domingo, 3 de julio de 2011

Universidad o imbecilidad

Quizás algún día (seguramente bajo un gobierno decididamente de derecha) se empiece a discutir cuestiones inteligentes relacionadas con la educación. Mientras tanto, la imbecilidad abunda, aún en boca de aquellos que gozan de prestigio.

Lo más espeluznante es la demencialidad de echar en un mismo saco la educación primaria, secundaria y superior como si se trataran de una misma cuestión.

Hasta ahora el PC no se ha topado con dificultades para acuñar eslóganes que, monstruosamente, cubren toda la actividad educativa, organizar grupos activistas en las escuelas y universidades y lanzarlos a la calle acompañados de sus propios dirigentes políticos y sindicales.

Por años el PC ha manejado este "recurso" y otros casi a voluntad, obligado por su carencia de apoyo popular y, vista su eficacia, ahora lo hace con pleno conocimiento y colaboración de sus antiguos socios de la reconstituída Unidad Popular (UP) y la DC.

Los izquierdistas desplegados en la academia cooperan agregando más insensateces, seguros de la impunidad que les asegura el control de la prensa.

Carlos Peña, el rector de la UDP, afirma en El Mercurio que la Universidad de Chile sería la entidad que aporta diversidad y apertura ideológica, mientras que la UC sería "confesional". Esta imbecilidad no resiste análisis porque en la U de Chile nadie que no sea de izquierda puede prosperar, recuérdese el caso del rector Federici que por no ser de izquierdas proponía una organización más equilibrada y una administración más transparente.

Con Federici en la Universidad de Chile hicieron en pleno gobierno militar lo mismo que bajo el régimen anterior haría Peña y sus rojitos con el ex-rector Cuadra: lo sacaron a patadas.

Encima de eso, la UC tiene de "confesional" que por pertenecer a la Iglesia Católica se admita a estudiantes y profesores católicos. No existe en esa universidad ningún requerimiento ni exigencia religiosa que condicione ni menos impida el ingreso de enormes contingentes aconfesionales, que son —más encima— quienes controlan políticamente la entidad.

Otra imbecilidad es la alegada por el rector de la Universidad de Chile, que pide fin al "lucro", como si su entidad no obtuviera beneficios que se reparte entre quienes forman parte de la trenza directiva, llegando incluso a involucrarse en oscuros negocios que han terminado con gente "suicidada", durante los gobiernos progresistas.

La jauría vociferante, que en realidad busca generar problemas al gobierno, exige grandes y radicales reformas a todo el sistema educativo, proponiendo su completa estatización, es decir, que quede en manos de las entidades y gremios que ellos controlan políticamente.

Esta pretensión es una muestra de antología de la imbecilidad, cuando ni siquiera bajo el castrismo de Allende pudieron conseguir estatizar la educación escolar.

El actual gobierno y el ministro de educación, que frente a estas manifestaciones tienden a actuar como si fueran "de verdad" y no —como todos sabemos— otro recurso de combate político que clama por ser desenmascarado, anuncian que recogen estas "inquietudes" y el envío de ellas al Congreso para que allí se examinen y discutan.

Pero, lejos de felicitarse por conseguir que el gobierno se abra a esta discusión y en el colmo de la imbecilidad, los reclamantes y la oposición cómplice, aúllan aún más fuerte alegando que el gobierno no dicta de inmediato y por sí y ante sí las imbecilidades que exigen.

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6 comentarios:

  1. Este gobierno no es de Derecha.

    No siquiera la prensa se encarga de des enmascararlos como lo hacen los blogs, pues simpatiza con los manifestantes, esto es, con la izquierda.

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  2. Ciertamente, el gobierno no es de izquierdas. De otro modo no recogería el virulento obstruccionismo corruptacionista.

    Creo que en todo estado hay siempre izquierda y derecha... o como quiera que se les llame.

    Estoy de acuerdo en que la mayoría de los dirigentes chilenos de la derecha carecen de las destrezas comunicacionales de los izquierdistas.

    El sentido práctico de los derechistas les lleva a no darle debida importancia al discurso político y al manejo de imágenes.

    Pacientemente, he esperado todo este tiempo que se hagan las inferencias respectivas y se mejore esa parte.

    También acepto que Sebastián Piñera y otros en este gobierno, como en su tiempo Pinochet, creen más en la boludez llamada "centro político" que en la natural distribución de fuerzas de izquierda y derecha.

    Por último, que la prensa simpatice con la izquierda es algo que vengo denunciando desde hace muchos años. Estamos muy de acuerdo.

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  3. Difiero.El Gobierno es de izquierda en el sentido de que ha acogido algunas propuestas de la izquierda: eliminar multirut, impuesto a los inmuebles grandes, seguir con la cantinela de los DD.HH.,traicionado su compromiso ante sus electores, más burocracia. Es un gobierno de izquierda modera. Como dijo MEO, el peor gobierno de la Concertación.

    El obstruccionismo me parece más pataleta para llamar la atención. Piñera con sus políticas de izquierda, simplemente a abierto la caja de Pandora a la izquierda más radical.

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  4. Cierto.

    El principal problema del Presidente es que no ha actuado como un derechista sino que ha querido llegar a entendimientos con quienes los chilenos queremos ver lejos del poder.

    Grave error del cual está cosechando las merecidas consecuencias.

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  5. Muy interesante, de acuerdo con mucho de lo que escribes.

    ¡Saludos!
    @teotecnico

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  6. Gracias, Omar. Mi principal preocupación es el excesivo terreno que ha ganado un movimiento digitado por el castrismo local que, encima de eso, exige estatizar toda la educación, sin que recojan las risas o el desprecio que merecen.

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