El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, son multimillonarios. Ambos hicieron campaña como candidatos de centro derecha y tienen fama de tener un estilo de gobierno arbitrario y caprichoso.
Ahora parece probable que tengan una cosa más en común: sucesores provenientes de la izquierda dura. El martes pasado, Bill de Blasio, un defensor de los sandinistas, se impuso en las elecciones a la alcaldía de Nueva York. Las encuestas sugieren que la ex presidenta Michelle Bachelet, quien se postula nuevamente al cargo, triunfará en la primera vuelta de los comicios de este domingo en Chile.
No sólo es socialista, sino que es la candidata de la Nueva Mayoría, una coalición que incluye al Partido Comunista así como a una debilitada Democracia Cristiana.
El ascenso del populismo después de los gobiernos de Bloomberg y Piñera no constituye ninguna sorpresa. Tanto el alcalde de Nueva York como el presidente chileno se han mostrado reacios a defender los derechos individuales cuando creen que saben mejor. ¿Es de extrañar entonces que ambos electorados crean que las elecciones les dan carta blanca a los mandatarios?
Bloomberg llevó sus excentricidades a extremos al hacer campaña, por ejemplo, contra las gaseosas. También se mostró excesivamente tolerante con las violaciones cometidas por el movimiento Occupy Wall Street contra las libertadas civiles de los neoyorquinos, aunque restauró el orden cuando la situación amenazaba con descontrolarse.
Los caprichos de Piñera han sido más peligrosos. Durante los primeros días de su gobierno, puso fin a la construcción de una planta de electricidad a carbón, tal como pedían los ambientalistas que protestaban en las calles. GDF Suez había invertido US$15 millones en evaluaciones y en procesos para superar las barreras regulatorias. Piñera, sin embargo, se puso del lado de los manifestantes y le hizo una "sugerencia", tal y como lo explicó en una visita a las oficinas de The Wall Street Journal en septiembre, al máximo ejecutivo de la compañía de que trasladara la planta. El proyecto se canceló y los inversionistas se marcharon.
No cabe duda de que el presidente cree que salió de manera brillante de una difícil situación política. Pero hacer caso omiso a un fallo institucional con tal de satisfacer los deseos de la turba fue un error. La oposición se dio cuenta de que lo podía devorar mediante manifestaciones callejeras.
A futuro, el daño colateral podría ser más grave. Es probable que una presidenta Bachelet encuentre que las manifestaciones sean una herramienta útil si no cuenta con las mayorías que necesita en el Congreso para sacar adelante su agenda.
Bachelet quiere expandir el Estado de bienestar. Para financiarlo, busca aumentar los impuestos a las empresas y cobrar gravámenes a los accionistas sobre las ganancias devengadas, lo que se sumaría a los tributos sobre los dividendos que ya pagan. Su programa también restituiría el rol del Estado en el sistema privado de pensiones y la candidata ha solicitado una "revisión exhaustiva" del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Cooperación Económica que profundizaría el compromiso de Chile con el libre comercio. Los sindicatos obtendrían un mayor poder y el gasto en educación aumentaría radicalmente. Lo más inquietante es que esta autodenominada admiradora de Fidel Castro propone cambios a la Constitución que ampliarían el alcance del Estado y no descarta convocar una asamblea constituyente.
La principal oponente de Bachelet es la candidata de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Evelyn Matthei. La UDI es aliada en una coalición con Renovación Nacional, el partido de Piñera. Matthei se desempeñó como ministra del Trabajo desde 2011 hasta julio de 2013.
A Matthei no tendría que resultarle difícil. Chile ha crecido un promedio de 5,8% al año durante la gestión de Piñera. Cuando el empresario llegó a la presidencia, el ingreso anual per cápita de los chilenos era de US$15.000. Ahora asciende a US$20.000, no muy lejos de los US$23.800 que se necesitan para calificar como un país desarrollado.
Piñera, no obstante, no ha sido ningún adalid de la libertad económica. Su gobierno introdujo una ley que aumentó la licencia de maternidad a seis meses, algo que, en su opinión, "no afecta la generación de empleo porque es financiado por el gobierno. No representa un costo para las empresas". Es absurdo. Alguien está pagando por eso y las compañías se ven perjudicadas si un puesto debe permanecer vacante durante medio año o deben llenarlo de forma temporal.
El gobierno de Piñera aumentó los impuestos a las empresas después de que un terremoto de 8,8 grados azotara el país en 2010. Se suponía que el alza iba a ser temporal. Pero cuando los estudiantes, encabezados por activistas comunistas, salieron a las calles en 2011 para exigir una educación universitaria financiada por el Estado, Piñera ideó un generoso paquete de subsidios y concesiones para complacerlos, y el aumento de impuestos se volvió permanente. Su gobierno también creó un nuevo programa de educación preescolar para todos. Un proyecto hidroeléctrico en el sur del país, al que los grupos ecologistas se oponen con vehemencia, ha estado a la espera de la aprobación de su gobierno durante dos años y medio.
Piñera parece haber considerado su paso por la presidencia como el de un genio que sale de la lámpara y otorga deseos cuando le viene en gana. Su populismo, no obstante, ha abierto el apetito del público para nuevas concesiones y el debate nacional acerca del rol del Estado ha dado un brusco giro hacia la izquierda, lo que ha perjudicado a Matthei.
Ahora, el Partido Comunista está haciendo demostraciones de fuerza y Bachelet es una compañera de ruta. Chile cuenta con sólidas instituciones y sus mercados abiertos reaccionarán rápidamente a una mezcla perniciosa de políticas. Pero eso no va a atenuar la polarización política del país.
Publicado originalmente con el título "Chile se dispone a dar un giro hacia la izquierda" en esta fecha en The Wall Street Journal
En varios artículos anteriores ya he denunciado este talante de Sebastián Piñera que expone Mary Anastasia O'Grady. Creo, eso sí, que en el caso de Piñera la situación es bastante más grave que lo que ella asimila a los renuncios ideológicos de Bloomberg en Nueva York.
ResponderEliminarEn el caso de Chile, Sebastián Piñera ha intentado dañar a su propia coalición, desacreditando a otros líderes (Jovino Novoa, cuando Ricardo Lagos quiso involucrarlo en pedofilia; la misma Evelyn Matthei, cuando ella declaró no sentirse responsable de abusos bajo el gobierno militar; y otros casos que han quedado temporalmente olvidados en la crónica). A los casos puntuales ha añadido ataques graves al bulto de los líderes derechistas, acusándolos genéricamente de defender al gobierno militar y los abusos "de derechos humanos".
Aparte de eso, ha tratado de debilitar la dirigencia de su propio partido, coordinando desde La Moneda intentos de putsch contra el presidente de RN, Carlos Larraín.
Siendo que ese ataque no le resultó en el desplazamiento de Larraín, ha invertido fuerte en imponer al grupo de sus incondicionales organizados en Evópolis y Horizontal, que ahora llevan sus propios candidatos dentro de la coalición centro derechista a la cual no les une la más leve fidelidad.
Esto es bastante más grave que mera torpeza política.
Un buen articulo, publicado en un buen periodico. Algo que es facil obviar en un pais donde los dos diarios principales se ven "obligados" a parecer pluralistas y darle tribuna a mucho zurdo e imbecil que anda dando vueltas. Ojo, que zurdo e imbecil no siempre son sinonimos.
ResponderEliminarEn La Tercera del fin de semana, por ejemplo, la columna de Max Colodro era toda una apologia a la participacion de Roxana Miranda como candidata "porque asi conocemos los problemas del Chile real". Un aserto frivolo, como lo que caracteriza al pensamiento de la "nueva derecha". La politica no es una frivolidad y gozar d euna tribuna para airear sus puntos de vista tampoco. Lo que les cuesta a mucho es pensar y ser creativos. Y por alli es donde pasa la solucion de nuestros multiples problemas. No a traves de la molicie intelectual y la obligacion de tener que decir algo, para no quedarse callados...
Desde 1990 que la derecha viene mostrando debilidad ideológica frente a la UP/DC. La "política de los acuerdos" sirvió en buena medida para introducir medidas de sentido contrario al fundacional que trae el modelo. Pero a partir de este gobierno el proceso ha ido agravándose en lo que la gente ve como un renegar de los valores y principios que han traído a Chile donde está.
EliminarColodro y muchos izquierdistas son columnistas que hacen mayorías estables de diarios que, se supone, son pro-modelo. Es otra faceta del abandono de los principios.
Ciro:
ResponderEliminarEsa periodista se adelantó a la disyuntiva en que Chile está ahora, si buscas por la red los artículos que escribió en el primer año del Gobierno de Piñera.
Según la CEPAL, no el Instituto Libertad y Desarrollo, gracias a Piñera y los 'movimientos sociales', mientras la inversión extranjera creció en un 6% en la región, en Chile bajó un 26%. Y si gana Bachelet, bajará más.
Max Colodoro es un ex comunista, ex Concertación y autor de la Carta Transversal por la Reconciliación.
Las oscilaciones en la inversión extranjera pueden transformarse en tendencia si es que se configura un cambio de rumbo del modelo. Y en ese torcer el rumbo Piñera tiene una responsabilidad tan grave como irreparable.
Eliminarla vida pasa por ciclos. un dia estamos en la cresta de la ola y al siguiente todo se viene abajo. chile en promedio cada 40 años cae en una debacle y al final siempre son las FFAA las que terminan limpiando el desorden después de la fiesta.
ResponderEliminarLa columna de O'Grady, es totalmente interesante ya que el kerenskismo ha terminado golpeando las puertas de la misma casa blanca. el trabajo de los zurdobuitres ha sido de joyeria. pero todo plan perverso no siempre tiene éxito. en países donde todavía podemos hablar de "democracia", acá la constitucion aparece como un garante de los derechos individuales, por sobre el colectivo. todavía tenemos patria y algo de derecha que nos permita salir del embrollo.
El error de este gobierno fue al igual que el anterior gobernar para una mentira llamada encuestas de opinion y no pensando en el verdadero sentir de la gente, dejandonos presos de cuanto flautista de hamelin encontremos. ellos todos querrán encantarnos con sus discursos baratos, y muchas ratas irán al despeñadero.
Esta vez la UP/DC viene para alterar el funcionamiento de la institucionalidad y del modelo construido encima. ¿Por qué? Porque su hegemonía es inviable en las actuales condiciones de juego democrático y libertades básicas.
EliminarPerdona el off topic pero ¿que te parecen las declaraciones de Carlos Larrain (RN) al decir que "fue un error el haber bajado la candidatura de Golborne"?
EliminarCarlos Larraín es culto e inteligente, pero adolece de dos defectos: tiene demasiada confianza en las ideas que le vienen a la cabeza y disfruta demasiado de escucharse declarándolas.
EliminarQuizás esta sea una manera demasiado elegante y rebuscada de decir que habla huevadas.
Habla al mismo nivel que Piñera, lo cual no me sorprendería.
Eliminaren mi opinion personal, deberían exiliar a RN y mandarlos al mismo sitio que la concertamierda, junto con la DC. al menos se parecen en mucho.
Ese es el punto, el actual rayado de cancha no los favorece en su búsqueda de hegemonía, ya que en los hechos tanto el socialismo duro como el marxismo de reglamento, no alcanzan a un 15 a 20 %, por ello requieren de construir mayorías relativas que le permitan instalarse en los puesto de poder y desde allí asestar el golpe de gracia.
ResponderEliminarRolando, nunca, en ninguna parte, el socialismo ha conseguido mayorías reales que soporten el test ácido de la consulta ciudadana honesta. Su único método de llegar al poder es el putsch, la asonada que rompa puertas o les permita introducirse en tropel por las ventanas. Esta elección debió pillar a la UP/DC en la más completa cuerera, pero nadie contaba con la increíble abjuración de Sebastián Piñera, que debilitó a su coalición y la maniató para el contraataque que brindaba el acontecer histórico.
EliminarLa magnitud de la canallada de Sebastián Piñera es todavía difícil de aquilatar y hay que esperar qué pasa cuando ya se viene el período de cosechar los frutos de lo hecho... o mal hecho.
Hay que ser positivo y pensar que Bachelet perderá.
ResponderEliminarY junto con pensar, actuar. Si conocen a personas de la tercera edad que vivan en el sector oriente, averigüen si pueden ayudarlas con traslado ida y vuelta a votar. En muchos casos el Servel les ha trasladado sus lugares de votación a lugares alejados de sus domicilios sin cobertura del Transantiago.
EliminarYo soy de Viña.
ResponderEliminarEso me contó mi madre hoy día de hoy. Increíble. El Servel está atornillando al revés.
Poco se ha dicho de la boleta AC. De nuevo seré vocal de mesa.
Piñera mantuvo al staff en todas las dependencias públicas e incluso en las empresas del estado (TVN, Metro, etc.). Él se cree muy astuto pero en este plano se le arrancan los caracoles. Es un espectáculo penoso.
EliminarEste domingo son las elecciones y por lo que vemos todos coinciden en una cosa: SON CHANTAS. como siempre votaremos por "el menos chanta" o "quien venda mejor la pomada".
ResponderEliminarCalma, querido amigo. Los actuales líderes de la centro derecha no tienen la exclusividad de las ideas ni la representación del sector, que en buena medida corresponde a la mayoría de los chilenos.
EliminarCreo que ha llegado la hora de conformar un movimiento ciudadano REAL y VERDADERO que de verdad nos represente.