lunes, 5 de septiembre de 2011

Este sí es un GRANDE de Chile.

Lamento no haber conocido personalmente a Felipe Cubillos, trágicamente fallecido en su ley: asistiendo a los que se quieren poner de pie.

Sospecho que habríamos hecho muy buenas migas porque ambos compartimos la misma confianza en las personas... y similar desconfianza en los que viven de ofrecerles beneficios.

Como Felipe, aunque con infinitas menos destrezas, creo más en lo que nosotros podemos hacer por nosotros mismos que en esperar que los funcionarios de gobierno vengan a resolver nuestros problemas.

Felipe encarnó como pocos el ideal de la autovalencia, de cultivar la cooperación entre los iguales y de ver al aparato del estado —cuando más— como cooperador a NUESTROS proyectos.

La fuerza de su empuje realizador atrajo a muchos porque pocas cosas hay más gratificantes que las realizaciones concretas y rápidas, no sujetas a la ineludible burocracia de la solidaridad oficial del gobierno central.

Y, visto lo tangible de sus tesis, no tuvo pelos en la lengua para llamar al pan, pan. Y al vino, vino. Cuestión que también practico y que me tiene claramente en la vereda opuesta de los estatistas y de los anodinos.

Con Felipe nos seguíamos mutuamente y leí en su momento su último tweet, siempre dejándome la impresión de una persona cuyo ritmo me sería muy difícil empatar.

Espero que quienes quedan a cargo de su emprendimiento sigan recibiendo la inspiración necesaria para mantener y desarrollar los valores por los que entregó su vida.

Desde esta humilde tribuna, inspirado en su noble ejemplo, lo haré con redoblada energía.

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7 comentarios:

  1. Felipe Cubillos es mejor que mucho de los zánganos que están en el Parlamento.

    A todos les ha gustados su última columna. La última frase es muy decisiva. Dudo que Allamand, que está casado con la hermana, la entienda.

    Él podría haber sido Presidente, y no Piñera.

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  2. Javier, justamente lo que lamento de su partida es lo mucho que podría haber hecho por la causa de la libertad.

    Su genuino altruismo y claridad de ideas se estaba haciendo un gran espacio en nuestro país.

    Eso influyó en que en tan corto tiempo dejara un legado más significativo que el de muchos políticos de derecha.

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  3. Ciro, este es parte de mi comentario de el Blog de Hermogenes.

    Si las personas como el señor Cubillos tuviesen la misma difusión en la televisión que tienen las protestas, otro Chile sería posible. Y no me refiero a su esfuerzo por la reconstrucción, porque eso es gratis, son donaciones, y a la gente le gusta y lo apoya. La idea es difundir masivamente que esa misma energía, esas ganas, ese esfuerzo y esa destreza para salir adelante, se puede aplicar en nuestro diario vivir. Que estos logros son el fruto del emprendimiento, de las ganas y de la libertad, de la misma libertad que hoy esta en tela de juicio.
    Es muy fácil hacerse famoso diciéndole a la gente las cosas que quiere escuchar. Pero el que es realmente trascendente, es aquel que puede decirle a otro algo que lo haga despertar.

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  4. Máximo, coincido 100% contigo.

    La gente aprecia mucho más un discurso honesto, incluso uno que nos refriega verdades ingratas y aunque no prometa nada.

    Tendremos que esperar la llegada de un gobierno genuinamente de derecha para despedir como se lo merece a este Grande de Chile.

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  5. iro:
    Me molestó que en la portada de ayer en el Emol, enfatizarán que Felipe Cubillos fue un emprendedor social. Primero se dedicó a lucrar con el emprendimiento y luego pudo dedicarse
    desinteresadamente hacer obras sociales.

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  6. Corrección:
    Ciro:
    Me molestó que en la portada de ayer en el Emol, enfatizarán que Felipe Cubillos fue un emprendedor social. Primero se dedicó a lucrar con el emprendimiento y luego pudo dedicarse
    desinteresadamente hacer obras sociales.

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  7. Javier, te cuento que antes perdí lastimosamente mi tiempo aclarando ese tipo de conceptos a la redacción de El Mercurio.

    Recuerdo que ingenuamente escribí dos veces pidiendo que rectificaran graves distorsiones en semblanza de Solzhenytsin, encargada a gente contraria a su postura.

    Desde hace tiempo que El Mercurio ha sido infiltrado de elementos progresistas que, ya sabemos, llevan su propia agenda.

    En junio del año pasado me aburrí de intentarlo, luego de comprobar que estaba siendo censurado.

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