El gobierno de los miserables

"Ustedes son el resto miserable de lo que fue ya superado" les espetó el cantautor Wolf Biermann anteayer en su cara a los diputados izquierdistas del parlamento. La bancada, llamada "post comunista" en Alemania, representa en ese país a los compañeros de ruta de la ex-violentista Claudia que hoy funge como Presidenta de la República y "dirige" la nación junto con la coalición más corrupta, demagógica y totalitaria de Chile, para eterna vergüenza de los nacionales.

Aparte de tratar de pasar como cancheros, los aludidos no se atrevieron a ensayar defensa alguna, seguramente por lo encima que estaban de un nuevo aniversario del desplome del muro que impedía salir de la infame RDA. Pero, lejos de mostrarse cautos, sus compañeros chilenos exhiben un descaro que raya en la insanía.

Hoy mencionan el "muro" USA/México y el de Israel con las áreas de dominio palestino como si fueran comparables con los cercos que transforman a los países en cárceles. A Chile querían entrar por todos lados, para sabotear el gobierno militar, pero todo chileno tuvo plena libertad de abandonar el país en cualquier momento, sin cortapisas ni inconvenientes de ningún tipo.

Cuando el socialismo logra instalarse con la suma del poder, huir del país se transforma en "traición". Y en Chile estamos, de nuevo, en la primera fase, la de constituir la suma del poder.

Las reformas que la UP/DC gusta de presentar como si fueran exigidas por las grandes mayorías (falsedad probada en todas las encuestas) son, en realidad, movidas para consolidar la suma del poder de esa coalición.

Lo primero, por supuesto, es echar mano de la bolsa. La reforma tributaria busca canalizar los flujos financieros de manos de los "privados" a las manos de la nomenclatura. Y este objetivo se vuelve evidente porque va acompañado de un verdadero estallido de sanciones pecuniarias para muchas empresas y del mantenimiento de ingresos tan ilegítimos como el del Sepco, que deja en las falquitreras del régimen el sobreprecio del petróleo. Junto con ello, el régimen ha "limpiado" la administración de ejecutivos y profesionales no afectos, colocando a amigos, parientes y "compañeros" con sueldos obscenamente altos.

Luego se sigue con el control centralizado de los presupuestos y de las plantillas profesionales en salud y educación, torpedeando y dificultando la actividad de los agentes independientes hasta corretearlos. El asunto que se presenta como "reforma educacional" no tiene ningún otro objetivo que no sea éste. Lo accionado en salud no se ha presentado como "reforma" pero tiene el mismo talante: hacerse de la bolsa y del control político de todo, correteando a los "privados", sean estos Isapres o clínicas y hospitales independientes.

En el plano político, se persigue que la composición del congreso quede estructuralmente bajo su control con la complicidad de los elementos más deshonestos de nuestra política (leer este artículo) y cambiar la constitución política a su amaño.

Aunque no consiguieran todo, los compañeros de ruta del "resto miserable de lo que fue ya superado" en Alemania van camino ya de conseguirlo.

Cuando lo hagan vendrá el momento de ocuparse de construir el muro que todo régimen socialista necesita desesperadamente para que la población no escape del país.

Obviamente, este gobierno no tiene la menor intención de saludar el colapso del muro socialista de la RDA, que tanto Bachelet como su madre y lo peor de la coalición gobiernista, jamás han condenado. Este es, claramente, el gobierno del resto miserable que dejó la dictadura castrista de Allende y que el cantautor alemán señala atinadamente como la escoria de la sociedad.