sábado, 12 de abril de 2014

UP/DC cobra demasiado caro por desgobernar

Gerardo Varela

Acabo de ver la declaración de impuestos que preparó mi contador, cuyo nombre guardaré en reserva, porque con la reforma tributaria su actividad y la mía se transformarán en una actividad sospechosa. Pasaremos a ser un "gasto rechazado".

Viendo lo que debo pagar el próximo 30 de abril y a propósito de la discusión tributaria me enteré, con júbilo, que yo era uno de los 28.000 chilenos que pagaban el 40% de impuestos. El primer registro que se tiene del pago de impuestos está en el Génesis (Cap. 47, versículo 24). La Biblia nos cuenta que, en ese modelo de participación social que era el Egipto de las pirámides, el faraón cobraba 1/5 de sus cosechas a los súbditos. Nuestro Estado sin embargo cobra el doble.

Pero no solo eso, además el Estado cobra otro quinto en IVA. Como si los 3/5 fueran poco, cobra contribuciones de bienes raíces, patente de auto y peajes, y cuando me muera cobra impuesto de herencia por lo que queda. Además me cobra patente municipal para ejercer mi profesión, que ahora condena por "elusiva".

El faraónico Estado chileno recibiendo 3 veces más que el Faraón original y con un gasto público anual mayor que el PIB uruguayo no es capaz de darme servicios básicos de calidad y por eso además pago AFP, isapre, colegios, universidades y seguridad privada, con lo cual tengo que gastarme otro quinto más. No vamos a mencionar gastos "superfluos" como vivienda, luz, agua, gas, mesadas, etc.

Entonces, para las buenas cosas de la vida, como comer, vacacionar y pololear con mi señora, me queda algo menos de un quinto de lo que produzco. De ese quinto sin embargo ahorro para mi vejez en una sociedad familiar. Ese ahorro se llama FUT, y hasta ese recóndito lugar de mi vida privada, ahora llega el Faraón. Él contribuía a mi ahorro cobrándome "solo" un bíblico 20% de impuestos si no me gastaba esa plata. Ahora me dice que no es suficiente y que me lo va a subir al 35%.

El Faraón me dice que es injusto que haya tantos chilenos que tengan que pagar por su universidad, mientras yo ahorro para la vejez con mi señora. De hecho, no sé si a esas alturas, ya transformado en un egipcio pobre y esquilmado, me siga aguantando. Tal vez me quiera cambiar por un miembro de la corte del Faraón donde terminará nuestro FUT.

Un abogado como yo paga un 40% de impuestos sobre lo que gasta y un 20% de impuesto sobre lo que ahorra. Eso se llama FUT. La diferencia del otro quinto la pagaremos con mi señora cuando retiremos ese ahorro de nuestra sociedad. Ese ahorro lo canaliza el mercado de capitales hacia proyectos de inversión que crean empleo y crecimiento. Cambiar ese ahorro de muchos chilenos por gasto fiscal es un disparate. Lo más probable es que ese FUT termine en una pirámide tipo Transantiago o en algún museo o centro cultural faraónico.

Algún ayudante del Faraón cree que los egipcios somos lesos y que los problemas de Chile se arreglan si a algunos vivos se les prohíbe pedir factura en el Jumbo cuando en realidad el SII ya castiga eso con un 35% de impuesto. ¿Alguien creerá que ese es el problema tributario chileno?

La verdad es que el Faraón nos está tratando de echar arenas en los ojos. Nos dice que otros países tienen más carga tributaria, lo que es obvio si pagan pensiones que él no hace; nos dice que somos los más desiguales del mundo, lo que es falso si se calcula honestamente; nos dice que solo afecta a los ricos, cuando los impuestos son un costo transitorio para ellos y permanente para la clase media y los pobres. Chile tiene un déficit de ahorro, no de gasto fiscal, y esta reforma profundiza el problema. Chile tiene un problema de gestión estatal y esta reforma solo posterga enfrentarlo.

Por eso, al igual que Tutankamón, que derramó su maldición contra todos los que interrumpieron su descanso, yo condeno a los amanuenses del Faraón a escribir, por toda la eternidad, "mientras no use bien las pirámides que tengo, no usaré el FUT para construir otra", y los condeno además a tener hijos abogados y contadores que se dediquen a eludir impuestos.

3 comentarios:

  1. Jajajajajajajajaja. Me gustó tu maldición.

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  2. "el Faraón nos está tratando de echar arenas en los ojos" Notable la columna de Gerardo Varela.

    Desafortunadamente la pequeña sonrisa se transfora rapidamente en un rictus de molestia y pena al comprobar que una a una se han ido cumpliendo las profecías que temíamos. Chile no será el mismo después de este gobierno y para mal; volveremos a ser un país lleno de pobres, endeudado y con una clase política bananera.

    Destruir el emprendimiento, la educación, la salud y el sistema de pensiones, eso es lo que viene; posteriormente la "solución" marxista será el salvavidas de plomo que nos "salvará". ¿En cuánto tiempo?, quién sabe, pero vamos cuesta abajo y a mucha velocidad.

    La izquierda se dedica a eso: destruir países y sociedades. Es inexplicable que todavía quede gente -que dice defender la libertad- que crea que están tratando con un adversario de buenas intenciones pero equivocado. ¡No señores!, ellos no están "equivocados", saben perfectamente lo que les conviene para lavarle el cerebro al populacho y perpetuarse en el poder.

    Ojalá, por esas cosas del destino, se produzca un giro; un hecho inesperado que los vuelva a la realidad. No creo que pase.

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  3. Les recomiendo ver en este video de la reunión de la comisión de hacienda donde la antipatria UP/DC simplemente pasó la aplanadora incluso atropellando el reglamento para la discusión/votación del Art. 1º de esta boludez llamada reforma tributaria.

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