Otro cura rojo no es novedad.

En julio del 2010 publiqué "El TOCOPI es grande, muy grande", que según las estadísticas de Blogger lleva más de mil lecturas. Ahí listé algunas de las principales instituciones alineadas desde el comienzo de este gobierno para perjudicar su gestión y retomar el poder el 2014. Entre esas instituciones estaba el arzobispado, entonces encabezado por don Francisco Javier Errázuriz.

Obviamente, la postura de esta cúpula clerical no ha cambiado con la designación de don Ricardo Ezzati. De hecho durante el último tedeum salió con las mismas expresiones de su antecesor en cuanto a forzar un reconocimiento a lo obrado por la Concertación, pese a que ya se van a cumplir tres años desde que abandonó el poder y que en el tiempo transcurrido los avances de este gobierno en el empleo, el crecimiento y la focalización y amplitud de la ayuda social han sido incomparablemente mejores a los de los 20 años del régimen anterior.

Como todos sabemos, el "estallido social" no es sino otro recurso que la deshonesta oposición digita mediante la acción del castrismo local para azuzar la crispación y una confirmación de ello es, precisamente, el apoyo que ahora aparece entregando este obispo simpatizante de la oposición a las ya injustificables movilizaciones anunciadas para los próximos días.

En efecto, en una entrevista publicada por El Mercurio el domingo pasado, el arzobispo declara:  “cuando los estudiantes se rebelan contra el lucro tienen razón”, dándole su aprobación a los eslóganes acuñados para las protestas que lideran agitadores del Partido Comunista, una cuestión de política contingente que en modo alguno podría tomarse como orientación pastoral o de pacificación.

“En la educación se ha descuidado una dimensión que es fundamental, que es la gratuidad, y no solo la gratuidad económica, sino que la gratuidad del hecho educativo, de la entrega educativa”, añade don Ricardo haciendo suya la insulsa verborrea del discurso oposicionista.

Y, encima de eso remacha que “tienen razón de protestar porque la educación se ha vuelto para muchos una pelea para ganar puntajes, espacio, y la educación debiera ser un lugar de mucha libertad”, como si desconociera el efecto de estos contingentes violentos que han cambiado varias veces la formulación de su causa.

La verdad, para el que suscribe no es ninguna sorpresa esta actitud de Monseñor Ezzati.

Cuando se supo que él reemplazaría a Errázuriz, recibí datos respecto de la trayectoria de don Ricardo, todos ellos negativos para la añeja esperanza de los católicos de tener por fin un jefe de la curia volcado a la recta práctica de la fe, sin distorsiones ni tendencias seculares hacia la economía y la política.

Ciertamente, desde los años de Silva Henríquez la cúpula sacerdotal chilena perdió el rumbo y se involucró de lleno en la cuestión política, siempre sesgada hacia la izquierda (don Raúl Silva llegó a declararse socialista y bajo la dictadura del castrista Allende se entendió de maravillas con él y con Fidel Castro).

Luego de la expulsión de Allende, muchos de los seguidores de Silva Henríquez y él mismo hicieron causa común con los expulsados, involucrándose en incontables casos de clara connivencia en la acción terrorista disfrazada de "lucha contra la dictadura", declarándose de antemano enemigos del régimen: "un gobierno que no hemos formado ni deseado nosotros. No se puede pensar en una futura alianza entre él y la Iglesia" (los curas de izquierda siempre asocian SU persona a LA Iglesia, como si fueran lo mismo).

De la información que me llegó compartiré con ustedes esta carta en la que por ahora omitiré los datos de individualización del firmante:

"Para que el Presidente S. Piñera sepa y sus ministros con quien se van a topar, con un cura Rojo enquistado en la jerarquía de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

Atentamente
Dr. G. L. (nombre lo mantengo en suspenso)

Mis teléfonos : (fijo y celular, los omito)

Para cualquier información o ampliar los antecedentes.

CAMARADAS TODOS :

Es interesante saber que el nuevo Arzobispo de Santiago el cura, monseñor Ricardo Ezzati, cura Rojo, me echó sin piedad de un hogar de estudiantes en enero de 1974.

Este infame era rector del colegio Salesianos, motivo:

"Por ser hijo de un Coronel Fach" (en esa época mi padre salió a retiro a fines del año 1970. Pero estos mal nacidos no perdonan hasta la 5ª generación).

Ahora llegó mi hora.

Le pediré una entrevista a este infame y si no accede a pedirme al menos disculpas y arrepentimiento como ellos exigen a los militares, hablaré con el Nuncio Apostólico, para que se sepa quien es este RICARDO EZZATI (rojo hasta la ultima célula de su infame cuerpo) realmente y su Santidad sepa a quién colocará de Cardenal de Chile.

Todo es negociable....

He esperado muchos años. Tenía 19 años. Al igual que ellos exijo reparación!

G... L..."

El firmante entrega sus datos e incluso pide que su carta se publique y promueva en todas partes. Pero como conozco muy bien de qué son capaces los castristas chilenos, prefiero no entregar más información.

En todo caso, queda absolutamente claro que don Ricardo Ezzati es un mero continuador del vergonzoso camino al que empujó desde comienzos de los 60 don Raúl Silva Henriquez al clero chileno (a la mayoría, porque hay honrosísimas excepciones).