Luis Larraín (Libertad y Desarrollo)
Se menciona como problema el déficit fiscal, lo que resulta temerario viniendo de Alberto Arenas, quien siendo director de Presupuesto de Bachelet incumplió la regla de balance cíclicamente ajustado, al dejar un déficit estructural de 3%, según lo determinó una comisión transversal de expertos. Ello porque el equipo económico actual rebajó ese déficit a 1%. Tratando de ocultar eso, el equipo de Bachelet insiste en que la estimación de ingresos del Presupuesto 2014 estaría “inflada”, lo que incluso de ser cierto no tiene implicancia alguna sobre el gasto que puede hacer el próximo gobierno.
Otro de los “problemas” que menciona el trascendido es que no habría recursos para un nuevo censo. En primer lugar sabemos que un grupo de expertos internacionales dictaminó que no era necesario hacer un nuevo censo. Por otra parte, la magnitud de un eventual gasto no alcanzaría ni a un 0,1% del Presupuesto.
Se habla también de subsidios habitacionales sin financiamiento, lo que corresponde al típico arrastre de los programas del Ministerio de Vivienda. Se mencionan adicionalmente “contratos de amarre en salud” por el hecho de concesionar hospitales, lo que representa simplemente la continuidad de la labor del Estado. Se habla de la poca importancia que se ha dado a la innovación durante el gobierno de Piñera, afirmación completamente gratuita formulada en el año de la innovación.
Que el equipo de Bachelet se esté poniendo el parche antes de la herida, mencionando tres o cuatro temas que significan minucias, da cuenta de una anticipada predisposición a echarle la culpa al empedrado ante la eventualidad que las altas expectativas que se han levantado no puedan cumplirse.
Las cifras que avalan el buen desempeño económico del Gobierno de Sebastián Piñera son elocuentes. Partamos por los 905.380 empleos que se han creado durante su administración. Es un registro excepcional. No todo el mérito se debe por cierto al gobierno; los empresarios que han contratado a esos trabajadores, ya sea en nuevos emprendimientos o expandiendo sus actividades actuales, están arriesgando su capital y deben llevarse la mayor parte del mérito. Este dinamismo del mercado laboral ha permitido llevar la tasa de desempleo al 5,75, la más baja en 30 años.
Adicionalmente, estos puestos laborales son de calidad y no empleos precarios, como alguna vez se trató de insinuar desde la oposición. El 92,7% de las nuevas ocupaciones se rigen por contratos de trabajo escritos y están sujetos a previsión social, seguro de desempleo y cotizaciones de salud.
Este dinámico mercado laboral ha permitido un incremento sostenido de las remuneraciones reales. Hemos evolucionado desde una variación anual del 2,2% el año 2010 a una del 2,5% el 2011, una de 3,3% el 2012, hasta posiblemente un 3,7% el año 2013. Como lo dice la teoría, si el país genera más empleos (de calidad) sus remuneraciones aumentarán más.
La verdad es que el gobierno de Sebastián Piñera será recordado por su buen manejo de la economía. El crecimiento del PIB será de 5,4% promedio al año, durante el periodo 2010 al 2013; crecimiento promedio que en los últimos 50 años sólo es superado por el gobierno del Presidente Aylwin (7,5%). La inflación debiera llegar a un promedio durante el periodo 2010 al 2013 del orden de 3%; una de las menores inflaciones logradas por un gobierno en los últimos años, acercándose a la del gobierno de Ricardo Lagos (2,9%).
Siempre puede discutirse cuán buena fue la gestión de un gobierno, pero en materia económica y presupuestaria no puede discutirse que Michelle Bachelet recibirá una casa ordenada.
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Nota. Reproduzco este artículo, publicado originalmente en el Diario Financiero, porque consigna un hecho que pronostiqué que ocurriría: el descrédito de la gestión de este gobierno. En ese post dije: "la propaganda establecerá una verdad oficial para denostar el gobierno de Piñera (la verdad de los hechos importa poco si tienes el control absoluto de los medios)". Esto que consigna Luis Larraín es apenas el comienzo. La UP/DC "descubrirá" irregularidades, corrupción y errores de esta administración que, convenientemente difundidos, le servirán para nivelar su propio y necesariamente bajo desempeño con el de este gobierno que —libre de la mochila corruptiva y contando con la confianza de los emprendedores— alcanzó un nivel de gestión imposible de igualar por la centro izquierda.
Aunque este desempeño en la gestión (administración del aparato del estado) no guarda relación alguna con el pobrísimo desempeño político que dejó el poder de vuelta en manos de los demagogos y corruptos de la UP/DC.
Lo que falló en este gobierno no son las cifras económicas o el manejo de éste, sino el propio Piñera. No falló la economía, sino la política con mayúscula.De lo contrario, habríamos ganado la elección. Después de todo, la mayoría de la población en sus hábitos actúa conforme a los postulados de derecha.
ResponderEliminarEste artículo te ilustra que son tontos los intentos de Piñera y los de su grupo por congraciarse con la UP/DC.
La verdad es que no puede criticarse a Piñera que la derecha no se haya mantenido en el poder, porque su objetivo era precisamente ése, liquidarla.
EliminarSu partido resultó prácticamente diezmado, pero él ya cuenta con una red de apoyo sustantiva: Evópoli, Amplitud, Horizontal y seguramente que integrará elementos provenientes de la UP/DC.
El Gobierno se desacredita solito. Con la desintegracion de RN, la NMayoria tendra todoso los votos que necesita para realizar todos los cambios que desea.
ResponderEliminarFalto claridad en decir, en su debido momento, que la NM se interesa solo en el poder y en el latrocinio del Estado. Y que su performance en el pasado asi lo demuestra.
Estamos fritos.
Ademas, esta el tema de La Haya, donde es claro que perdemos, y no sera business as usual, ya que ahora comenzara la revancha peruana.
Amigo, tal como dices: estamos fritos. ¿Algo positivo? Que esto nos haga conscientes de que no podemos confiarnos en los políticos y que recuperar el tranco libertario depende de nosotros.
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