Esto fue denunciado por el gobierno anterior como un engaño. La mismísima presidenta, Michelle Bachelet, apareció por la TV declarando que ella jamás propondría algo que consideraba imposible de cumplir. Como prueba de este rechazo, mira este video del programa en el que el fallecido Felipe Camiroaga entrevista a la presidenta y le pregunta respecto de la factibilidad de esta llamativa oferta.
Sin embargo, a tres años de la nueva administración ya van más de 800 mil nuevos puestos de trabajo que se han creado a un promedio de 280 mil por año, lo cual es una realidad palpable que incluso está empujando los salarios reales al alza. Siendo que Michelle Bachelet admitió no tener idea de cómo lograr esto, conviene preguntarse ¿cómo se hace para que florezcan los puestos de trabajo?
El mismo 17 de enero de 2010, apenas se supo que el progresismo debía retirarse del ejecutivo, se reactivó el optimismo y el consiguiente dinamismo emprendedor que había estado frenado por la gestión corrupta, demagógica y totalitaria del régimen, que obligaba a todos a estar pendientes de lo que se hiciera desde La Moneda.
Es decir, el primer acto que creó las condiciones para la reactivación que genera puestos de trabajo fue la mera y simple victoria en las urnas del sector que, todo el mundo lo sabe, no persigue ni desconfía de la empresa sino que alienta el emprendimiento. Aún así, queda la incógnita de cómo se llegó a pronosticar con tal precisión la cantidad de plazas laborales que se iban a crear.
En este campo es donde se evidencia la extrema diferencia entre la gestión de los expertos de la derecha y la de los demagogos de la izquierda. Los derechistas admiten que lo primero es crear las condiciones para que los agentes económicos vean el camino despejado para sus proyectos y esto, como vemos, no es nada complicado. Sin embargo, se requiere además conocer la realidad productiva de la nación, los proyectos y su capacidad de crecimiento, las áreas deprimidas por la presión estatal, en general, tener el manejo empresarial que desde la izquierda tanto se demoniza en el presente gobierno.
Sin esta experticia, que es una gravísima carencia en la centro izquierda, no habría sido posible predecir con tanta exactitud el impacto en el crecimiento del empleo, ni tampoco enfrentar la gigantesca calamidad del 27F (agravada por la torpe gestión de los pocos días en que Bachelet alcanzó a meter mano). No habría podido coordinarse con tanta eficiencia y eficacia las extraordinarias labores de salvataje de los mineros atrapados ni se habría podido abrir la válvula de la asistencia social a tanta gente como la que la ha recibido bajo este gobierno.
Este activo de la centro derecha no debe esconderse ni menos avergonzarse de él, al contrario. Tener experiencia empresarial y respeto por la iniciativa privada es esencial en la capacidad del gobierno para crear las condiciones para el desarrollo. Y, consiguientemente, carecer de este activo es garantía de mediocridad, freno al desarrollo y repunte de la corrupción y la demagogia. Exactamente como vimos que ocurrió en los veinte años del régimen anterior que impidió alcanzar cotas de desarrollo que a esta altura deberían ya estar superadas.
Sin embargo, al Gobierno no le gustan que lo llamen 'El Gobierno de los Empresarios'. Con respecto a los negocios de comida, ya sea restoranes o vendedores ambulantes que venden comida, es más socialista que los propios socialistas.
ResponderEliminarPD: Hackearon Appalandes.
Efectivamente, amigo, Appalandes está bajo ataque y en estos momentos hay gente trabajando para reponerlo. Afortunadamente tenemos nuestros blogs desde los cuales podemos seguir hablando las verdades.
EliminarCierto lo que dices, el gobierno ni siquiera le saca brillo a sus propios valores. Es un complejo de centrismo que vengo señalando casi desde la partida de este período.