jueves, 21 de abril de 2016

Don Patricio Alcibiades Aylwin

Bueno, Aylwin ya está, imagino, rindiendo cuentas en el más allá. Como era de esperar, el régimen administró las exequias para tratar de sacarle lustre a Bachelet y pelearle algunos puntitos a las encuestas. Y, también como era de esperar, los demás que viven del sudor de nuestros lomos —la izquierda y la derecha— estirando el cogote para aparecer en la foto como "guardia de honor".

Todos deshaciéndose en alabanzas al finado y, por risible que parezca, todos por razones perfectamente contrarias a los hechos. Los unos por haberse impuesto a los militares, cuando está documentado hasta la saciedad que pidió y aplaudió que éstos expulsaran a Allende. Los otros por haber restaurado la democracia, sin que el sujeto haya presentado jamás iniciativa alguna que no fuera plegarse al itinerario marcado por la Constitución y, a codazos, instalarse como el candidato opositor.

Cierto, a codazos. Visto que en la DC todos pugnaban por su "mejor derecho" a representar a la oposición, el cazurro de don Pato sugirió que todos renunciaran a su postulación para someterse a un proceso ordenado para designar al candidato. Le hicieron caso y él "olvidó" hacerlo, haciéndose el remolón hasta que no quedó otra que dejarlo ahí por "aclamación". Un método parecido busca hoy Piñera para alzarse con la nominación opositora, porque —si no puede controlarla— el sujeto jamás se someterá a primaria alguna.

Volvamos a Aylwin. Una vez instalado en la Presidencia (que empezó durando 4 años y luego pasó a 6 para volver el 2005 a 4) se dedicó a hacer exactamente lo que el alcalde Alcibiades de la Pérgola de las Flores: a todos decía que sí, a nadie decía que no, pero terminaba haciendo lo que le convenía más.

A Pinochet y la alta oficialidad mostró respeto por sus personas y sus cargos, a los allendistas que buscaban revancha les dijo que haría "justicia en la medida de lo posible". Para no provocar pánico oficialmente aseguraba ser continuador del modelo, pero entre amigos despotricaba contra "el mercado". Reclamaba ser respetuoso del estado de derecho, pero pasó por encima de la ley enviando un oficio a los jueces para que revolvieran el gallinero de los "derechos humanos". Se dijo custodio de nuestro territorio, pero mostró una pusilanimidad histórica en la defensa del litigio por Laguna del Desierto. En fin, se las arregló para llegar al fin de su período dejando a cada uno la sensación de que les había hecho caso.

Y como entonces no existía el obsceno estipendio con que se remuneran los ex Presidentes, se las arregló para que en el presupuesto nacional le incluyeran una partida para su fundación que, se supone, iba a liderar los trabajos estudiantiles de verano. Cuando le preguntaron el por qué de esta irregularidad, siendo que había muchas fundaciones y movimientos que hacían lo mismo autofinanciándose, respondió "es que a los otros no se les ocurrió no más".

Los columnistas, opinólogos y "analistas" han coincidido en darle a don Patricio Alcibiades características de gran estadista, pero en mi opinión el sujeto se distinguió SIEMPRE por estar bien con Dios y con el diablo. Es decir, fue el político más político que he conocido.

8 comentarios:

  1. Un gran resumen... Pero faltó un detalle, creo yo... Si don Alcibiades hubiera gobernado con Facebook y Twitter, el trolleo habría sido peor que las Piñericosas... Las Redes Sociales no perdonan....

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    1. Ja ja. Eso es muy cierto. Aylwin tuvo la gran suerte de escapar al juicio ciudadano, que hoy cuenta con las redes sociales y que permiten contrarrestar en algo la gigantesca colusión del régimen con la TV y los diarios. De no ser por eso, Bachelet estaría punteando en las encuestas.

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  2. Aylwin será recordado para los cinicos y fariseos como "un gran estadista" y el encargado de "la transicion a la democracia", pero el tiempo y la historia lo juzgaran por sus hechos.

    Fue un bastardo chaquetero sin moral, pero tuvo el pudor de poder disfrazarlo con una sonrisita de hiena. Aylwin usó y abusó del sistema, le importó una raja quien fuera (también se los pasó y repasó por esa misma parte) pero lo hizo tan decentemente que pasarán muchos años, para que alguien con cojones desentierre sus secretos.

    "por sus frutos los conoceréis".

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    1. Eso, de una forma más edulcorada, es lo que trato de exponer en este artículo. Gracias por tu comentario.

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  3. ¿Quién lo escribió?

    Yo también estoy escribiendo algo al respecto. Fue un demagogo. Al parecer, para él los pobres no pagan IVA. En su gobierno los subió.

    Lo de respetar el modelo fue una farsa, hasta que la ex Concertación se transformo en la Nueva Mayoría.

    No he visto los elogios en la tele, mas seguramente, habrán dicho del Informe Rettig y los derechos humanos y que intento restablecer las relaciones entre el mundo militar y la civilidad, más bien entre la clase política. Los más probable es que los medios habrán dicho que Aylwin tuvo que lidiar con el Ejército y que el general Pinochet fue la contención, por así decirlo. El problema que hubo en esos años, que el gobierno cedió ante las demás de los terroristas. Cito al diputado socialista Schilling: “Alguna experiencia tengo en esto de enfrentar la violencia política de los grupos armados, y quiero decir que si en su oportunidad no se hubiesen tomado medidas como llevar adelante el Informe Rettig, hacer las leyes de reparación y levantar las limitaciones que imponía la ley de Amnistía, todo eso se habría convertido en bandera de lucha de los grupos violentista”. Esa la verdad del Informe Rettig.

    El parlamentario de la UDI, Hernán Larraín había dicho algo parecido: “No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas”.

    El problema en el gobierno de Aylwin no eran los militares, sino los terroristas. Aylwin y el resto de la clase política se bajo los pantalones, y al que no se los bajo, lo asesinaron.

    Pinochet obtuvo un 46% de los votos por el plebiscito. Así gran parte de la civilidad lo apoyaba, no así a los políticos.

    El legado nefasto de Aylwin son dos cosas: primero, la persecución hacia los militares y la consecuente crueldad que son tratados, y segundo, la violencia en La Araucanía, pues en su gobierno se dictó una ley que cualquiera persona con ascendencia mapuche puede reclamar tierras, saltándose el respeto a la propiedad privada.

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    1. Es cierto lo que dices, bajo Aylwin se inició el programa zurdo para el levantamiento castrista en la 9ª región. También bajo su administración se dio inicio al esquema de corrupción que hoy ha llegado a un punto de no retorno. Muchas otras canalladas son responsabilidad de Aylwin, pero este es un simple post que no puede agotar el tema. Gracias por tu comentario.

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  4. Cuando hablaban algunos políticos de la "transparencia" e "incorruptibilidad" de don Patricio, me acorde de los sobresueldos. que creo el mismo reconoció como una "corruptela", bajándole el perfil a una situación de por sí grave. Con él empezó el financiamiento irregular de la política y las nefasta prácticas que hoy vemos.

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    1. Otro vicio grave iniciado por Aylwin ha sido el del deterioro de la administración de justicia. A partir de él la gestión de los jueces debió ajustarse a las orientaciones políticas, cuestión que jamás ocurrió bajo el gobierno militar. Que yo sepa, Pinochet nunca desconoció ni condicionó el actuar de los jueces, como sí lo hizo Aylwin para mantener al castrismo razonablemente tranquilo. Digo razonablemente, porque igual el castrismo protagonizó crímenes terribles que hasta hoy siguen impunes. Esto último está en la génesis del actual repunte delincuencial y de inseguridad de las personas en Chile.

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