¿Por qué se quiere terminar o dañar el sistema de ahorro individual para jubilación? Porque, siendo una pieza clave de nuestro modelo de economía libre, contradice el discurso socialista de rescatar a los desposeídos y minimiza el rol estatista del gobierno.
En años de Allende, la idea era apropiarse de los “medios de producción” para ayudar a los “proletarios”, gente que —aparte de su prole— carecía de toda propiedad. Este sistema de ahorro borra del mapa a esos proletarios y los reemplaza con propietarios de, al menos, un capital para su retiro.
Aunque haya quienes carezcan de grandes bienes materiales y/o culturales, millones de chilenos han acumulado un capital de su propiedad personal que está ganando intereses y que les servirá para remunerarse en la vejez o heredarlo a su familia.
Encima de eso, profesionalmente administrados por las AFP estos ahorros han crecido hasta transformarse en una gigantesca masa de capital financiero que supera los 170 mil millones de dólares.
La disponibilidad de este financiamiento ha jugado un papel fundamental en el crecimiento de nuestras empresas que han contado con inversionistas que les han permitido crecer y transformarse en exitosas trasnacionales en transporte, comercio, ingeniería, minería y servicios.
Y el obvio efecto en el desarrollo del país (crecimiento económico, caída de la pobreza e incremento del nivel cultural) ha sido un salto al desarrollo en el que el gobierno (o “el estado” como gusta la izquierda de llamar al aparato de gobierno central) no ha jugado ningún rol protagónico.
Claramente, al volver al poder la izquierda se encontró sin sus desposeídos y sin protagonismo clave en el desarrollo nacional.
En años de Allende, la idea era apropiarse de los “medios de producción” para ayudar a los “proletarios”, gente que —aparte de su prole— carecía de toda propiedad. Este sistema de ahorro borra del mapa a esos proletarios y los reemplaza con propietarios de, al menos, un capital para su retiro.
Aunque haya quienes carezcan de grandes bienes materiales y/o culturales, millones de chilenos han acumulado un capital de su propiedad personal que está ganando intereses y que les servirá para remunerarse en la vejez o heredarlo a su familia.
Encima de eso, profesionalmente administrados por las AFP estos ahorros han crecido hasta transformarse en una gigantesca masa de capital financiero que supera los 170 mil millones de dólares.
La disponibilidad de este financiamiento ha jugado un papel fundamental en el crecimiento de nuestras empresas que han contado con inversionistas que les han permitido crecer y transformarse en exitosas trasnacionales en transporte, comercio, ingeniería, minería y servicios.
Y el obvio efecto en el desarrollo del país (crecimiento económico, caída de la pobreza e incremento del nivel cultural) ha sido un salto al desarrollo en el que el gobierno (o “el estado” como gusta la izquierda de llamar al aparato de gobierno central) no ha jugado ningún rol protagónico.
Claramente, al volver al poder la izquierda se encontró sin sus desposeídos y sin protagonismo clave en el desarrollo nacional.
¿Qué hicieron para superar esta “pérdida”?
Desde el traspaso del gobierno a los partidos políticos (que la izquierda rotula como "retorno de la democracia") la llamada centro-izquierda (los herederos del allendismo más los democristianos) ha buscado reinstalar estos dos elementos: la pobreza que espera ser auxiliada y el reforzamiento del aparato estatal para cumplir ese y cualquier otro rol que diera brillo al "estado".
Al comienzo, esto no era nada fácil. Chile era ya reconocido como un milagro económico y plantear tal cambio de modelo era políticamente suicida. En los días de la campaña presidencial que puso a Aylwin en La Moneda, la centro-izquierda —temerosa de que los votantes fueran a atisbar un retorno del allendismo— se preocupó de asegurar que respetarían el modelo y que sólo buscarían un balance agregando "desarrollo social". Foxley, su primer ministro de hacienda llegó al punto de admitir que "en el gobierno anterior se crearon los fundamentos de una economía de mercado más moderna" y, a la semana de asumir salió en gira internacional para "explicar" nuestro modelo.
De todas maneras, desde el primer día los allendistas y democristianos concertados se abocaron a:
1. Incrementar su clientela electoral alegando encontrarse con "5 millones de pobres" a quienes repartir prebendas, "reconociendo la opresión" del pueblo mapuche y promoviendo su levantamiento premiado con tierras; incorporando a los exiliados en el extranjero en el derecho a votar; promoviendo derechos para los homosexuales (y otras "opciones" de identidad sexual); instalando el derecho a abortar con cargo al erario; abriendo las puertas a la inmigración ilegal; indemnizando a "torturados", "exonerados", parientes de "detenidos desaparecidos" y otros que en conjunto forman un enorme contingente de voto duro.
2. Copar y expandir el aparato estatal, deshaciéndose de profesionales y ejecutivos no partidarios; frenando el proceso descentralizador en educación escolar y salud; modificando el funcionamiento y la estructura de la administración de justicia; creando nuevas instituciones pobladas absolutamente con sus partidarios; financiando una multitud de ONGs que actúan como extensión política de los concertados.
3. Reforzar las empresas estatales cuya privatización no dejó pasar el gobierno militar a los Chicago Boys, impidiendo que en ellas pudieran invertir los fondos de pensiones (Codelco acepta como socios a fondos de pensiones extranjeros, pero no chilenos); expandiendo el giro y actividad de esas empresas (entrando a competir con los chilenos que emprenden en esas áreas); explotando el producto de esas empresas en beneficio de operadores y partidos políticos afines al régimen.
4. Invertir grandes flujos de dinero público para recuperar la hegemonía cultural que les permitiera imponer sus conceptos, visiones y el famoso "relato", creando infinidad de instituciones culturales todas de control de sus agentes; financiando concursos y programas para la producción de material que reforzara su relato; imponiendo leyes que impiden el ejercicio del periodismo por parte de gente que no tenga el título otorgado por las escuelas que en su mayoría son controladas por los concertados; facilitando la entrada de operadores extranjeros de medios afines (grupo Prisa, que controla buena parte de la radiofonía; CNN Chile); copando los departamentos de prensa de toda la TV con gente de sus filas; infiltrando a periodistas de sus filas en todos las publicaciones de prensa de alguna relevancia.
Desde el traspaso del gobierno a los partidos políticos (que la izquierda rotula como "retorno de la democracia") la llamada centro-izquierda (los herederos del allendismo más los democristianos) ha buscado reinstalar estos dos elementos: la pobreza que espera ser auxiliada y el reforzamiento del aparato estatal para cumplir ese y cualquier otro rol que diera brillo al "estado".
Al comienzo, esto no era nada fácil. Chile era ya reconocido como un milagro económico y plantear tal cambio de modelo era políticamente suicida. En los días de la campaña presidencial que puso a Aylwin en La Moneda, la centro-izquierda —temerosa de que los votantes fueran a atisbar un retorno del allendismo— se preocupó de asegurar que respetarían el modelo y que sólo buscarían un balance agregando "desarrollo social". Foxley, su primer ministro de hacienda llegó al punto de admitir que "en el gobierno anterior se crearon los fundamentos de una economía de mercado más moderna" y, a la semana de asumir salió en gira internacional para "explicar" nuestro modelo.
De todas maneras, desde el primer día los allendistas y democristianos concertados se abocaron a:
1. Incrementar su clientela electoral alegando encontrarse con "5 millones de pobres" a quienes repartir prebendas, "reconociendo la opresión" del pueblo mapuche y promoviendo su levantamiento premiado con tierras; incorporando a los exiliados en el extranjero en el derecho a votar; promoviendo derechos para los homosexuales (y otras "opciones" de identidad sexual); instalando el derecho a abortar con cargo al erario; abriendo las puertas a la inmigración ilegal; indemnizando a "torturados", "exonerados", parientes de "detenidos desaparecidos" y otros que en conjunto forman un enorme contingente de voto duro.
2. Copar y expandir el aparato estatal, deshaciéndose de profesionales y ejecutivos no partidarios; frenando el proceso descentralizador en educación escolar y salud; modificando el funcionamiento y la estructura de la administración de justicia; creando nuevas instituciones pobladas absolutamente con sus partidarios; financiando una multitud de ONGs que actúan como extensión política de los concertados.
3. Reforzar las empresas estatales cuya privatización no dejó pasar el gobierno militar a los Chicago Boys, impidiendo que en ellas pudieran invertir los fondos de pensiones (Codelco acepta como socios a fondos de pensiones extranjeros, pero no chilenos); expandiendo el giro y actividad de esas empresas (entrando a competir con los chilenos que emprenden en esas áreas); explotando el producto de esas empresas en beneficio de operadores y partidos políticos afines al régimen.
4. Invertir grandes flujos de dinero público para recuperar la hegemonía cultural que les permitiera imponer sus conceptos, visiones y el famoso "relato", creando infinidad de instituciones culturales todas de control de sus agentes; financiando concursos y programas para la producción de material que reforzara su relato; imponiendo leyes que impiden el ejercicio del periodismo por parte de gente que no tenga el título otorgado por las escuelas que en su mayoría son controladas por los concertados; facilitando la entrada de operadores extranjeros de medios afines (grupo Prisa, que controla buena parte de la radiofonía; CNN Chile); copando los departamentos de prensa de toda la TV con gente de sus filas; infiltrando a periodistas de sus filas en todos las publicaciones de prensa de alguna relevancia.
En todo ello actuaron prácticamente sin oposición. Las primeras resistencias al "relato" (ese que instala a Allende como un demócrata, a Pinochet como un dictador y a quienes combatieron al gobierno militar como víctimas de derechos humanos) las resolvieron por la vía simple de asesinar (con la ayuda del castrismo local y la complicidad del aparato policial) a los líderes de esa resistencia (ex-miembros y ejecutivos militares del gobierno anterior y varios otros, incluyendo al senador Jaime Guzmán).
Pese a que consiguieron disminuir constantemente el ritmo de crecimiento, en 20 años de dominio, los concertados no pudieron desmontar el modelo de libertades para reponer el de un gobierno todopoderoso que prodiga bienestar a grandes masas de menesterosos.
Para un ataque final y decisivo necesitarían ayuda extra, misma que, si mal no recuerdo, anunciaba el mismo Lenin: "serán los burgueses los que procurarán las cuerdas para ser ahorcados". Y esa ayuda es la que les llegó bajo el gobierno supuestamente derechista que dirigió Sebastián Piñera, cuya gestión completó el proceso de demolición del peso político de la derecha y abrió la puerta al retorno del allendismo con plantel completo y con el control de ambas cámaras.
Este nuevo escenario es el que haría factible irse en ataque final contra las tuercas clave del modelo: la constitución y el odiado sistema de ahorro individual.
En el próximo post me propongo detallar las medidas que los allendistas y democristianos concertados han ido desplegando para debilitar las piezas claves del modelo.
Nota: El régimen orquesta el ataque al ahorro individual etiquetándolo como "No + AFP", como si esas empresas fueran, en sí, el modelo. Es una distorsión típica de la izquierda que describo en el post anterior.
Pese a que consiguieron disminuir constantemente el ritmo de crecimiento, en 20 años de dominio, los concertados no pudieron desmontar el modelo de libertades para reponer el de un gobierno todopoderoso que prodiga bienestar a grandes masas de menesterosos.
Para un ataque final y decisivo necesitarían ayuda extra, misma que, si mal no recuerdo, anunciaba el mismo Lenin: "serán los burgueses los que procurarán las cuerdas para ser ahorcados". Y esa ayuda es la que les llegó bajo el gobierno supuestamente derechista que dirigió Sebastián Piñera, cuya gestión completó el proceso de demolición del peso político de la derecha y abrió la puerta al retorno del allendismo con plantel completo y con el control de ambas cámaras.
Este nuevo escenario es el que haría factible irse en ataque final contra las tuercas clave del modelo: la constitución y el odiado sistema de ahorro individual.
En el próximo post me propongo detallar las medidas que los allendistas y democristianos concertados han ido desplegando para debilitar las piezas claves del modelo.
Nota: El régimen orquesta el ataque al ahorro individual etiquetándolo como "No + AFP", como si esas empresas fueran, en sí, el modelo. Es una distorsión típica de la izquierda que describo en el post anterior.
Clarísimo resumen. Anda dando vueltas en youtube un documental que llama "Agenda: grinding America down", y que es un paralelo exacto en muchos aspectos a lo que sucede hoy en Chile. Muy buena entrada, se agradece la constancia y el esfuerzo. Día a día la Internet y su información se vuelven más enemigas de la política en general y de las izquierdas en particular. Por algo querían fiscalizar los blogs y por algo quieren prohibir la difusión política en las RRSS. Gracias!!
ResponderEliminarGracias, David. Lo que muchos blogueros buscamos es despertar a los políticos de la derecha que por razones que no vale la pena revisar han dejado que las cosas lleguen al punto en el que se encuentran.
EliminarDe acuerdo en un 70%, incluso con el error de Piñera.Habiendo sido muy efectivo y excelente en Gestión, la soberbia y la falta de lealtad hizo que pensara sólo en si mismo y no en la validación y proyección de las ideas de los anti estatistas.
ResponderEliminarEn su comentario falta referirse a la otra piedra angular de la estrategia de los que quieren construir una sociedad socialista que no saben como es pero prefieren que los burócratas del Estado decidan por las personas. Me refiero al estatismo en la educación, en que por una parte nos impusieron inteligentemente una ENU MODERNIZADA. Y en educación superior por responsabilidad de Lavín se abrió una brecha para ganar la gerra de largo plazo: la formacion de cultura y valores . De la misma forma en que ahora se aprovecha el drama de las pensiones para arrasar con las AFPs el 2011 los estatistas aprovecharon el drama del endeudamiento para arrasar con el sistema de universidades privadas. La responsabilidad es de Lavín porque yo como Presidente de las Corporación de Universidades privadas le advertí que el CAE era una bomba de tiempo y no quiso asumirlo y en lo principal cuando se alzó el Slogan del LUCRO, no defendió los resultados del aporte de las privadas no sólo a la modernización sino en cuanto a cumplir sin costo para el Estado con lo que nunca los zurdos habrían cumplido, avanzar hacia la UNIVERSIDAD PARA TODOS. Se traumó ante las posibles acusaciones por su participación en la U del Desarrollo y se puso más papista que el papa en lugar de haber tirado la pelota al otro lado patrocinando ls conclusiones del Gobierno de Bachelet con la Comisión Peña que postuló que para sincerar lo que ocurría en las Ues privadas debían coexistir como en Brasil Ues con Lucro que no recibieran beneficios del Estado, tésis que tambien era patrocinada por Lagos. El anti lucro caló hondo en nuestra cultura y el efecto es que se volverá a tener el control de la concientización con el proselitismo que se da en las Ues estatales, con las consecuencias evidentes de Periodistas, abogados y médicos que confunden la justicia social con la solución anti emprendimiento
Cierto. No me he referido al paquete de reformas del presente régimen y debería hacerlo. Creo que podría caber en el próximo post. Gracias por tu comentario, Héctor.
EliminarComo he venido comentando desde hace un buen tiempo, el zurderío carroñero adolece una total falta de intelecto, así como una total incapacidad de generar recursos o crear algun emprendimiento. todo es slogan y venta de humo, pero cuando ve que hay de donde tirar las manos, hace lo que sea, incluso usando al estado matón para lograrlo.
ResponderEliminarRespecto al documental citado por David, muchas de estas "teorias conspiranoicas" tienen su prueba aquí mismo, en Chile.
José, con el tiempo he llegado a la conclusión de que casi la totalidad de los políticos de izquierda y muchos en la derecha serían absolutamente incapaces de mantener su standard de vida en alguna actividad independiente o empleándose en el área privada. Por lo tanto, su "profesión" real es estar siempre alerta para ver "dónde tirar las manos".
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