martes, 3 de febrero de 2015

Partidos de derecha, un merecido rechazo

Según la encuesta Adimark, casi el 80% rechaza a la derecha. Aunque claramente hay algo raro —porque ese 80% definitivamente no es de izquierda— el dato no deja de ser abrumador para los que lideran los partidos políticos del sector.

Mi confianza en las encuestas chilenas es más bien relativa, pero casi entiendo que los partidos de derecha junten rechazo.

Aparte de la natural inquina de los izquierdistas, mucho menos de la mitad del país, hay gente que sin ser de izquierda se suma a ese rechazo, que creo es de naturaleza similar a la desaprobación que obtuvo Piñera a partir del segundo año de su mandato.

Y lo que le ocurrió a Piñera, como lo hemos dicho muchas veces en este blog, fue que generó anticuerpos cuando se volvió contra su propio sector haciendo suyos los cargos de la izquierda.

A la derecha le pasa algo parecido. Hay bien poco espíritu de cuerpo entre sus líderes y tal parece que las codicias personales sobrepasan con mucho la adhesión a los principios libertarios y de lucha por defender lo logrado por los Chicago Boys.

Aparte de las canalladas de Piñera y sus incondicionales (encabezados por Andrés Chadwick), es llamativa la virulencia de los ataques que formula a su sector el siempre candidato Manuel José Ossandón y los que han hecho de la defensa de su silla en el Congreso el principal objetivo de su actuar: Lily Perez y su banda de "Amplitud", Antonio Horvath y otros. A este ramillete se suman los que no dudan en formar filas con los del frente para la defensa de cuestiones que van en contra de los principios supuestamente inclaudicables: el aumento de impuestos, el gigantismo estatal, el reparto de beneficios con fines de cohecho (vean nada más la cantidad de "derechistas" que aprobaron pasarle un millón de pesos a cada funcionario público en Atacama).

Ciertamente, la hegemonía personal, la codicia, el oportunismo, la debilidad de principios o la pusilanimidad para su defensa, no tienen nada de seductor aún para los más incondicionales seguidores.

Esto explica el rechazo que registra esta encuesta para los partidos que supuestamente representan a la derecha.

¿Y qué expectativas hay de que se logre superar estas taras?

La verdad, veo muy pocas.

Una característica transversal de los que se meten en política es que han llegado a convencerse de ser en extremo brillantes y capaces. No aceptan sugerencias, críticas constructivas ni el aporte de ideas de nadie que no esté en la trenza. Vean nada más la cantidad de veces en que, con gran anticipación, he registrado en este blog lo amenazante del futuro si no se enmendaba la plana y se volvía a los principios, a recoger las banderas tiradas en el camino, a darle la capital importancia que tiene la épica en la convocatoria a la ciudadanía.

Quienes representan a los millones de chilenos defensores de la libertad, del respeto a la dignidad individual, del derecho a labrarse un futuro sin la engañosa ayuda estatal, etc. han terminado encerrados en sus sedes políticas sacando cuentas electorales y cometiendo los errores que listé arriba.

¡Cómo no rechazarlos!

2 comentarios:

  1. En la UP había lideres, aun cuando el partido de derecha que los representaba pesaba menos que paquete de cabritas.

    Describes bien la egolatría y megalomanía de los actuales lideres de la derecha. Longuiera se creía un genio de politica, cuando el segundo aliancista bachelista. Otro que se cree genio es el oportunista de Allamand,Ni siquiera aprenden de un país como USA, donde los políticos de derecha valorizan el aporte de los comunues. Nuestros representantes se creen más inteligentes que nosotros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es muy cierto lo que dices. Sobre los dirigentes de derecha pesa esta gravísima responsabilidad.

      Eliminar

Tu opinión enriquece nuestro trabajo. Gracias por comentar.