martes, 25 de diciembre de 2012

El odio nada engendra, sólo el amor es fecundo

Tras la divisa de "un mundo más justo y más humano", el sacerdote colombiano Camilo Torres (a la derecha en la foto) cambió las hostias por las balas, que empezó a repartir con generosidad entre los que la guerrilla marxista a la que se adscribió consideraba sus enemigos.

Y, todos lo sabemos, los enemigos de la guerrilla son, precisamente aquellos humanos justos y trabajadores que vieron con horror a sus familias diezmadas por la acción de una de las organizaciones criminales más grandes del siglo XX.

Desde la segunda mitad de ese siglo, la desconversión de Camilo Torres, que renegó del ideal cristiano del amor y se pasó a la anti fe que predica el odio desatado contra el que no la comparta, afectó a muchos sacerdotes con grados diversos de virulencia, en casi todos los países de América Latina, continente preferido para imponer el negro credo marxista.

En Chile, a partir de la asunción del socialista Raúl Silva Henríquez como arzobispo de Santiago (que entre otras medidas impulsó la instalación de un Comité Permanente de obispos para imponer una voz uniforme de la curia en todo el país), el clero chileno desconverso —desde teóricos hasta violentistas— llegó a ser mayoritario, ocasionando un daño gigantesco a la Iglesia Católica de Chile, que desde entonces ha venido decayendo casi verticalmente en prestigio, influencia y, lo peor, en fieles observantes.

Representantes de ese mismo clero siguen a la cabeza de la Iglesia chilena y hoy es de lo más corriente seguir escuchando la misma engañosa cantinela de "un mundo más justo y más humano":
Pero ya los católicos estamos vacunados. Como cristianos, sabemos que meter mano en el mundo es sólo para empeorarlo y que el valor más grande del evangelio es el del amor a los demás, incluyendo a todos, pobres y ricos. No creemos en ninguna "opción preferencial" en base a la riqueza personal de nadie y al momento de acercarnos a alguien sólo nos importan los valores espirituales y la dignidad de cada persona.

Por eso hemos aprendido a desconfiar de aquellos mensajes revestidos de lenguaje cristiano que envuelven un contenido de crispación, resentimiento u odio. Salvo al pecado, los cristianos no odiamos a nada ni nadie. 

El "hombre nuevo", el "mundo más justo y humano" envuelven la noción de que nuestra naturaleza es fallida, que el mundo es injusto e inhumano y que quien la predica conoce la fórmula para corregirnos.

Pues, no, señor. Somos lo que somos y el Creador no se equivocó. Ni con nosotros ni con el mundo. De hecho, aprendimos desde niños que luego de terminar su obra, Dios la miró y vio que era buena. Lo que significa que su obra no está para que alguien venga a enmendarla. Podemos aprender de ella hasta entender sus incontables secretos y compartir esa ciencia con todos, pero no podemos desacreditarla como si hubiera sido un gigantesco error que espera ser enmendado. Eso NO ES cristiano.

4 comentarios:

  1. Simplemente quería desearte muchas felicidades en esta maravillosa Navidad.
    Es cierto lo que dices. E incluso, el problema es más profundo aún. De todos modos, es palpable la idea de que disfrazando un mensaje político en el mensaje cristiano ha dado muy poco fruto e incluso ha dado fruto bastante malo. Gracias a Dios, la teología de la liberación va en retroceso. El problema es la falta de autoridad en la Institución, en la claridad del dogma, en la credibilidad de la actitud de los ministros y sobre todo, lo más penoso, la falta de fe en Dios. Pero bueno, en una fecha tan bonita, es bueno recordar que Dios sabiendo todas las tonterías que estaríamos dispuestos a hacer y pensar, aun así se encarnó en un pequeñito, teniendo la esperanza que nos diéramos cuenta del problema al que nos enfrentamos y darnos la solución. Siguiendo con el tema que dices Jesús no tuvo ninguna pega en llamar al "rico" Mateo, al futuro traidor Judas y al decepcionante Pedro, porque en el fondo no juzga EL DE ARRIBA, desde dónde vienes, ni cuanta plata tienes en el bolsillo sino el corazón y el camino que decides recorrer..
    En fin, Ciro, feliz Navidad..

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  2. Ojalá que los católicos como tú alzaran más la voz.´

    Hace un buen tiempo he estado leyendo unos libros de unos motivadores norteamericanos, que se enmarcan en una corriente llamada 'Nuevo Pensamiento'. A decir verdad, tiene más de un siglo y tiene raíces judío cristiana. A diferencia de la teología católica no exaltan la pobreza, sino que para ellos uno le sirve a Dios, siendo rico que siendo pobre. Por eso, dicen que 'Dios quiere que seas rico'. Si eres rico, puedes ayudar a los demás que viviendo al justo. Su interpretación de la Biblia es un pilar para crear riqueza, no pobreza.

    Asimismo, enfatizan que para prosperar bien la envidia, la ira y el odio tiene que ser marginados, respetando los derechos individuales.

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    1. Javier, la corriente que pregona la "opción preferencial por los pobres" es de sacerdotes un tanto apóstatas. En la Iglesia jamás había habido tal opción hasta que estos socialistas con sotana la introdujeron retorciendo el sentido del llamado apostólico a la caridad y al desapego a los bienes de este mundo.

      La admonición de Jesús es respecto de quienes sufren ese apego o codicia por las riquezas al punto que les impide dejarla en un plano inferior al del seguimiento evangélico.

      Entre estos sacerdotes que promueven la pobreza hay muchos que viven en medio de viajes, conferencias y con acceso a placeres mundanos. Con excepción del último vicario de la solidaridad, todos fueron disolutos y en extremo tentados.

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