Gerardo Varela
Ese personaje inolvidable de Downton Abbey que es Lady Grantham nos recuerda, cuando su nieta se va a Suiza, que "en Suiza hay de todo, salvo una buena conversación".
Yo creo que Büchi se equivocó, porque vivir en país civilizado para alguien acostumbrado a lidiar cotidianamente con lo inesperado, con la incivilidad y con la ignorancia empoderada es francamente aburrido. Vivir en Suiza, donde todo es racional, es parecido a bailar con la hermana o comer en una clínica.
A Tarzán le pasa, cuando lo llevan de vuelta a la civilización, que echa de menos la jungla, la vida entre los monos, andar calato cazando lo que pille y haciéndoles el quite a los leones. Está escrito en la literatura que domesticar al buen salvaje no es fácil; por algo los perros viejos no aprenden trucos nuevos.
Son muchos los ejemplos civilizatorios fracasados. Sin ir más lejos, en nuestro Chile querido, el Capitán Fitz Roy se lleva en el "Beagle" a Inglaterra a 3 fueguinos, los viste de lords, les enseña modales, y con ello comprueba que los "salvajes" eran civilizables. Cuando los devuelve a Tierra del Fuego para que civilicen al resto, al poco andar se sacan la ropa, se visten con pieles, y empiezan a mariscar como los demás.
A todos nos pasa. En el Chile Day en Londres vimos a nuestros líderes hablar sobre estado de derecho, propiedad privada y crecimiento económico. Obvio: en un país civilizado, todos cruzamos por la esquina, no ensuciamos la calle, respetamos las colas y pagamos el metro. La gracia es hacerlo acá, de local. No volver a Chile, ponernos el taparrabo y salir a cazar al tiro.
Suiza, qué duda cabe, es un país de certezas. Büchi tiene la certeza de que sus hijas van a ir a un colegio bueno, donde no las van a asaltar en el camino. Sabe que puede caminar por la calle sin que lo amenacen y que cuando llegue a su casa no va a sufrir un portonazo. Tiene la certeza de que la gente pide por favor y da las gracias; es considerada con el prójimo y respeta su intimidad; los diputados no le sacan la madre a nadie y el SII no es utilizado políticamente para ayudar a los amigos y perjudicar a los enemigos.
La incertidumbre jurídica en Chile es preocupante. Alumisa o Barrancones son un claro ejemplo. Basta revisar las leyes de libre competencia, lavado de dinero, protección al consumidor y elusión tributaria, unos verdaderos galimatías que dejan un margen enorme de discrecionalidad y arbitrariedad interpretativa a la autoridad de turno.
La certeza jurídica -nos enseñaba Andrés Bello- se logra con el respeto de la letra de la ley sobre el espíritu, siempre vago, impreciso y que tiende a coincidir con la voluntad del poderoso. Con que los jueces hagan cumplir los contratos y apliquen la ley, incluso contra sus preferencias personales. Con que los funcionarios públicos actúen dentro de sus atribuciones y respeten las del resto. Con que la ilegalidad esté claramente tipificada en la ley, y no que surja de la ignorancia mediática azuzada por políticos y redes sociales. Sin embargo, nuestra realidad va en sentido contrario, y eso nos debiera preocupar a todos. El caso de la fusión de las AFP, de las boletas ideológicamente falsas o del pantano jurídico en que el Estado mete a las isapres son ejemplos de la peor versión de este fenómeno: conflictos políticos disfrazados de problemas jurídicos.
La falta de certeza perdurará mientras el pueblo no repare en la pérdida de libertad que representa un Estado todopoderoso aplicando un sistema legal discrecional que so pretexto de protegernos termina encadenándonos.
Por eso debe preocuparnos si se empiezan a ir los Büchi y nos quedamos con lo(a)s ... (se me ocurren vario(a)s, porque nos alejamos de Suiza para acercarnos a Venezuela. Chile es de todos, y no se le puede abandonar al prejuicio y la ignorancia. Büchi tiene razón en su diagnóstico, pero se equivoca en su decisión. Confiemos en que volverá, porque Chile necesita a sus mejores hombres, y, a diferencia de Suiza, sí tenemos buena conversación.
Publicado con esta fecha en El Mercurio.
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ResponderEliminarCierto, aunque la incertidumbre jurídica es creciente y muy real, Büchi no hace bien en irse de Chile e instalarse en Suiza. Pero a mi me parece que lo que él hace es sacar sus activos del país y trasladarlos allí donde no sean asociados a su postura política y, sólo por eso, hacerlos vulnerables a la codicia del régimen. Büchi ha aclarado que seguirá en la contienda ideológica y mantiene su posición en el think tank Instituto Libertad y Desarrollo.
Es decir, la salida de Hernán Büchi de Chile es la relacionada con su patrimonio y su familia, pero su presencia en la arena política continúa. Lo cual es muy bueno para Chile.
Bueno. De hecho sigue comentando la actualidad.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Valera. Sin embargo, han salido varios apaciguadores entre ellos Andrés Velasco, Luskic y el socialista Solari. Para primero y el segundo no existe incertidumbre jurídica. Solari postula que dentro de la reglas del juego, se puede cambiar éstas por otras.
Si desde La Moneda se controla al Congreso, a la administración de justicia, a la Contraloría y a las instituciones autónomas (Transparencia, TDLC, Tricel, Servel, etc.) es para combatir el imperio de la ley o "estado de derecho". La banda hoy en el gobierno tenía el mismo control antes de la pasada de Piñera y por eso esperábamos que el contraataque a esta incertidumbre partiera en el 2010. Pero Piñera prefirió asegurarse su vuelta al poder. Pero sospecho que está en primer lugar de los que en su momento probarán hasta el concho de esta medicina de incertidumbre.
EliminarEste anonimo considera que el gran error u omision del gobierno militar fue uno que casi nadie ha considerado: Continuar con el cambio social más allá de lo económico. La formula que mejor hubiera funcionado hubiera sido la deshispanización del estado y la deslatinomericanización de la sociedad o dicho de otra forma, "independizarnos" de la región cambiando la sociedad completa.
ResponderEliminarCreo que de haberlo hecho, quizás hubieramos renunciado a parte de lo nuestro pero se habría cortado el vicio común que afecta a países latinos cuyas consecuencias van desde la miseria masiva y la incultura hasta reducir al comunismo a un nivel de popularidad menor a 0,1%...y es que no por nada muchos quieren emigrar al mundo anglosajon, allá las masas son algo menos ignorantes, menos dependientes del estado y el comunismo es una agrupacion de locos muy minoritarios.
En resumen, nuestro país dejará de ser uno de mierda cuando nos marchemos de la región y nos dispongamos competir con Australia y NZ, no contra Perú y Argentina.
!Que manera de rebuznar huevadas!
EliminarSeguramente si los cuatro milicos brutos, huevones e ignorantes de la junta hubieran redactado sus rebuznidos en aleman al tiro ya nos hubieramos "independizado"....
Interesante propuesta de Anónimo.
ResponderEliminarAhora que mencionas a la Contraloría por marzo o febrero la diputada comunista Camila Vallejo sacó una declaración desmintiendo, por ejemplo, que su padre habría ganado la licitación para calefaccionar La Moneda. En efecto, la Contraloría declaró que el padre de Camila no nada que ver con ese trabajo, aun cuando la prensa decía lo contrario.