Leí las propuestas de Lagos para el 2030 (!) con las que busca reponerse hoy en la liga de los presidenciables.
En el documento recurre al viejo truco de partir de premisas falsas: que "ahora sí" es tiempo de pensar en achicar la brecha entre ricos y pobres —como si antes eso hubiera sido impensable— y que fue el régimen concertacionista el que impulsó a Chile al desarrollo, como si ellos hubieran diseñado e implementado el modelo que nos permitirá alcanzar ese nivel.