La UP/DC una organización para el crimen

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Grave error de Sergio Bustos, el denunciante del caso Caval, al suponer que las instituciones todavía funcionan. Fue ingenuo creer que, de puro susto por la gravedad de los cargos y la alta investidura de los involucrados, los acusados se iban a apresurar en pagarle sus servicios. Bustos no cayó en cuenta que estaba tratando con una peligrosísima organización criminal que no solo mantiene íntima vinculación con el gobierno sino que controla todo el aparato del estado, la administración de justicia y casi toda la prensa.

Y ahí lo tienen ahora: sin un cobre en los bolsillos. Los jueces le negaron todo derecho en su reclamo y encima de eso lo sometieron a proceso por ser "violador de los derechos humanos".

Tal como ilustra la imagen que encabeza este artículo, para la mafia gobernante nada es más fácil que involucrar a alguien en "violaciones de los derechos humanos" y encima de eso someterlo a proceso en las que lleva todas las de perder.

Como todos sabemos, hay muchos militares que están cumpliendo una condena terrible por delitos que nunca cometieron, por presunciones disparatadas con testigos falsos o, simplemente, por una "ficción jurídica" como lo admitió en vivo y por la TV un juezecillo de 4ª categoría frente a un apretón que le dio Hermógenes Pérez de Arce.

La organización UP/DC obtiene grandes dividendos de esto: plata para sus seguidores, acosamiento y nulificación de la oposición (en la que los pocos que osan enfrentar la máquina son prontamente denunciados y, obvio, sometidos a proceso) y la más completa impunidad para sus correrías.

Mientras la "justicia" persigue a derechistas que hayan emitido boletas de discreto monto a cambio de donaciones, deja intocados a Bachelet y toda la cúpula UP/DC que tramitaron facturas y boletas por montos siderales con el mismo fin. El mismo bloqueo impide avanzar con investigaciones que conduzcan a Bachelet (las grabaciones de sus conversaciones con Luksic existen, pero se mantienen en reserva por el mismísimo fiscal que llevan el caso Caval) o aclarar debidamente el atropello con resultado de muerte de un polícia a manos del senador castrista Quintana.

Yo sostengo que la UP/DC pasó de ser una organización corrupta y totalitaria (por ahí con un par de "suicidados" en casos de corrupción demasiado escandalosos) a su actual perfil decididamente criminal (capaz de liquidar a un denunciante metiéndolo en casos de "derechos humanos") porque Piñera se negó a denunciarles y a actuar en su contra, como hace hoy Mauricio Macri, en Argentina. Esos cuatro años de impunidad fueron capitalizados por la organización que ahora ha llegado a ser una amenaza muy seria para quien ose enfrentarles.