martes, 1 de octubre de 2013

La memoria desmemoriada agrede a la verdad… y causa muertes.

Roberto Ampuero

Aplaudo la iniciativa gubernamental de inaugurar, en enero próximo, un Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, pues un país que olvida su pasado, repite sus errores. Contar la historia patria reciente con recursos públicos debe comprender, eso sí, la diversidad de la nación y evitar lapsus y sectarismos. Así como respaldo el testimonio de la represión bajo la dictadura, pregunto por qué ese museo —como destaca en los medios la autoridad— recuerda sólo a partir del 11 de septiembre de 1973.

¿Es posible entender nuestra gran tragedia del siglo XX ignorando las vicisitudes anteriores a ese día?

¿Puede describirse el período 1973-1990 soslayando la crisis política y económica que casi nos arrastra a una guerra civil? Una memoria nacional debe condenar los abusos de la dictadura, pero también recordar que en 1970 un sector que no alcanzaba el 37 por ciento del electorado inició cambios sociales radicales, lo que generó rechazo mayoritario. No debe olvidarse que la Unidad Popular fue más radical que Chávez hoy, aunque nunca logró el respaldo popular que éste detenta.

Una memoria nacional no sesgada también debe relatar cómo entonces, líderes inspirados en socialismos de Europa oriental y el Caribe arrojaron por la borda, tachándola de “burguesa”, a nuestra democracia, la que paradójicamente era más profunda que las de Alemania Oriental o Cuba. Su sueño: sustituirla por modelos sepultados en 1989 por los europeos orientales. Subrayo que si bien desahuciar esa democracia fue una irresponsabilidad extrema, nada justifica la represión posterior. Pero nada justifica tampoco construir una memoria hegemónica desmemoriada.

Recordar sólo a partir del “Once” demoniza a un vasto sector nacional y desvirtúa la historia reciente, porque oculta que la mayoría, PDC incluido, rechazó la UP. Sin el contexto que menciono no podemos entender, por ejemplo, por qué, en noviembre de 1973, Eduardo Frei Ruiz-Tagle donó joyas a la Junta Militar de Gobierno, y hoy es el presidenciable de una alianza que condena el “Once” y celebra un filme que narra la prisión, en esa época, de un actual ministro y otros chilenos en Dawson. ¿Cómo explicar el giro de un sector que estuvo contra la UP y Pinochet en un museo que sólo recuerda la historia a partir del “Once”? ¿Alberga ese museo una memoria nacional o sólo parcial?

Un museo como el que se construye no debe olvidar el apoyo que la izquierda criolla —por acción u omisión— brindó a regímenes que sólo sobrevivieron mediante alambres de púas y guardias armados, y de los cuales el Muro de Berlín devino símbolo máximo. La memoria nacional no puede eludir la incoherencia de un sector que sufrió represión brutal, pero sintió o siente atracción fatal por dictaduras de izquierda.

Sin duda que el “nunca más” de un museo financiado por todos los chilenos debe alzarse contra el régimen que tuvimos, pero igualmente contra partidos que justificaron dictaduras en otras latitudes, y también contra minorías que pretendieron imponer a la mayoría cambios sociales radicales. Un museo nacional es un mensaje a las próximas generaciones y debe escribirse desde una perspectiva amplia, que nos retrate de cuerpo entero. Parafraseando al Padre Alberto Hurtado, habría que exigir que el Museo de la Memoria recuerde incluso aquello que a sus propios diseñadores les duele recordar.

Este artículo fue publicado originalmente en El Mercurio, el Jueves 05 de Noviembre de 2009. Su autor, un chileno ex-castrista devenido en escritor de renombre y actualmente operando como embajador de Chile en México, muestra en este escrito MÁS equilibrio que el que ha desplegado el gobierno en la postrimería de su mandato. No comparto considerar a la expulsión del castrismo "una fecha dolorosa" como la evoca Sebastián Piñera. Ese día fue de gran alivio para todo Chile, con la sola excepción del grupo en el poder.

10 comentarios:

  1. Me parece bien tú nota al final del artículo. Ampuero como el ex mirista Mauricio Rojas aún les queda remanentes de su pasado Izquierdista. Si ambos fuesen liberales como se ufanan,además, de decentes y justos no hablarían de una "gran tragedia", y abogarían públicamente, para que se aplique la Ley de Amnistía y el principio de igualdad ante la ley, a los militares que combatieron el terrorismo desde 1979 a 1989. Éstos últimos no tienen una ley de amnistía, cosa que se les concedió a los terroristas durante el primer gobierno de la Concertación.

    Por eso, ¿Hay en este país algún Izquierdista y ex izquierdista justo? Esa esa la pregunta un poco cambiada que formula el Dios del Antiguo Testamento para no destruir un ciudad.

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    1. Creo que estamos viviendo tiempos muy oscuros, víctimas de la artera maniobra de Sebastián Piñera para robarse a la derecha, dejando intocada la gravísima red de izquierda que controla los medios, la educación, la administración de justicia y casi cada organismo del aparato público.

      Hoy, pese a ser tan reciente esta postura de Ampuero ha perdido toda vigencia. Piñera ha ayudado a que se imponga la visión castrista de nuestra historia.

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  2. Al contrario de Uds. ... comparto plenamente las palabras de Ampuero en el artículo que le citas Ciro ... no encuentro motivo para repudiar nada.

    Cordiales saludos

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    1. Tienes razón, en realidad me confundí porque he leído demasiados escritos en estos días y en casi todos ellos se repite la historia del 11S como fecha "dolorosa". La verdad es que Ampuero no dice nada de eso.

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  3. ¡Así es!, eso no lo dice Ampuero en lo que le citas ... en todo caso te debo decir que aun cuando Ampuero no lo haya dicho, creo que si fue doloroso lo que paso.

    Primero, que hayamos llegado al nivel de perder el rumbo al punto que tuvieramos que pasar por un golpe de estado (independiente de las justificaciones que tenga o no tenga este), ya es algo doloroso.

    Y ni que hablar de las violaciones a los DDHH que después existieron Ciro ... eso también son hechos muy dolorosos.

    En resumen, que se hubiera terminado con el Gobierno de Allende, no es lo doloroso, pues la amplia mayoría del país deseaba que ese Gobierno terminara ... pero si lo es la forma en que terminó y las consecuencias posteriores de esa forma.

    Cordiales saludos

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    1. Pues te garantizo que para mí y para millones de chilenos, la expulsión del poder del castrismo liderado por Allende no representó dolor sino alivio. Imagino que algo parecido a lo que sentirían los venezolanos o los cubanos, si recuperaran la libertad expulsando del poder a quienes les afligen.

      El ministro de justicia de Allende ya había oficializado la dictadura el 1º de julio de 1972, cuando derogó el estado de derecho supeditándolo a la revolución (esas fueron sus palabras). Y esa dictadura no fue nada de trivial, pasó de todo: despojos, torturas, detenciones ilegales, violaciones y muertes. Sembrando mucho de lo que se cosechó después.

      No creo que haya derechistas que condonen los abusos con las personas ni que los justifiquen en modo alguno. Lo que condenamos es que se use la justicia como venganza y se abuse de los derechos humanos de los militares que los cometieron. porque hay muchos de los abusadores bajo Allende que gozan de la libertad y encima de eso con beneficios pecuniarios. Mientras quienes les combatieron (y en muchos casos, también abusando) han tenido una suerte contraria.

      Es inaceptable lo que hace Piñera de tratar de arrinconar a sus ex compañeros de liderazgo en la derecha para presentarlos como incondicionales de "la sangrienta dictadura".

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    2. Cristian, violaciones a los DDHH que después existieron?? y las de "antes" y también de las de "después" cometidas por los terroristas? aaah?? este doble standard es lo que nos ha causado tanto conflicto, es por esto que nunca existirá reconciliación en este país, la historia ha sido tergiversada con un fin intrínsicamente perverso.

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  4. Ciro

    Por supuesto que significó "alivio" ... eso es lo que aún siendo niño, capte claramente en mi hogar tras el 11, mucho alivio por el término de una situación que era asfixiante ... sin embargo, eso no quita que la forma haya sido dolorosa amigo.

    Por hacer una comparación, si una muela te duele, indudablemente que te la saquen te produce alivio, pero eso no quita que la forma para llegar al alivio, haya sido muy dolorosa (la extracción) ... mucho mejor hubiera sido un tratamiento que permitiera salvarla, o mejor aún, la prevenció que hubiera impedido la formación de la caries, ¿verdad?.

    Y volviendo al golpe y el alivio que produjo en muchos, yo no niego que eso es verdad, sin embargo la forma de solución fue sumamente dolorosa, pese al alivio posterior, y no olvides que el dolor para quienes sufrieron el golpe desde la otra vereda, fue aun mayor y peor para los que se vieron afectados en sus DDHH ... por todo eso, sostengo lo que dije antes.

    Mucho mejor hubiera sido que Allende y su coalición hubieran escuchado las señales que les daba el país y hubieran enmendado el rumbo, o bien que se hubiera evitado el ascernso de la izquierda, teniendo la segunda vuelta en aquellas elecciones, o que la oposición hubiera obtenido los dos tercios para sacar constitucionalmente a Allende del poder, o que Allende hubiera alcanzado a llamar al plebiscito que pretendía y que los socialistas no lo dejaron hasta que ya era tarde ... ¡en fin!, pudieron haber varias otras salidas mejores que el golpe ... y eso sin perjuicio del alivio que para la mayoría del país significó el fin del Gobierno de la UP.

    Si estoy de acuerdo contigo en que los abusos de justicia ahora, se han ido al otro lado y que hay militares que más que justicia están viviendo una real venganza, independiente de que hay otros que bien merecen estar encarcelados ... también comparto contigo el desagrado frente a algunas actitudes de Piñera ... ¡pero y en fin!, son varios temas distintos.

    Cordiales saludos

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    1. Cristian, eso de que mejor hubiera sido que..........YA NO FUE, el pronunciamiento militar fue lo MEJOR que pudo haber pasado, es fácil decir ahora las alternativas que según tú habrían sido mejores, después de la batalla todos son generales, no? como se dice, sin Allende, el régimen militar nunca hubiera existido; y claro que fue un alivio, más que un alivio, una inmensa alegría!! pudimos vivir en paz unos cuantos años, hasta que volvieron los políticos al poder, desde ahí hemos ido de mal en peor, basta ver la situación actual del país. Yo por mí, que siempre tuviéramos un General Pinochet en el poder.

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    2. Cristian, ninguna de las opciones que ves como salida de la situación al tercer año de la dictadura castrista eran viables.

      La principal razón de esta inviabilidad era el objetivo mismo de Allende (objetivo declarado entre sus amigos e, inadvertidamente, a un periodista alemán que confundió): bloquear el funcionamiento institucional y organizarse militarmente para hacerse del poder total.

      Este objetivo es absolutamente incompatible con cualquier arreglo o componenda para salvar la realidad de aquellos angustiosos días. Por eso el 11 de septiembre es una fecha de liberación, de emancipación del castrismo que a estas alturas nos tendría "celebrando" el 43 aniversario de la revolución con el "amado líder" (aún vivo, quizás) ensayando sus "reflexiones" en medio de un país abatido en la miseria y el horror.

      Evadir ese destino es cualquier cosa, menos doloroso.

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