miércoles, 30 de abril de 2014

El infantilismo de la UP/DC

Tomás Bradanovic

Lenin describió el infantilismo de izquierda como la enfermedad del comunismo. Y no es que el comunismo haya resultado muy bien, pero existe algo peor que es la enfermedad ególatra, testimonial, que Lenin calificó de "infantil" de la ultra izquierda.

¿Que es el infantilismo de izquierda? Para entenderlo en Chile hay que recordar los años de la Unidad Popular, Allende fue un clásico del infantilismo izquierdista cuando con gran aplomo y seguridad hablaba que "la clase trabajadora" había tomado por fin el poder y que iban a imponer los cambios revolucionarios que el país requería -según ellos- por las buenas o por las malas, "a la violencia reaccionaria vamos a oponer la violencia revolucionaria", en sus propias palabras.

¿Por que esta era una actitud infantil? porque Allende y buena parte de la izquierda de esos años, olvidaron que no tenían mandato, que el apoyo popular con que contaban era una ilusión porque salieron elegidos con algo más de un tercio de los votos apenas a un par de puntos de Jorge Alessandri, el candidato de derecha. Hablaban en nombre del "pueblo de Chile" ignorando el hecho que habían llegado al poder prácticamente por casualidad, producto de una coyuntura creada por la división de la Democracia Cristiana, que era el partido más grande de Chile en esos años.

Los gobiernos de Unión Sovietica y China se dieron cuenta muy temprano de este problema y, aunque a través de la KGB, la URSS ayudó a financiar la campaña de Allende, una vez en el poder le quitaron todo el apoyo y se mantuvieron observando la situación de lejos. El propio Partido Comunista en Chile, tal vez instruido por la URSS trató de poner paños frios a la retórica histérica e inútil del gobierno, lo que les valió ser tachados de "reaccionarios" por los demás partidos de la Unidad Popular.

Y es que no se puede ser insolente, actuando en nombre de "las grandes mayorías" cuando no se tiene un apoyo popular mayoritario. Cuando un grupo es minoría debe convencer a los demás de sus posturas, no envalentonar a su propia gente con una retórica infantil. A eso los gringos llaman "preach to the choir" es decir predicarle a los convencidos, es inútil, onanista y solo empeora la situación porque genera una confianza falsa basada en un apoyo inexistente.

El infantilismo de izquierda rara vez viene del partido comunista, porque es propio de la ultra izquierda, formada normalmente por burgueses que han elegido la revolución como herramienta para superar problemas psicológicos personales: odios, envidias o complejos personales se disfrazan de retorica altruista y deseos de justicia social, por eso la ceguera táctica y la egolatría.

Allende fue un infantilista tal como su modelo Fidel Castro. Apoyar a Castro le costó una fortuna a la URSS y finalmente debilitó su posición en el mundo, por eso no les hacía maldita gracia tener a otro Fidel en el mundo. Hoy a Cuba tampoco le interesa apoyar estas aventuras, a menos que pueda aprovecharse de los nuevos infantilistas como lo hace con Venezuela, que es la última fuente de supervivencia que les queda.

Basta mirar la historia personal de la mayoría de la izquierda que hoy está en el poder, para darse cuenta que tienen ese problema de infantilismo que tanto criticaba Lenin. La actual presidenta Bachelet militó en un grupo terrorista de ultra izquierda, tal como muchos de sus más cercanos asesores y nunca han manifestado la menor señal de autocrítica, que era tan común en los antiguos comunistas.

¿Significa esto que estamos ante una "nueva unidad popular" como dicen algunos espantados? Por supuesto que no, las condiciones objetivas están a años luz de los setentas y cualquiera que intente volver a eso está condenado a muerte subita, es cosa de mirar a Venezuela, que no pudo consolidar un gobierno de esa clase después de décadas de tratar de acumular todos los resortes del poder, menos uno: el apoyo popular.

Lo que pasa entonces es que tenemos de vuelta a los testimoniales, los retóricos, que como saben que no pueden hacer se contentan con hablar. Enfurecer a los del bando opuesto es el único efecto y objetivo de las campañas de spam y videos hechos por el gobierno. También usarán la mayoría parlamentaria que tienen para conseguir lo mismo: predican para el coro sin ganar nada en términos tácticos y menos estratégicos. El apoyo popular que tienen -que no es mucho que digamos- no aumentará un solo voto con estas cosas.

Pero son ciegos a la táctica y lo hacen por egolatría, por darse el gusto de irritar y mostrar un poder que en realidad no tienen, lo hacen por complejos personales más que por análisis político tal como cuando decían "avanzar sin transar" o "momios al paredón, momias al colchón" en los setentas. Esos gustitos se los dio Allende durante dos años y medio, hasta que terminó muerto, Maduro en Venezuela está haciendo lo mismo y probablemente tenga una suerte parecida, así es la dinámica de esos procesos.

3 comentarios:

  1. En realidad, Allende llegó al poder no elegido por ese tercio de electores sino por la mayoría que dio la DC en el Congreso… y por las peores razones que se pueda tener.

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  2. Yo no bajaría la guardia y decir que Chile no puede ser otra Venezuela. Por eso discrepo de la afirmación: "¿Significa esto que estamos ante una "nueva unidad popular" como dicen algunos espantados?". Tanto Bachelet como a sus seguidores, por ejemplo, les gusta sacar las desigualdades naturales que produce el capitalismo, sin embargo, ante la escasez de alimentos y cosas básicas como ocurrió en Chile y ahora en Venezuela, que producen los gobiernos socialistas de corte marxista leninista, hacen la vista gorda.

    Por el libro de Nena Ossa “THANK YOU ALLENDE'', ella dice el Mir lo manejaba el PC. ¿El PC fue moderado o fue un mito que inventaron?

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    Respuestas
    1. Cierto, si no reaccionamos siempre puede pasar lo impensable. Es clave actuar a tiempo en el plano que cada uno tenga por delante.

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