El cuestionamiento peruano de la frontera marítima es una de las mil ridiculeces que cada tanto se levanta en contra de Chile, esta vez con discreto éxito porque lo hicieron contra un gobierno de izquierda.
Como ya todos sabemos, la izquierda hace pésima custodia de nuestro territorio e intereses, Aylwin perdió Laguna del Desierto casi sin presentar oposición y bajo el gobierno militar hicieron todo cuanto pudieron por atarnos de manos frente a la codicia de nuestros vecinos: la enmienda Kennedy casi consiguió hacernos perder las islas del atlántico sur.
Ahora que La Haya falló confirmando que había un acuerdo vigente para la partición del mar, el asunto pudo haberse reducido al mero trámite de hacer un nuevo tratado que consignara lo fallado, pero el tribunal se puso creativo y sin base jurídica le asignó a Perú una punta de nuestra zona de explotación exclusiva (que no es lo mismo que mar soberano).
Tengo entendido que la actividad pesquera es escasa en la zona que estúpidamente La Haya concede a Perú, pero por poca que sea, ese país invertirá grandes recursos en patrullar la zona por si sorprende alguna embarcación chilena y aplicarle las penas del infierno como desquite por las muchas capturas que ha hecho nuestra autoridad marítima de pesqueros peruanos que han cruzado el paralelo limítrofe.
Aparte de eso, el tribunal no hizo sino abrir una caja de Pandora porque la legislación peruana reclama para ese país el dominio soberano del mar hasta las 200 millas, por lo que para Chile sería aún más estúpido firmar cualquier acuerdo sobre esa base y precarizar nuestras rutas marítimas haciéndolas tributarias del dominio peruano.
Intrigado por esta nueva pretensión, Hermógenes Pérez de Arce plantea la idea de caminar 10 kilómetros desde el extremo norte del puente sobre el río Lluta para verificar la ubicación exacta del hito 1, que da inicio hacia el poniente de la línea de la concordia, como se le llamó a la frontera en el tratado respectivo:
Santiago, 28 de abril de 1930.
HITO CONCORDIA.- Punto inicial, en la costa, de la línea fronteriza.
Para fijar este punto: Se medirán 10 Km desde el primer puente del ferrocarril de Arica a la Paz sobre el río Lluta, en la dirección hacia el norte. En la Pampa de Escritos, y se trazará, hacia el poniente, un arco de diez kilómetros de radio, cuyo centro estará en el indicado puente y que vaya a interceptar la orilla del mar, de modo que cualquier punto del arco, diste 10 kilómetros del referido puente del ferrocarril de Arica a la Paz sobre el río Lluta. Este punto de intersección del arco trazado, con la orilla del mar, será el inicial de la línea divisoria entre Chile y el Perú. Se colocará un hito en cualquier punto del arco, lo más próximo al mar posible, donde quede a cubierto de ser destruido por las aguas del océano
Pero no es para nada necesario pegarse esa caminata. Hice el ejercicio de medir ese punto preciso en Google Earth, que es una aplicación espectacularmente exacta sin darse el trabajo del solazo que propone Hermógenes y adivinen qué: el punto donde debiera estar el Hito 1 se encuentra 1100 metros al norte de su actual ubicación. Hagan el ejercicio ustedes mismos en Google Earth y comprobarán esto:
Haz clic sobre la imagen para verla a tamaño real en otra pestaña |
Si esta vez no hay error, debe corregirse la ubicación del Hito 1 y erigirlo en el paralelo 18º20'39,36"S, en el borde mismo de la playa, con lo cual desaparece toda posibilidad para Perú de estar reclamando centímetros de continente.
Estas cuestiones, tan elementales, son las que me hacen despotricar contra nuestras autoridades. No sé si es flojera o falta de criterio, pero a estas alturas lo que corresponde hacer es simplemente tomar el toro por las astas y despachar gente experta a hacer todas las mediciones que corresponda, tanto en tierra como en el mar.
Junto con ello debemos declarar que desconocemos cualquier trazado limítrofe que no esté debidamente suscrito en un documento firmado protocolariamente por ambas partes, porque es estúpido pensar que el fallo de La Haya reemplace un tratado donde ambas partes consignan cada detalle del asunto de modo de precaver debidamente los intereses que los viejujos del tribunal internacional están lejos de llegar a entender.
Y, por cierto, lo primero de lo primero es denunciar el Pacto de Bogotá y cualquier tribunal o acuerdo internacional que enerve la eficacia de nuestros tratados. Para un país soberano no hay otra fuente de derecho que no sea aquella a la que se ha obligado libre y espontáneamente.
ResponderEliminarEl eminente pensador George Steiner comenta que la diferencia entre lo humanista y lo científico es que mientras lo primero nunca es concreto y en general es difuso y se presta a interpretaciones, lo segundo es concreto y preciso, no existiendo espacios para fabricar realidades diversas. Es decir, y en buen lenguaje castizo, no se puede pasar gato por liebre.
Con el paso de los días va quedando en evidencia que el Fallo de La Haya está siendo entendido de manera disímil por ambas partes. Su implementación será trabajosa y hay un pequeño triangulo de tierra que está sujeto a dos interpretaciones distintas.
En el caso de Chile, y si nos atenemos a declaraciones a lo largo del proceso, siempre se tuvo una percepción errada de la naturaleza del fallo que se iba a obtener. Siempre se negó la posibilidad de lo “salomónico” y de lo “equitativo”. Y hete aquí la sorpresa con la cual nos hemos encontrado: justamente el fallo es ambas cosas.
Es claro que no existió la sintonía fina y la empatía que deben referenciarse cuando se delinean las estrategias de los diferendos internacionales. ¿Quizás se menospreciaron los títulos del Perú? O Bien, ¿no se entendieron bien las razones que llevaron al Perú hasta la Corte?
Además, existen los factores históricos de una relación que ha conocido muchos altibajos, y que evidentemente permean cualquier proceso jurídico bilateral, los cuales deben siempre sopesarse en forma precisa.
Evidentemente la sorpresa del Fallo indica que no se razono lo suficiente y no se quiso, o no se pudo entender los impulsos de la otra parte. El Derecho Internacional se encuentra en permanente evolución y refinamiento. Cada sentencia sienta jurisprudencia; de allí lo incompresible de la lectura equivocada del fallo anterior de la CIJ, en el caso Colombia-Nicaragua, donde también primo el criterio equitativo y salomónico, por sobre lo tradicionalmente establecido en este ámbito. Los Fallos evidencian un “moralismo creativo” de los jueces, que es muy difícil de anticipar ante cualquier escenario.
Paralelamente, se han alzado voces chilenas (y también de otras nacionalidades) que han criticado diversos aspectos de la estrategia diplomática chilena. De una revisión somera en hemerotecas, nos encontramos con que estas voces fueron persistentes en un arco de tiempo. Y si bien sus conclusiones ahora son totalmente explicativas del resultado “negativo” para Chile, también lo fueron en su momento, muchos meses y años atrás. Que fue lo que pasó en este caso: porque no se prestó atención a estas voces de “minoría” que fueron las que tuvieron, al final de cuentas toda la razón en este diferendo.
Como simple observador, se tiene la impresión que la acción diplomática de Chile ha sido reactiva, y que se ha ido acomodando el accionar ante los requerimientos del Perú. Al ser reactiva, solo se puede aspirar a administrar las consecuencias de un conflicto o las proyecciones de una relación. Justamente lo contrario al propósito declarado de “construir en conjunto” un proyecto común.
Por último, recordemos que después de Perú, Chile debe enfrentar el problema de Bolivia. Ya no es posible suponer que La Haya será fuente de una solución satisfactoria: será menester, esta vez sí, de hacer un esfuerzo creativo y conjunto para resolver este delicado asunto, analizando exhaustivamente el contexto histórico del diferendo, negociaciones anteriores bilaterales y todos los posibles escenarios y alternativas existentes, antes de resolver, proponer y negociar cualquier solución a la demanda que tenemos en carpeta.
Otra cosa: fijandome bien en el mapa, el hito 1 queda muy cerca del Aeropuerto, y el triangulo que se reclama aun mas. Es decir, ante cualquier "evento" se lo toman....
ResponderEliminarAsdrubal, el triángulo que reclaman los cholos es uno minúsculo que no tiene significación alguna comparado con el terreno que según el tratado nos corresponde, contando 10km al N del puente sobre el río Lluta y que ahora figura en el lado peruano de la línea fronteriza dibujada.
EliminarMuy cierto, los 10 km medidos desde el puente del río Lluta, llegan 1 Km más al norte del actual Hito 1, es notable que nuestros expertos no lo hayan notado y nuestros políticos no hayan empleado este argumento
EliminarEsto partió luego de haber leído este artículo de Hermógenes Pérez de Arce, que jocosamente propone a Obama hacer la medición a pie.
Eliminarel arreglo propuesto por el Papa con Argentina, ¿cuantos miles o millones de kilometros cuadrados significaron para el pretendido territorio chileno segun el autor de esta cronica?
ResponderEliminarCiro
ResponderEliminarHabía descubierto este asunto que señalas de la distancia entre el puente ferroviario hacia el Hito 1, casi paralelamente contigo, de hecho, un día antes que tú, había posteado en otra entrada del Blog de Hermógenes sobre el mismo tema, señalándolo.
En todo caso, vuelvo a revisar las distancias y me da exactamente lo mismo que antes había medido ... tomando como punto de partida el puente ferroviario (que es el que se aplicó en las mediciones cuando se demarco la frontera en terreno), y desde el centro de dicho puente hacia el Hito 1, hay una distancia de app 9.645 metros, vale decir la diferencia errónea y a favor de Perú, sería de más m menos 35 a 40 metros ... y como eso se repite a lo largo del arco, se produciría toda una franja de terreno que debiera ser chileno y que está bajo la soberanía de ellos.
¡Ahora bien! ... ¿por qué la diferencia entre lo que tú mides y lo que yo mido? … pues porque tú estás midiendo hasta el puente vehicular y peatonal que está más cerca de la costa, ¿verdad? … ¡sin embargo!, lo correcto es tomar el puente ferroviario amigo. De ahí que en mi caso el error que verifico no es tan grande como el que tú obtienes.
¡Como sea!, el hecho es que hay una diferencia territorial a favor de Perú, no de mucha monta, ¡pero la hay! … ¿por qué se habrá producido?, asumo que porque a la fecha en que se hicieron las demarcaciones, 1930, las tecnologías y los instrumentales de medición eran bastante más imprecisos que los actuales, nada más.
Equivocarse en esos tiempos era muy posible, de hecho yo por mi profesión trabajo mucho con planos y con mediciones de distancias y superficies, tanto en terreno como en oficina, y muchas veces al revisar levantamientos antiguos, con tecnologías actuales, encuentro errores de este tipo y a todo nivel … en todo caso, equivocarse por unos 30 a 40 metros es muy posible y sin maledicencia alguna entre los involucrados, pero equivocarse por más de 1.000 metros, no sería posible en forma alguna y ninguna de las partes lo habría aceptado, ¿no crees?.
Cordiales saludos
Ciro
ResponderEliminarPor otro lado te comento otro tema que sin duda vas a encontrar interesante.
Ayer estuve buscando más antecedentes al respecto del tema, porque me gusta debatir con bases y evitar los errores míos, si estoy equivocado, o corregir los de otros si los descubro.
Uno de los temas que me interesa es cual es en definitiva el famoso “punto Concordia” … que los peruanos alegan estaría en la “orilla del mar” y que yo pensaba debía ser el Hito 1.
¡¡Pues bien!! … puedo decirte que en este aspecto que a la luz de nuevos antecedentes históricos que he ubicado, pareciera que tanto los peruanos como yo estamos equivocados … el punto Concordia no es ni un supuesto punto en el borde del agua del mar, como sostiene el Gobierno del Perú y muchos peruanos creen, ni tampoco es el Hito 1 como creía yo, sino que es y aunque parezca increíble … ¡¡¡el Hito 9!!!, ubicado casi 7 kilómetros al interior desde el Hito 1.
Si no me crees, revisa este documento histórico, el Acta de Lima del 5 de Agosto de 1930, dónde los embajadores de Chile y Perú firmaron el resumen de la demarcación en terreno de la frontera, documento que está en el propio Congreso Peruano: http://www.congreso.gob.pe/comisiones/2008/seguimiento-demandaperuana/documentos/ActaLima5agosto1930.pdf
Mira allí la identificación del Hito 9 y podrás verificar que se le denomina “Concordia” … ¿y sabes por qué?, pues porque las partes, al demarcar en terreno los puntos de la frontera según el Tratado de 1929, interpretaron literalmente lo que señalaba este, cito del Artículo 2 del Tratado la parte que interesa a este efecto, donde dice: “la frontera entre los territorios de Chile y el Perú, partirá de un punto de la costa que se denominará "Concordia", distante diez kilómetros al norte del puente del Río Lluta” … es decir, como ahí dice 10 km al norte del puente sobre el Lluta, el Hito 9, en la posición 18°18’50,5’’, ubicada directamente al Norte del puente, es el Hito Concordia. Es más, el Hito 9 tiene grabado en relieve el nombre “Concordia”, además de los nombres de los Presidentes Peruano y Chileno al momento de la demarcación.
De lo anterior se concluye claramente que … ¡¡¡no puede existir otro “punto Concordia” ubicado en la “orilla del mar”!!!.
Habiendo aclarado este hecho a mi parecer irrefutable a la luz de los documentos históricos, queda para mí muy claro que los delegados chilenos y peruanos de las respectivas comisiones demarcadoras, interpretaron el Tratado de 1929 en su literalidad y, por tanto, consideraron que el tramo de tierra denominado “costa” incluía el terreno por lo menos hasta este punto dónde instalaron el Hito 9 o Concordia, pues así lo dice la letra del Tratado.
¡Ahora bien!, de esto se define que el Tratado demarcaba claramente desde ahí hacia el Oriente, pero no era tan claro desde ahí hacia el Poniente y por ello las comisiones comenzaron a trabajar a partir de definiciones que establecieron en ese momento.
Ahí y no del Tratado mismo, recién surge el tema del arco de círculo con base en el puente ferroviario del Lluta y 10 km de radio, desde el Hito 9 hasta la “orilla del mar”, como asimismo decidieron colocar el Hito 1 en un punto de ¡¡¡la costa!!!, dónde el agua no lo pudiera destruir.
Esto podría darles cierta razón a los peruanos, en el sentido que el triángulo les pudiera pertenecer … sin embargo, la tesis chilena que pone dicho triángulo como territorio nuestro, puede considerarse igualmente válida.
En resumen y finalmente … creo que lo mejor es sencillamente llevar el asunto ante el Arbitro y así zanjar la cuestión.
Cordiales saludos
Sabes que está hiper interesante lo que informas. Trataré de ubicar el puente ferroviario y reharé las mediciones, seguramente para otro artículo o para un adendum a este, corrigiéndolo.
EliminarEn cuanto a lo del Hito válido, tu documentación aclara mucho las cosas. Revisaré eso también.
Muchas gracias por tu aporte.
Ciro
EliminarEl puente ferroviario está a 2268 mts al Nororiente, del puente caminero desde el que tú mediste y a 824 mts al Surponiente del otro puente en la actual Panamericana Norte o Ruta 5 ... este último puente está poquito más al Sur de una rotonda sobre la carretera. En todo caso, acercándo la visión y siguiendo por el cauce del Lluta, debieras ubicarlo sin problemas.
Espero que con estas referencias te sea más fácil ubicarlo en en Google Earth.
Cordiales saludos
Cristian, ubiqué el puente e hice las mediciones. Los 10 Km en línea recta desde ahí hacia el N coinciden exactamente con linea fronteriza demarcada. Pero los 10 Km NW desde ese mismo punto terminan 400 m más al N que la actual ubicación del hito 1, por más que la línea se lleve hasta tocar el borde marino. ¿Puedes verificar eso?
EliminarCiro
Eliminar¡Efectivamente! ... por el Norte no hay problema y el límite está casi justo a los 10 km, en la posición del Hito 9 o "Concordia" según el Tratado de 1929 y el acta de 1930.
Por la costa, si tomamos los 10 km que debieran ser y hasta llegar a la "orilla del mar" como desean los peruanos que sea, el punto cae unos 400 mts más allá de la actual frontera, en el Hito 1.
Ahora y si mides desde el puente ferroviario hasta el Hito 1, te van a dar los 9645 mts que yo te decía ... claro que ahora me doy cuenta que yo también tengo un error, pues la diferencia con los 10 km no son de 35 a 40 mts como expuse antes, sino que de 350 a 400 mts.
Como sea, metros más o metros menos, pareciera existir una clara diferencia errónea a favor del Perú.
Ahora bien, pasados tantos años, dudo mucho que alguien vaya a proponer o aceptar el corregir el límite ahora ... pero si podría ser un antecedente válido a esgrimir, para lograr que cesen de una vez por todas las pretensiones de territorio con "costa seca" y que mantengamos el status quo en la zona sin más conflictos y apostando por una integración en paz a futuro ... ¡si fuera posible!.
Ahora, si alguien en Perú o en Chile insiste en alegar por la propiedad de ese "triángulo" famoso ... yo creo que lo mejor es ir al Arbitro con todos los antecedentes y zanjar el asunto.
Cordiales saludos nuevamente
Cordiales saludos
Estoy muy de acuerdo en que a la medición más exacta del punto fronterizo en el borde del mar los peruanos debería responder abandonando cualquier pretensión de terreno en esa área.
EliminarComo no creo que lo hagan, te doy toda la razón y creo que habría que pasar a un árbitro.
Lo malo es que dudo que nuestras autoridades tengan la viveza o acuciosidad para llevar este asunto como es debido.
Gracias por tu apoyo. Un abrazo, amigo
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ResponderEliminarCiro
ResponderEliminar¡Bien! ... siempre lo he dicho, cuando estoy en un error y si me lo demuestran con fundamentos, estaré dispuesto a corregirlo y rectificar.
Compartiendo opiniones con un amigo peruano, Don José Ruiz, a quien conocí gracias al blog de El Mercurio, he podido dilucidar finalmente el aparente problema de la distancia entre el puente ferroviario sobre el Lluta y los hitos de la frontera sobre el arco de círculo … y la verdad es que, ¡¡no hay tal problema!! … ergo, las distancias de 10 km están en su lugar y los márgenes de error se adecúan a lo que las comisiones establecieron en las actas.
Lo que ocurre es que, por desconocer la situación de la zona (no he estado nunca ahí), confundí el puente ferroviario de la línea Arica-Tacna (ubicado al Poniente de la Ruta 5 Norte), que fue desde donde medí, con el puente ferroviario de la línea Arica-La Paz (ubicado a casi 180 mts. al Oriente de la Ruta 5 Norte), que es desde donde correspondía medir.
Luego de ubicar ese puente y hechas las mediciones, queda descartada la idea de un posible error en la ubicación de la frontera.
Agradezco a Don José Ruiz, su aclaración en tal sentido.
Cordiales saludos