Entre otras tareas urgentes (como por ejemplo, iniciar investigaciones serias respecto de los muchos casos aún impunes de corrupción institucionalizada), ésta debía resolver graves distorsiones introducidas aprovechando la reforma procesal penal.
Bajo el régimen pasado, alegando agilizar los procesos por la vía de separar el rol indagatorio del sancionador que hasta entonces cumplía cada juez, se introdujo el entonces llamado Ministerio Público —plagado de funcionarios afines al progresismo— y, aprovechando el impulso, se presionó para abrirle la carrera judicial a jueces de tendencia izquierdista y hasta de pasado violentista.
Aparte del repunte delictivo y el terrible impacto en la inseguridad ciudadana, el resultado fue la debacle en la recta administración de justicia, que en el caso de los juicios a militares ha llegado a extremos de prevaricación.
Pero, increíblemente, nada se hizo.
Salvo hace un par de días que se recogió la iniciativa de Evelyn Matthei de incluir en su programa un "observatorio" de lo sancionado por la judicatura.
Pero, para variar, no se ha sopesado debidamente el asunto antes de largarlo a la publicidad.
Piñera, que siempre anda ávido de figuración, declaró recoger la iniciativa de Evelyn Matthei y dispuso el estudio de su implementación, anunciando que le entregarían el proyecto a una universidad.
Esta cuestión, que debió partir apenas aparecieron los vicios en la administración de justicia, pudo haberse implementado mediante un sitio web rápidamente por cualquier operador del gobierno o de los partidos oficialistas A LOS POCOS DÍAS de iniciarse este gobierno.
De haber sido así, hace tiempo que se tendría un registro público y accesible para todos de la trayectoria de los jueces de izquierda (que he denunciado con pelos y señales en este blog varias veces) y, sobre esa base, también hace tiempo, debió haberse planteado la modificación de las normas que han servido a algunos para escudarse en ellas para asegurar la impunidad de corruptos de izquierda, terroristas y delincuentes de toda laya que hoy tienen al país sitiado.
Recién al finalizar su período Piñera ha presentado un proyecto para sancionar a los que se encapuchen, lo cual ha dado pábulo para que los malos lo acusen de "uso político en período de campaña electoral".
En este aspecto, el desempeño del gobierno de Sebastián Piñera ha sido desastroso. Intentar algo en las postrimerías del período ha resultado, cómo no, demasiado poco y demasiado tarde.
La Derecha nunca ha cuestionado las fachadas derechos humanos de la Izquierda, salvo loa blogueros como nosotros, que están en universidades o son simples ONGs, y que autodenominan 'Observatorios de los Derechos Humanos'. Y lo peor es que les confieren una autoridad que no tienen. Así tienes 'el Observatorio de los derechos Humanos' de la UDP, el cual se ha negado a respetarle los derechos humanos a los militares presos.desde la amnistía hasta sus derechos como reos.
ResponderEliminarEso es lo yo llame 'Poderes Fácticos'. Antes de institucionalizarse nunca cuestionaron el indulto a los terroristas, sino más que lo facilitaron.
Y eso sin considerar que en sus filas figuran los peores abusadores de los derechos humanos bajo Allende y los que miran para otro lado con los abusos que en la vecindad cometen sus "compañeros".
EliminarCiro, tienes toda la razón al indicar que esta medida se podría haber implementado a los pocos días de asumido el gobierno, lo que me lleva a dos observaciones: primero, y particularmente respecto de la implementación de soluciones informáticas, es grotesca la forma en que "asignan vía mercadopublico.cl", ya sea porque las licitaciones duran menos de 48 horas, por los montos astronómicos que se pagan para aplicaciones en algunos casos hasta gratuitas y muchas otras irregularidades.
ResponderEliminarSegundo, las asesorías en general, para lo que te pongo como ejemplo algo que ya dije en el blog de Máximo: de cada 100 pesos públicos que llegan a la región del Maule, 70 se quedan en la provincia de talca, 20 se van a la provincia de Curicó, y los 10 restantes se van a las provincias de Linares y Cauquenes, también conocidos como Maule Sur. El resultado de esta política que viene de siempre es que el PGB de la región completa es de 6 billones de dólares, de los que el Maule Sur recibe del orden de un billon, lo que se traduce en un ingreso per capita apenas superior al "sueldo mínimo", al menos en las cifras.
Ahora bien, poco antes del inicio de la campaña parlamentaria, el ministro lavin "ordena" solucionar el problema del Maule Sur en menos de un mes, para lo que se asignaron 300 millones de pesos. De por si es ridículo, pero pasa a grotesco si consideras que yo tengo el plan de desarrollo listo desde el 2008, actualizado todos los años, y conocido por todos los parlamentarios de la zona, pero del que siempre se han corrido, que entre otras cosas determina, usando metodología SUBDERE, que crear la region Maule Sur cuesta 15 millones de dólares de inversión, y 150 millones de dólares anuales de operación.
La ejecución del "diagnóstico" de estos 300 palos fue "encargada" a la universidad de talca (el gato cuidando la carnicería), que le ha preguntado a la oposicion, boy-scouts, hasta a los tiuques de la plaza... menos a mi, que tengo el cuento listo. Hago notar que una campaña a diputado (no se elige senador acá en esta pasada) cuesta 100 millones de pesos.
Da rabia, verdad?
Nadie en la derecha y menos en la izquierda alude a lo mal que está pelado el chancho. Nuestro principal y más grave problema es el del excesivo centralismo que configura un gobierno todopoderoso y una cáfila política que lo contamina todo. En este blog me he referido a este asunto varias veces, pero es como predicar en el desierto.
EliminarAyer, el pelado de 'por las buenas o por las malas' dijo que el Observatorio que propone la derecha era una presión a los jueces. Sin embargo, se olvidó de la presión que ha realizado ex Concertación desde los 90, en los llamados 'casos de derechos humanos'.
ResponderEliminarSi estos reclamos de presión a los jueces se hubieran escuchado cuando asumió Piñera, la gente los habría comprendido adecuadamente y habría apoyado el observatorio como una medida lógica para preparar legislación reparadora del deterioro judicial. Sin embargo, Piñera no hizo nada de esto sino todo lo contrario: apoyó a Bachelet y a todos los presidentes de la UP/DC. Esta medida resulta, como dije en el artículo: demasiado poco, demasiado tarde.
Eliminar