viernes, 5 de septiembre de 2014

Chile a la congeladora

José Ramón Valente

Chile se detuvo. No sabemos si es algo temporal o permanente, pero lo cierto es que nuestra economía, que hasta hace unos meses era una de las más pujantes del Latinoamérica y del mundo, dejó de crecer.

Somos los mismos chilenos del año pasado, tenemos el mismo territorio, el mismo clima y los mismos recursos naturales. Entonces, ¿cómo es posible que hasta mediados del año pasado estuviéramos generando nueva riqueza a un ritmo cercano a los US$ 15 mil millones anuales y este año estemos generando cero?

El Chile del 2014 me recuerda a Arendelle, el reino gobernado por Elsa en Frozen, la taquillera película animada que Disney estrenó el año pasado. En Arendelle, la reina Elsa, desconcertada por su habilidad para congelar las cosas a su alrededor, termina sin querer congelando todo su reino y condenándolo a una feroz hambruna.

En Chile, el nuevo gobierno, sin quererlo, en sólo seis meses congeló los salarios, el empleo, las ventas de autos, la construcción, los viajes y hasta los aguinaldos dieciocheros. El problema es que Arendelle es un reino de fantasía y su reina Elsa es un personaje ficticio, mientras que Chile es de verdad y los chilenos son de carne y hueso. Las familias de los más de 100 mil chilenos que han perdido su empleo formal desde el año pasado no lo deben estar pasando muy bien. Cuando se congelan el crecimiento, empleo y salarios, también se congelan las aspiraciones de miles de familias chilenas.

Para que las cosas comiencen a mejorar, las autoridades deben partir por reconocer que sus propuestas y su relato son parte del problema. Si siguen con el discurso de que la desaceleración es cíclica, que el bajo crecimiento se debe a una crisis internacional inexistente y que la economía va a ir de menos a más, es probable que Chile se quede congelado por mucho tiempo. Peor aún, si el diagnóstico es errado, las soluciones propuestas también lo serán. Hasta ahora, la única solución que ofrece el gobierno para nuestra gélida economía es más gasto público. En un país donde no hay emprendimiento ni inversión, porque no hay confianza en el futuro, el mayor gasto público terminará en mayor inflación y, por lo tanto, en más penurias para los chilenos.

La Presidenta tiene un poder inmenso, su popularidad. Pero hasta el momento está enfrentando los mismos problemas de la reina Elsa: no puede usar dicho poder en forma que sea beneficioso para su país y sus habitantes. Bien intencionada, pero muy mal asesorada, la Presidenta está llevando a Chile a una aventura refundacional, en la cual desecha todo lo bueno que se ha hecho en los últimos 30 años, para tratar de solucionar en cuatro años problemas que otros países han superado después de casi un siglo.

En Frozen, al final las cosas se arreglan sin mayores problemas. La reina Elsa aprende a utilizar sus poderes para generar prosperidad a su pueblo. Chile tiene todo lo necesario para volver a crecer, pero lamentablemente pareciera que estamos todavía bastante lejos de que las autoridades reconozcan que son, en parte, responsables del congelamiento de nuestra economía. Así la cosa, da la impresión que nuestro país tiene todavía una largo invierno por delante.

8 comentarios:

  1. Creo que el "poder inmenso" de Bachelet es una burbuja construida a punta de campañas mediáticas... que ahora está a punto de hacerse nada. Incapaz de generar iniciativa o de siquiera analizar adecuadamente la coyuntura, Bachelet sólo responde a lo que le instruyan, que son las personas que en este momento están evaluando qué hacer.

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  2. Que condescendiente con Bachelet al imputarle sólo buenas intenciones, pero malos asesores. Ella se rodeó de quienes consideró adecuados para acompañarla en su aventura.
    A partir del comentario del autor se me viene a la mente una frse que aparece en Juego de Tronos "El invierno se acerca".

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  3. Por otro lado, la encuesta adimark les está mostrando en la cara lo equivocados que están, pero persisten en su discurso ideologizado "Cumplir el programa". Necio no es aquel que no entiende por falta de inteligencia, necio es aquel que teniendo la inteligencia necesaria, persiste en su error. Tenemos un gobierno de necios.

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    1. El problema principal que la UP/DC trata de eludir es el de la responsabilidad directa en el frenazo. Luego, el objetivo constante de la pacata oposición debe ser insistir en esa responsabilidad. Lamentablemente, los malos han conseguido meter en el baile a la UDI cuyo presidente se ha comprometido a apoyar la reforma tributaria que, a todo evento, sólo agravará el problema.

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  4. Todo bien excepto que ya es cuarta o quinta vez en el día que me encuentro con la idea tácita o explícita de que la debacle no es culpa de Bachelet. Ella tiene buenas intenciones, está mal asesorada, tiene mucha popularidad pero no tiene liderazgo, "aunque el gobierno lo esté haciendo mal yo tengo confianza en la presidenta", etc.

    Bachelet ES marxista y la principal responsable que nos estén dando una dosis mortal de marxismo a la vena.

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    1. Bachelet no sólo es marxista sino una castrista furibunda. De ahí su total sumisión a las directivas y políticas de los que la superan en capacidad analítica y en la cercanía con los Castro. Sus discursos son todos escritos por terceros y las poquísimas veces en las que ha elaborado ella misma sus intervenciones ha quedado la tendalada.

      No es que sea inocente, es sólo que tiene casi nulo peso real en lo que está pasando. Un monigote.

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  5. Como tantas a veces he dicho, la gente de derecha está cometiendo el mismo error que tuvieron con Allende. A éste último lo separan del Mir y PS, cuando, en realidad, pensaban los mismo.

    La frase "Bien intencionada, pero muy mal asesorada" revela que no conoce a Bachelet, si ella piensa igual que el diputado de la retroexcavadora, del líder del PC que no quiere consensos, que el ministro desea quitarle los patines, a su ministra de salud que desea quitarle el 7% a las personas, que Ximena Rincón que desea volver a la Propiedad Social, oues según ella, la Constitución protege en exceso la propiedad privada.

    El columnista no quiere admitir que Bachelet es chavista, marxista leninista, allendista , castrista y seguidora de Maduro.

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    1. ...y, por si fuera poco, ya encabezó un gobierno de gestión nefasta y calamitosa.

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