jueves, 26 de marzo de 2015

La UDI: el partido moribundo... o el partido triunfante.

En marzo del 2010 todos sabíamos que al salir la UP/DC de La Moneda se iniciaría un desfile de sus líderes por tribunales. Dada la enorme cantidad y magnitud de hechos corruptivos —razón principal por la que los chilenos los sacaron del poder— no se pensaba que ocurriera otra cosa. Ese fue el motivo por el que, sin siquiera esperar ser despedidos y ante las mismísimas cámaras de la TV, muchos empleados UP/DC en diversos ministerios prácticamente arrancaron de las oficinas llevándose los discos duros de las computadores y cajas con papeles comprometedores.

Los casos que hasta entonces habían salido a la luz pública lo fueron sólo porque se filtraron debido a conflictos internos. La opacidad era tal que por años se mantuvieron en total secreto complejas operaciones que permitieron vivir y prosperar del aparato público a grandes contingentes de la nomenclatura UP/DC, familiares, amigos y poblaciones de voto duro.

Lamentablemente, no hubo tal desfile de líderes zurdos por tribunales. Piñera prefirió invitarlos a un gobierno de unidad, mantener trabajando a muchos de los que eran parte de esas máquinas y, encima de eso, dejar abajo de la micro a los derechistas que hasta el día anterior habían sido los que le pusieron en La Moneda. Tampoco hubo siquiera el intento de neutralizar el control zurdo de los medios ni sus vinculaciones espurias con las redes para-estatales.

El resultado obvio de tan artera estrategia fue que los mismos invitados le acusaron de impericia para gobernar (que "otra cosa era con guitarra" y que ellos eran los que de verdad sabían conducir el país), despreciaron con escándalo su invitación y se entregaron con furor a la causa de hacer mierda su gobierno aprovechando la vitalidad de sus redes en el aparato estatal, para-estatal y de ONGs, además de su intocado dominio del aparato mediático.

Aunque su gestión política significó la pérdida de la continuidad a su coalición, de todas maneras, la administración de Piñera no podía sino ser infinitamente mejor a la de cualquier etapa de los 20 años pasados. Sin la gigantesca mochila corruptiva y contando con el cambio diametral de las expectativas de la gente, que aseguraba la recuperación de la actividad, las marcas que se consiguieron en el gobierno anterior alcanzaron tal nivel que Bachelet no podría ni soñar con acercarse a ellas.

Pero lo que sí puede hacer Bachelet, y lo está haciendo, es impulsar lo que Piñera omitió: la temporada de caza... pero de derechistas, empresarios y sectores contrarios al socialismo. Es obvio que la magnitud de las irregularidades que sus agentes en el SII y la fiscalía pueden hurgar no puede compararse con la cuantía de las barbaridades que hasta ahora han quedado impunes, pero ahí es donde la prensa juega un rol esencial al magnificar su gravedad todos los días, 24 horas diarias.

De lo único que Bachelet se cuida es de no tocar a Piñera (el jefe de los fiscales, designado por ella, ha declarado taxativamente: "el presidente Piñera no está siendo investigado"), sabe que puede contar con su total prescindencia en la campaña de liquidar a la UDI y, de pasada a RN (aunque como Piñera cree salir gananciosa con los escaños que eventualmente pierda la UDI):
Observando esto que pasa, creo que la operación tiene alta probabilidad de concretar el sueño dorado de la UP/DC y del piñerismo: herir de muerte a la UDI, el partido que representa de mejor manera (aunque no de LA mejor manera) la supervivencia del legado de los Chicago Boys implementado bajo el gobierno militar.

No soy militante de la UDI, pero reconozco que en cierto modo representa "our finest hour", algo que en la conciencia de muchos chilenos es el momento de gloria de lo mucho que hemos sido capaces como nación. Hay pocos ejemplos en el planeta de países subyugados por el socialismo que hayan logrado sacudírselo y recuperar terreno del modo espectacular con que Chile lo hizo.

Eso me lleva a pensar que otro fin para esta saga también es posible. Conducida con dignidad y valor ante la adversidad, la UDI podría salir fortalecida de esto y, no es broma, incrementar su capacidad de convocatoria.

Al menos yo creo tener bien claro cómo podría hacerlo para salir ganando.

6 comentarios:

  1. Para serte franco y como lo comenté en el blog de Heitai, la UDI si quiere resurgir de las cenizas, necesita una purga... una especie de "noche de cuchillos largos" y sacar del conglomerado a todo traidor a los principios que dejaron consignados nuestros fundadores.

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    1. Es es muy cierto. Hay gente dentro de la UDI que definitivamente no debería estar allí: Hernan Larraín Fernández, Andrés Chadwick, Rodolfo Carter (alcalde de La Florida)... y otros que deberían irse a casa porque ya han cumplido su ciclo... Longueira, Carmona, Novoa, y otros "coroneles" que han despojado a ese partido de toda traza épica.

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  2. Tiene que sacar, principalmente, a los piñerista más que los que están involucrados en el caso Penta. Si se trata de principios, muchos de los jóvenes diputados de ese partido que salieron electo en las parlamentarias pasadas hacen política contrariando el sello de la UDI.

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    1. El estúpido piñerismo de algunos en la UDI (como el de la miope Evelyn Matthei) puede ser el que finalmente les conduzca al matadero.

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  3. Novoa cumplió su ciclo. Los políticos jamás jubilan, sobre todo, por estos lares.

    El hecho que Longueira este de asesor del ministro de Energía, se descarta inmediatamente.

    Evelyn Matthei trabaja para la fundación de Piñera, "Chile Avanza" con Joaquín Lavín y otros.

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    1. El piñerismo de Evelyn Matthei es inexplicable. El enano le hizo sabanitas cortas cuando disputaban una silla en el Congreso (caso radio Kioto), la acusó en plena campaña de ser cómplice pasiva de la dictadura y, encima de eso, torpedeó su postulación manipulando su comando a su antojo.

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