los políticos poderosos) fue el que bajo Bachelet impunemente nos propinó decenas de generadoras a carbón sin que siquiera supiéramos que se estaban autorizando y el que hizo posible que los altos funcionarios del régimen pasado alternaran sus puestos de ministros, subsecretarios y jefes de servicio con cargos en la cúpula de empresas concesionarias de servicio público.

Por estos días ha trascendido en Chile la escandalosa movida de Enersis/Endesa que para asegurar sus activos amenazados en Argentina y pretendiendo "concentrarlos" en nuestro país, pretende que los millones de accionistas locales compren a precio oneroso esos activos depreciados.

Y el escándalo ha llegado a la indignación cuando vemos que entre quienes se prestaron para empujar esta colosal estafa están nuestros gatos gordos criollos, para quienes la pasada por el gobierno militar y la concertación no les trajo —hasta ahora— ningún trastorno sino al contrario. Engordaron todavía más sumando a su grupo más de un felino de cola roja.

Ni hablar de los gatos gordos de la banca, que gozan de normas que permiten explotar el negocio financiero más rentable de América, con una población obligada por el estado a certificar identidad y a responsabilizarse por su robo (dejando en cero ese riesgo para los bancos) y a pagar sus préstamos empezando por el interés, de modo que un atraso añada interés al interés e incremente el capital por la vía de "traerlo a valor presente". Todo ello, bloqueando la entrada de nuevos operadores al pingüe negocio.

Este esquema de "entendimiento" entre los grandes capitales y los del poder político, presentado bajo la receta de "estado de bienestar", daña seriamente la vitalidad de los pueblos tornándolos mórbidamente dependientes del crédito y de las prebendas que les tiran los de arriba. Y ahora está haciendo crisis en Europa, perjudicando seriamente la posición de los Estados Unidos en el concierto mundial y arruinando irremisiblemente a la otrora poderosa Argentina:
Sin mucha claridad a este respecto, pero con la intuición y sabiduría de los sencillos, la gente de Chile votó por reponer en el gobierno a una coalición conservadora, contradiciendo frontalmente el "relato" instalado por el régimen anterior de que este sector es "antidemocrático", "dictatorial" y "vendido al capital".

Es de esperar que las autoridades del nuevo gobierno reconozcan la naturaleza de la responsabilidad que se les ha entregado y obren en el sentido correcto, que en buena medida supone corregir el rumbo populista y corrupto que el régimen concertacionista imprimió al modelo de libertades inaugurado durante el gobierno militar, cuidando la salud y robustez de nuestras comunidades y de nuestros emprendedores.

El objetivo es combatir ese discurso populista y demagógico al tiempo de eludir confabularse con estos gatos gordos que por ahora andan muy bravos promoviendo un "nuevo orden mundial".

Hay que reponer la confianza en la capacidad de las personas para construir su propio futuro y librarlas de la amenaza de hipotecar su libertad y su ingreso.

5 comentarios:

  1. Cuando compuse esto, en agosto del 2012, aún tenía la esperanza de que el gobierno de Sebastián Piñera se decidiría a combatir el discurso populista instalado por tantos años, pero el presidente resolvió finalmente mantener todo el aparato medial controlado por los simpatizantes del castrismo y, por lo tanto, las iniciativas para corregir las distorsiones introducidas por la centro izquierda para favorecer a los gatos gordos no tuvieron el adecuado marco ideológico y pasaron sin pena ni gloria.

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  2. Yo creo que podria ir incluso mas alla que eso... de hecho, en la ex union sovietica existian los "nachalstevo", literalmente gatos gordos, haciendo exactamente lo mismo que dices tu. Trasciende al sistema economico o poltico, el mal siempre es mal, pero el rojo es peor.

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    1. Ahora en Chile lo vemos en gloria y majestad reinstalado en nuestra realidad política. Los banqueros se relamen esperando el aumento de la demanda de préstamos, merced a la corrupta política izquierdista que parte por lisiar a la gente, para poder controlarla mejor. Los concesionarios sacan cuentas alegres ya que nadie los molestará… y los antipatriotas que controlan Codelco, Enap, Petrox y demás empresas estatales impiden que esas empresas queden en manos de buenos administradores que quiera recortar gastos. Esa y no otra es la razón por la que sacaron a Thomas Keller.

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  3. Estimado Ciro, dices que:

    .....................................
    "....y a pagar sus préstamos empezando por el interés, ''de modo que un atraso añada interés al interés'' e incremente el capital por la vía de "traerlo a valor presente".
    ''Todo ello, bloqueando la entrada de nuevos operadores al pingüe negocio".
    ................................

    Viene al caso un poema que habían escrito por allá por los años treinta del siglo pasado y el que reproduzco a continuación:


    ''CON USURA''

    Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra
    Con bien cortados bloques y dispuestos
    de modo que el diseño lo cobije,

    con usura no hay paraíso pintado para el hombre en los muros de su iglesia
    harpes et lutz (arpas y laúdes)
    o lugar donde la virgen reciba el mensaje
    y su halo se proyecte por la grieta,

    con usura
    no se ve el hombre Gonzaga,
    ni a su gente ni a sus concubinas
    no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa
    sino para venderlo y pronto

    con usura,
    pecado contra la naturaleza,
    es tu pan para siempre harapiento,
    seco como papel, sin trigo de montaña,
    sin la fuerte harina.

    Con usura se hincha la línea
    con usura nada está en su sitio (no hay límites precisos)
    y nadie encuentra un lugar para su casa.

    El picapedrero es apartado de la piedra

    el tejedor es apartado del telar

    con usura
    no llega lana al mercado
    no vale nada la oveja con usura.

    Usura es un parásito
    mella la aguja en manos de la doncella
    y paraliza el talento del que hila.

    Pietro Lombardo
    no vino por usura

    Duccio no vino por usura
    ni Pier della Francesca; no por usura Zuan Bellini
    ni se pintó "La Calunnia”

    No vino por usura Angélico; no vino Ambrogio Praedis,

    no hubo iglesia de piedra con la firma: Adamo me fecit.

    Usura oxida el cincel

    Oxida la obra y al artesano

    Corroe el hilo en el telar

    Nadie hubiese aprendido a poner oro en su diseño;

    Y el azur tiene una llaga con usura;
    se queda sin bordar la tela.
    No encuentra el esmeralda un Memling

    Usura mata al niño en el útero
    No deja que el joven corteje
    Ha llevado la sequedad hasta la cama, y yace
    entre la joven novia y su marido

    Contra naturam

    Ellos trajeron putas a Eleusis

    Sientan cadáveres a su banquete

    por mandato de usura.

    Ezra Pound.
    .............................................

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    1. No había leído este poema de Ezra Pound, lo revisaré porque imagino que en el original debe ser más impactante. La usura invierte la ley natural de las finanzas: a mayor riesgo, más rentabilidad. Por supuesto, no tiene que ver con el lucro, que es la ganancia legítima que todos perseguimos por nuestros aportes.

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