Carlos Peña, el izquierdista rector de la Universidad Diego Portales que llegó al cargo luego de complotar para sacar a su antecesor derechista, mantiene una columna en El Mercurio que antes he descrito como engañosa. El profesor Peña suele componerla ensartando referencias a tratadistas para disfrazar su opinión personal como una equilibrada y objetiva clase magistral.
En ese post denuncié a Peña y su columna en el diario como la de un simple combatiente de trinchera del progresismo (la forma edulcorada del socialismo), cargo muy fácil de probar y que últimamente se ha hecho patente en el clinch que por estos días mantiene con el ex-castrista y escritor Roberto Ampuero.
Ampuero criticó al gobierno y a la Presidente. Denunció la gestión como totalitaria y a la titular como fanática de las ideas que él mismo y otros desencantados abandonaron hace años. Peña le respondió que su discurso fue de una subjetividad que le restaba toda consistencia. Ampuero le refutó ayer que ser subjetivo no despoja a una opinión de valor, dándole varios ejemplos de zurdos que impensadamente compartían su diagnóstico. Hoy Peña vuelve a la carga, presentando a Ampuero como quejumbroso y reexplicando su crítica previa como que su discurso carecía de toda objetividad.
Imagino que Ampuero preparará otra respuesta, a nadie le gusta que lo descalifiquen llamándolo ofuscado y amargado (palabras de Peña).
Espero que esta vez Ampuero le cante cuatro claras a Peña acogiendo (en la parte que le sea útil) los cargos que yo mismo le he formulado en este blog. El sujeto vende la pomada de objetividad con tono academicista, pero —por más que la disfrace con citas ilustres— su visión es tanto o más subjetiva que la de Ampuero.
Ciertamente, es un prodigio de subjetividad calificar la omisión de Bachelet para rechazar la dictadura comunista de la RDA, con ocasión del aniversario de la caída del muro de Berlín, como "pudor". La postura de Bachelet es clara e irrefutablemente SIMPATIZANTE de la causa de los dictadores de la Alemania Oriental, lo prueba no sólo su omisión para condenarles sino la estrecha amistad que mantiene con sus seguidores y, lo peor, la compartida visión totalitaria que impulsa su intento de arrastrar a Chile al esquema totalitario que conduce a ese modelo.
Dudo mucho que Peña vaya a encontrar alguna referencia académica que refute este hecho y, si tiene algo de honestidad intelectual, debería admitir que ve con simpatía la postura de Bachelet simplemente porque él mismo comparte su ideario.
Peña lleva demasiado tiempo vendiendo la falsa pomada de academicismo y sería hora que alguien le pusiera el cascabel zurdo a este gato.
Peña es una pluma pagada. es un "zurdocarroña light" que pretende ser 0% grasa pero en realidad, es grasosamente zurdo. es de objetividad nula, un inutil y mediocre que solo se vale de la mentira, la denostacion y el chaqueteo, puteandole la pega a quien es mucho más capaz.
ResponderEliminarCiertamente, haber llegado donde está del modo cómo lo hizo no es nada para vanagloriarse.
EliminarEl negocio de Peña es ser relativista menos con sus dogmas.
ResponderEliminarSegún contaba Francisco Salinas en su blog 'Revista Júpiter', Peña en un principio era pro UDI y como no lo tomaron en cuenta, se ha lanzado contra todo lo que sea de Derecha y el Gobierno Militar, mientras blanquea a la Unidad Popular y a los terrorista.
Peña es lo mismo que el Museo de la Memoria, el Informe Rettig y el Informe Valech. Ni siquiera es liberal.
No sabía de ese pugilato entre Ampuero y Peña. Tanto Ampuero como Mauricio Rojas siguen anclados en la Izquierda, cuando hablan de los derechos humanos. Les queda el rencor del otro lado. El único que no tiene rencor es el profesor Víctor Farías, que no se anda víctimizando a diferencia de los otros dos.
No sabía que el Prof. Farías hubiera sido de izquierda. Me documentaré.
EliminarEra de Mapu y colega del diputado Rodrigo González.
ResponderEliminarNo tuvo buen comienzo, pero aparentemente vio la luz.
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ResponderEliminarVio la luz, cuando supo que Allende era antisemita, entre otras cosas, con su tesis para optar médico. Lo que propone en su tesis es lo que hicieron los nazis con los judíos, enfermos mentales y gitanos.
ResponderEliminarY poco a poco, la figura del presidente marxista se fue para abajo. Acuérdate del intercambio epistolar entre Farías y Squella que tú subista. Además, Farías edito todos los documentos de la UP, que he escuchado que son completos. Y que creo que los vende el CEP o el Instituto Libertad y Desarrollo. Son tres tomos.
En vez de venderlos deberían distribuirlos gratuitamente. Nosotros no cobramos por documentarnos para componer nuestros posts
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