Muchos otros han opinado pésimo del ministro, que para las enormes mayorías no encaja para nada con el perfil que se espera de alguien que ejerza ese cargo.
Pero las críticas más devastadoras las escuchamos del ideólogo del régimen, el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña.
Peña, quien además es columnista dominical de El Mercurio, ha reservado las expresiones más descalificadores que hemos oído para un ministro de sus filas.
El rector deja por el suelo la capacidad de Eyzaguirre para diseñar las propuestas de su cartera, para atraer la voluntad de sus camaradas en el apoyo de ellas y para convencer a la ciudadanía de la bondad de las mismas.
Vean:
Peña aclara que lo que el gobierno denuncia como "cosa mala" que hay que eliminar, corresponde a aspiraciones legítimas de millones de chilenos que ya se acostumbraron a tomar la rienda de sus vidas en muchos aspectos que antes dependían del favor de los políticos o funcionarios con los que uno entrara en la trenza. La verdad, no dice esto con el detalle que lo pongo yo, pero se refiere claramente a que "bajar de los patines" a quienes se sienten felices de tenerlos no es para nada una buena idea.
Respecto del objetivo para arrasar con estas aspiraciones y reemplazarlas por un estado benefactor (cuyos agentes son siempre los más beneficiados), Peña dice muy poca cosa, pero las digo yo: esta pretensión busca hacerse del control total de la educación en Chile y acarrear el agua para los molinos UP/DC explotando los cientos de miles de puestos y activos entre sus incondicionales.
Con todo, pese a la gravedad de los cargos de Pérez Yoma, el vocero de La Moneda, Álvaro Elizalde, no hizo acuse de recibo de las críticas del ideólogo Peña y salió con un tímido llamado a "cuidar el lenguaje y actuar con la mayor seriedad en todos los sectores de la Nueva Mayoría". Todo ello mientras la presidenta elude la respuesta a la pregunta sobre este hecho.
Este momento de debilidad está siendo pobremente aprovechado por los que se supone son los líderes de la derecha, que apenas van reaccionando caso a caso y no son capaces de levantar consignas ni ideas-fuerza que hagan que la gente se alinee con ellos.
Creo que Piñera hizo en trabajo endemoniadamente efectivo para amarrar a la derecha de pies y manos. Hasta el mismo Peña teme que, aprovechando la hecatome que él mismo originó, retorne en gloria y majestad a La Moneda.
Tal parece que fuéramos cabeza gacha y resignados retrocediendo a tomar nuestro tradicional puesto mediocre a la cola de Latinoamérica.
Penoso.
LLama la atencion la virulencia del ataque de Carlos Peña. No solo a Eyzaguirre, sino al Bachelet y Peñaylillo. Sus comentarios le identificaban con una izquierda liberal. Pero algo le ha pasado y ahora cambia de opinion, porque nada en lo que ha vendio escribiendo nos prepara para esto.
ResponderEliminarCierto, uno se sorprende de las gruesas descalificaciones de Peña. No sólo de Eyzaguirre sino de la mismísima Bachelet.
EliminarMi teoría es que Peña cuida, por encima de todo, su propio prestigio como académico y rehuye verse arrastrado a posiciones indefendibles.