martes, 15 de abril de 2014

¿Alguien cree en el estado de bienestar que promete la UP/DC?

Buscando reponerse en la liga de los presidenciables, en abril del 2011 Ricardo Lagos revivía la desacreditada monserga socialista de constituir un enorme fondo en base al aumento de los impuestos "para repartir bienestar a la población".

Hasta hoy, la coalición UP/DC no se había encontrado con las mayorías circunstanciales en el Congreso (y el control intacto de la gigantesca red que tejió entre 1990 y el 2010) que le permiten reflotar estas sandeces asociándolas al "programa que aprobó el pueblo", otra falsedad.

Todos conocemos a esta gente desde hace demasiados años como para creerles que en su afán de cambiarlo todo haya algo más que la codicia de dinero y poder.

Esta vez han armado una canasta en la que han incorporado el cambio a la constitución (así nomás, sin entrar en comprometedores detalles), el control estatal generalizado de la educación y de la salud, el bombazo al sistema de AFP y este impuestazo con el que piensan tomar el control del 25% de lo que produce el país.

Para esto último han disparado a cuanta transacción o patrimonio les pueda servir para obtener algo: los fondos de utilidades reinvertidas (FUT) de las empresas, la eliminación del DL600 que garantiza el justo trato a la inversión extranjera, el aumento del inexplicable impuesto de timbres y estampillas que grava toda transacción financiera y, entre otras barbaridades, la extensión del IVA a la compraventa de viviendas a partir de cierto valor (arbitrariamente fijados por los "expertos" de la UP/DC) aplicándolo al diferencial entre este y el precio final.

Esto de extender el IVA a la compraventa de viviendas me parece que se pasa de la raya. El IVA fue concebido bajo el gobierno militar como un impuesto generalizado y parejo que eliminara la diversidad de tributaciones, gravando uniformemente toda transacción de bienes y servicios de consumo, con escasas excepciones focalizadas (el comercio de ferias libres y otras que —de verdad— no tienen mayor sentido).
Pero gravar la compraventa de viviendas, que son bienes raíces y no de consumo, encarece injusta y arbitrariamente el acceso a la casa propia para millones de chilenos en favor de los fondos a disposición del gobierno, distorsionando la naturaleza original de este pesado tributo.

Las casas, definitivamente, no son bienes de consumo. En la enorme mayoría de los casos son la única gran transacción en la vida de las familias, sin que eso signifique que el fisco no perciba tributos en base a las transferencias de renta entre los contratantes. Nadie pide "déme dos" o "déme tres", que me las llevo ahora mismo. Aplicarles el IVA hace caso omiso de esta realidad y abre la puerta para que luego se incluya en este impuesto cualquier otra transacción similar: venta de industrias, predios agrícolas, faenas mineras y grandes propiedades.

Como en el caso de las presiones para reventar los otros pilares del modelo, la codicia tributaria de la UP/DC merece una respuesta firme, que se oiga fuerte y clara desde el lado opositor.

Frente a propuestas desmesuradas no cabe la negociación ni el estudio sino el rechazo cortante y de plano, teniendo en cuenta que los medios siempre intentarán distorsionar o debilitar los argumentos de la derecha.

5 comentarios:

  1. Estamos volviendo al Chile de antes, lleno arbitrariedades a merced del partido o funcionario de turno.

    Quizás se le ocurra subsidiar algunas viviendas. Al paso que vamos, el gobierno sube los impuestos y ordena congelar los salarios.

    Falta no más que vuelva Dirinco.

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    1. Me parece bien que la UDI se defina claramente en contra de la idea de legislar esta burrada.

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    2. pero ¿quienes son ahora la UDI? nada más que una tropa de oportunistas cagones que no harán mucho daño

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    3. Cierto. Pero creo que peor sería verlos apoyando estas monstruosidades, como parece que algunos piñeristas lo harán

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  2. Leía la declaración que saco la UDI, después de su reunión, y se dieron cuenta que el país actual es fruto de sus ideas. Por eso, rechazaron la Reforma Tributaria. Mientras tanto, en Renovación Nacional espera que el gobierno escuché y enmiende sus propuestas.

    Afortunadamente, la idea de sacar el artículo que celebraba el pronunciamiento militar no prospero

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