Sebastián Piñera no esconde las ganas de volver a ser presidente de Chile. Su ambición no le permite otra cosa que ser Presidente. Esto no tendría nada de malo, si además de querer ser presidente de Chile, Piñera tuviese vocación por gobernar, lo que es muy distinto a ser mandatario.
Gobernar implica muchos costos y pocos beneficios, y ser presidente es pura ganancia. Por ejemplo, durante el paro ilegal de trabajadores portuarios, el presidente Piñera se negó a aplicar la ley, porque aplicar la ley tiene costos de imagen y muy pocos beneficios. Entonces, Piñera traspasó el costo a las víctimas del paro ilegal: Un millón y medio de pesos a cada portuario; impunidad total, y, “el gobierno va a compensar pecuniariamente a cada huelguista ilegal por media hora de colación diaria que no le otorgaron (ni tenían legalmente que darle) entre 2005 y 2014, lo que representará un millonario desembolso fiscal, pues en muchos casos alcanzará hasta cuatro millones de pesos por persona”, escribió en su blog Hermógenes Pérez de Arce, el mayor crítico de Sebastián Piñera.
Este tipo de actitudes del no-gobierno de Piñera ya no sorprenden a casi nadie. Seguramente porque su credibilidad tocó fondo cuando este desautorizó ante todo el país al ex ministro de educación, Felipe Bulnes el año 2011. Bulnes sufrió la toma de su ministerio, luego un grupo de indignados se tomó el congreso mientras él participaba en una comisión mixta de educación. Cuando la opinión pública rechazó los métodos de los “estudiantes”, Sebastián Piñera avaló sus prácticas violentas invitándolos a negociar a la Moneda. Se repite la historia, Piñera traspasa los costos a un tercero, en este caso, Felipe Bulnes.
El columnista Ascanio Cavallo diagnostica que el declive del gobierno de Piñera comienza con “el paro de Punta Arenas frente al alza del gas, donde el gobierno empezó negando y terminó cediendo todo”. Lo más relevante de este acontecimiento, es que además de ceder a las demandas por subsidios, el gobierno convirtió esta perdida neta para el país, en un logro de Piñera. Lo mismo ocurrió en Aysén, donde se envían fuerzas especiales desde Santiago, se aplica la ley de seguridad interior del Estado a 22 violentistas, y en cosa de días se revierte todo; el gobierno cede a todas las demandas y retira las querellas. Pérdida neta para Chile, pero un “logro” para el no-legado de Piñera; “El Presidente de la República, Sebastián Piñera” dice el sitio web del Fosis, “anunció que 20.000 familias de la Región de Aysén serán beneficiadas con el Bono Leña 2013, un subsidio para calefacción de $100.000 destinado a las familias más vulnerables de la región”.
Es muy grave que un Presidente intente convertir su falta de autoridad y liderazgo en pequeños triunfos políticos con altos costos para el país que él mismo preside, porque, mientras él intenta subir uno o dos puntos en la encuesta Adimark, los grupos de presión traducen su accionar en incentivos para usar la fuerza. A los grupos de presión no les interesa la aprobación del presidente, pero si ven que éste reduce todas sus decisiones a las encuestas y titulares en los diarios, es imposible que estos grupos no tomen ventaja de su debilidad, o como dicen los apologistas, “sus logros”.
Este tipo de actitudes del no-gobierno de Piñera ya no sorprenden a casi nadie. Seguramente porque su credibilidad tocó fondo cuando este desautorizó ante todo el país al ex ministro de educación, Felipe Bulnes el año 2011. Bulnes sufrió la toma de su ministerio, luego un grupo de indignados se tomó el congreso mientras él participaba en una comisión mixta de educación. Cuando la opinión pública rechazó los métodos de los “estudiantes”, Sebastián Piñera avaló sus prácticas violentas invitándolos a negociar a la Moneda. Se repite la historia, Piñera traspasa los costos a un tercero, en este caso, Felipe Bulnes.
El columnista Ascanio Cavallo diagnostica que el declive del gobierno de Piñera comienza con “el paro de Punta Arenas frente al alza del gas, donde el gobierno empezó negando y terminó cediendo todo”. Lo más relevante de este acontecimiento, es que además de ceder a las demandas por subsidios, el gobierno convirtió esta perdida neta para el país, en un logro de Piñera. Lo mismo ocurrió en Aysén, donde se envían fuerzas especiales desde Santiago, se aplica la ley de seguridad interior del Estado a 22 violentistas, y en cosa de días se revierte todo; el gobierno cede a todas las demandas y retira las querellas. Pérdida neta para Chile, pero un “logro” para el no-legado de Piñera; “El Presidente de la República, Sebastián Piñera” dice el sitio web del Fosis, “anunció que 20.000 familias de la Región de Aysén serán beneficiadas con el Bono Leña 2013, un subsidio para calefacción de $100.000 destinado a las familias más vulnerables de la región”.
Es muy grave que un Presidente intente convertir su falta de autoridad y liderazgo en pequeños triunfos políticos con altos costos para el país que él mismo preside, porque, mientras él intenta subir uno o dos puntos en la encuesta Adimark, los grupos de presión traducen su accionar en incentivos para usar la fuerza. A los grupos de presión no les interesa la aprobación del presidente, pero si ven que éste reduce todas sus decisiones a las encuestas y titulares en los diarios, es imposible que estos grupos no tomen ventaja de su debilidad, o como dicen los apologistas, “sus logros”.
En realidad, Piñera también desautorizó a Joaquín Lavín, a Rodrigo Álvarez y a todo aquel que quiso hacer lo que había que hacer, aunque fuera en aparente desmedro de la imagen del gobierno.
ResponderEliminarY lo peor es que fue esa falta de autoridad la que fue en desmedro del gobierno, que llegó a perder el apoyo de sus propios partidarios.
Si el gobierno hubiera sido más firme en contener el ataque concertado desde la calle y en sacar al pizarrón a los corruptos que ahora vuelven totalmente impunes a seguir con sus vicios, habría tenido mucha más popularidad… y de la legítima.
Gracias don Ciro!
ResponderEliminarNo hay de qué, RJ. Y tampoco sé de qué :)
EliminarCreo que hay quie profundizar el tema de La Haya. Chile perdio lo que perdio, por la impericia absoluta de quienes llevaron el tema, y ahora Peru se chanto con el tema del triangulo. No es un tema baladi, que sera nueva fuente de complicaciones y malos ratos, a los que los politicos parecen estar inmunes. Es decir, la tarea de salvaguardar la soberania esta mal hecha, y a pocos parece importarle.
ResponderEliminarLos brutos de relaciones exteriores todavía no aprenden que mientras Chile sea independiente y soberano nuestros vecinos no permitirán que desaparezcan los "asuntos pendientes".
EliminarSi fuese sido un gobierno de Derecha la autoridad no la hubieran socavado, partiendo por el propio Piñera, quien como dice Francisco quiere ser Presidente mas no mandatario. Y ha cedido a cada tontera que dice 'la calle', que es la nueva forma de gobernar que impera en Chile desde el 2011.Parafraseando al dramaturgo inglés: "La República por las encuestas".
ResponderEliminarEl objetivo claro e innegable de Piñera es repetirse el plato y, de paso, hacer mierda a sus ex colegas líderes de la derecha.
EliminarAcertijo: quien esta financiando la pelicula de los "33" ?? como bien se sabe, TODAS las peliculas que se filman tienen financiamiento previo. En algunos casos es una buena inversion, enn otros casos no.
ResponderEliminarQuien financia la de los "33" ??
Lamentablemente, Piñera nunca quiso compartir este evento con la derecha. Respecto del financiamiento, no tengo idea.
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