Trump no es un payaso

Interesante pero sesgada la colección de opiniones sobre Trump que publica La Tercera. Verlo como "fenómeno" propiciado por vicios de la derecha y de la izquierda es no entender mucho de la realidad actual en los Estados Unidos.

A algunos les parece cosa de payasos las propuestas de Trump, pero para el ciudadano común, ese que vive lejos de las burbujas políticas de Washington y del establishment de los archimillonarios, tienen bastante sentido.

Aquí puedes conocer tres de los muchos problemas que se han vuelto crónicos para la familia norteamericana, ninguno de ellos es debidamente reconocido por Ted Cruz y ni siquiera es mencionado por Hillary Clinton o Bernie Sanders. 

El rechazo a los ilegales no es cosa de chacota. Desde hace años se ha vuelto cotidiano ver en la caja del supermercado a señoras típicas de las poblaciones de Latinoamérica, con guaguas en brazos y comprando con cupones de alimento (Food Stamps), pero ahora que al grupo se han sumado muchos americanos el asunto ha dejado de ser pintoresco. Los naturales sienten estar disputando un beneficio al que creen tener mejor derecho y no les simpatiza que la escasez de éste sea resultado de la excesiva demanda de millones de ilegales en todo el país. Encima de eso, han trascendido muchos casos de violencia, delincuencia y violaciones cometidas reiteradamente por gente que había sido puesta en la frontera más de una vez. Si a eso le agregas que ahora hay zonas de dominio islámico donde eres agredido si llevas al cuello una cruz o signo cristiano, el tema de la inmigración sin control afecta ya a demasiada gente.

De otro lado, tampoco es broma la creciente pérdida de puestos de trabajo por industrias que emigran a China, México, India y otras latitudes, aprovechando los tratados de libre comercio que permiten a esos países exportar sin arancel a los Estados Unidos mercaderías producidas con trabajo semi-esclavo. Todo ello mientras la cáfila sindicalista de la AFL-CIO exige sueldos mínimos que ya nadie puede pagar porque encarecen en exceso los costos de producción. Como dramático ejemplo vean la que era la Meca de la industria automovilística, Detroit (estado de Michigan), hoy una ciudad abandonada cayéndose a pedazos.

Y no es divertido que en medio de este panorama el gobierno federal se embarque en gastos demenciales para despliegue militar y guerras en todo el mundo, haciendo obscenamente ricas a las empresas del complejo militar industrial (Lockheed Martin, Boeing, BAE Systems, General Dynamics, Raytheon, etc.) y comprometiéndose a seguir pasando dinero a Israel para hacerse fuerte contra los árabes (20 mil millones de dólares para los próximos 10 años, aumentando los 17 billones que se le ha estado pasando hasta ahora). Si a eso agregas el enorme gasto para mantener a la ONU, la OTAN, el IMF y cuanto organismo internacional en el que se supone TODOS deberían financiar igualitariamente, el forado en las cuentas nacionales ha llegado a ser colosal y encima de eso se ha vuelto crónico.

Todos estos son problemas REALES, no fenómenos. Inciden en la disponibilidad de recursos, de puestos de trabajo y de seguridad en el futuro de casi cada ciudadano de USA. Y que venga alguien, por primera vez, a identificarlos y proponer soluciones radicales no es nada trivial.

De entre todos los pre-candidatos, Trump es el único que no necesita apoyo financiero ni mediático. Por eso se da el lujo de comprometerse a frenar la invasión de ilegales, terminar con las condiciones para la des-industrialización de los USA, retirar bases militares en muchas partes del extranjero y de mostrarse imparcial en el conflicto que genera la apropiación israelí de territorios palestinos.

Portada hipotética de The Boston Globe de 2017 describiendo graves turbulencias bajo el "Presidente Trump"

Y precisamente por esto se ha vuelto extraordinariamente peligroso para los que se benefician con el actual estado de cosas, entre ellos la "mainstream media", los operadores más grandes de diarios, redes de TV y radios, casi todos controlados por los mismos que controlan la banca, la Federal Reserve —algo así como un banco central pero de privados y que emite los dólares—, las Cortes y buena parte del Congreso.

Al último que quiso irse contra ellos, Ron Paul, le hicieron sabanitas cortas en varias instancias de las primarias republicanas anteriores. A Trump, que va como avión, lo cocinarán en la Convención (ultima instancia para nominar al candidato de los republicanos). Y si no pueden hacerlo ahí, capaz que lo maten.

Lo cual no tiene nada de payaseo.