Por ello, dudo que el Presidente pretenda alcanzar las marcas que el progresismo ha fabricado para Ricardo Lagos o Michelle Bachelet.
Pero, siendo que no puede reelegirse ¿para qué querría SP incrementar su popularidad en las encuestas? Probablemente para repostularse luego del siguiente período. Pero ese objetivo choca con la disponibilidad de apoyo de su propio sector y es poco factible que consiga desprender grupos significativos de la DC para conformar una plataforma de apoyo a esa pretensión.
Sabemos que don Sebastián carece de remilgos ideológicos a la hora de comprometer apoyos para sus objetivos, pero esta vez juega en su contra el registro de lo obrado en el plano estrictamente político en este gobierno, que partió dando la espalda a las orgánicas partidistas que lo instalaron en el poder. Encima de eso, cuatro años son bastante tiempo y con la experiencia acumulada no le será nada fácil seducir de nuevo a los líderes derechistas.
Pero está la cuestión de la gestión en desarrollo de ESTE gobierno, que ha podido actuar sin la pesada mochila corruptiva del régimen concertacionista y con el concurso de un gabinete de excepcional calidad profesional y moral que contrasta con el perfil de los corruptos e incompetentes gabinetes del régimen anterior (no comparto las alabanzas de Hermógenes a Andrés Velasco, ministro de hacienda de Bachelet, ver artículo).
A pesar de que los rápidos logros en el repunte de la actividad y del empleo contrastan con el desolador panorama internacional, el sabotaje zurdo desatado en todos los frentes y en forma constante (diario, a partir desde el 17 de enero del 2010!!) ha impedido un mejor despliegue y promoción de las virtudes de esta gestión.
Frente a eso, debemos ser cautos a la hora de sumarnos a la horda que busca el fracaso de este gobierno POR SER DE DERECHA, no por ser dirigido por Piñera. Cualquiera que fuere el Presidente a cargo estaría sometido al mismo bombardeo porque el objetivo opositor es recuperar el poder a como dé lugar.
Entonces, el verdadero enemigo es el progresismo, agrupado en la ex-concertación y distribuido en varios grupos (algunos de vinculación directa con el castro-chavismo).
Este sector bloquea el progreso en el funcionamiento de los tribunales de justicia, todavía plagados de elementos ideológicamente afines que en buena medida son los responsables del repunte delincuencial. Son ellos los que están detrás del "Estallido Social" (idea-fuerza para etiquetar la agitación y violencia presentada como de estudiantes, pobladores y/o trabajadores). Ellos impiden el libre flujo de la información y de las ideas mediante el control de la prensa y de los medios (cuestión que ha obligado a muchos a mantener blogs como éste para dar a conocer su pensamiento, hoy imposible de ser acogido en los medios dominantes).
El control del Congreso por parte de este grupo (control ganado merced a la explotación de una enorme maquinaria de cohecho con los programas sociales en tiempos de elecciones) impide también avanzar en legislación para corregir las distorsiones en las políticas de apoyo a la familia, distribuir la carga tributaria de forma de promover la iniciativa y creatividad de las personas, limpiar la administración del estado de elementos enquistados durante los 20 años en que se adueñaron del poder, despejar la trama de relaciones internacionales que atan a Chile con regímenes progresistas de la vecindad, etc., etc.
Ahora se aproxima una elección de alcaldes y si el progresismo resulta derrotado, el contraataque mediante la exacerbación del "Estallido Social" se volverá todavía más virulento.
Es cierto que Sebastián Piñera ha sido desilusionante para muchos de quienes le apoyaron (empezando por quienes esperaban que honrara su compromiso de promover la aplicación recta de la justicia en casos de persecución abusiva a militares, rotulados como de "derechos humanos"), principalmente por su propensión a entenderse con aquellos que la gente prefirió que salieran del poder.
Pero el verdadero enemigo está representado por los que hoy sabotean la gestión del gobierno sin importarles el daño que causan a las esperanzas de tantos postergados y a la paz social.
Ya llegará el momento de ajustar cuentas con don Sebastián. Por ahora hay otras luchas más urgentes.
Con lo que escribiste de Andrés Velasco tengo pendiente un post. Don Hermógenes peca de ingenuo en ese punto. Igualmente, cuando califica de moderada a Bachelet, si ella siempre se ha sentido bien con los comunistas.
ResponderEliminarEstoy en desacuerdo contigo en defender a SP. Sin embargo, para que la república no se vaya a pique, tendremos que defenderlo a desgana. SP con sus políticas populistas izquierdizo más el país.
Avisa cuando compongas lo de Andrés Velasco. Te recomiendo mirar las columnas que al respecto compuso Sergio Melnick, en La Segunda.
EliminarCreo que Sebastián Piñera nos quiso jugar el mismo truco que le hizo a Ricardo Claro. Pero los mismos con los que nos quiso jugar la talquina para conformar una nueva base de influencia le han estado atacando virulentamente desde el 17 de enero de 2010.
Eso lo ha obligado a reconocer cuartel entre los que pensaba pasar por el aro, obligado a morigerar sus declaraciones amorosas hacia la zurdería. Pero igual sería tonto dejar de desconfiar de quien nos quiso trampear.
Aunque ideológicamente débil y no del todo confiable, debemos apoyar al gobierno y apuntar hacia los malos.
Disculpa el lenguaje un tanto "folklórico", las cosas no han cambiado mucho desde los días de don Diego Portales, que las largaba sin pelos en la lengua.