viernes, 13 de enero de 2012

¿Cuál es el Plan B?

La primera señal de que algo no andaba bien fue cuando, atónitos, vimos que apenas asumir el Presidente Piñera invitó a los líderes de la Concertación a constituir un "gobierno de unidad", a sumarse a las labores de gobierno.

Esto ocurría luego que desde el 17 de enero del 2010 se desatara una enorme operación de trasvasije de fondos hacia las ONGs controladas por la Concertación, de combate virulento hacia la figura de Piñera por los periodistas afines al régimen saliente y hasta de grave aprovechamiento de las calamidades del terremoto para despojar al nuevo gobierno de recursos para atender las terribles emergencias.

Precisamente por eso, todos esperábamos lo contrario a un "gobierno de unidad".

Creíamos venir una fase de depuración de lo mal obrado en 20 años, de inicio en la revisión de las infinitas irregularidades y, en definitiva, de escarmiento para la administración pasada llevando a la luz del día tanto abuso y a la justicia a tanto abusador impune.

Pero las sorpresas siguieron con la designación de un gabinete muy técnico, que incorporaba como ministro a un líder del gobierno saliente, que instalaba en el Ministerio del Interior a un íntimo de Piñera sin trayectoria política destacada y que dejaba abajo de la micro a los más connotados líderes derechistas que suponíamos se harían cargo de corregir el rumbo, reponer valores pisoteados por la Concertación y actualizar el modelo de desarrollo que bajo el régimen pasado sirvió básicamente para enriquecer a los líderes y apitutados.

Todo esto acompañado de designaciones de altos funcionarios concertacionistas que fueron incomprendidas por moros y cristianos. Los concertacionistas acusaban a Piñera de querer quebrar su coalición, los aliancistas de desprecio de los muchos talentos que esperaban una oportunidad.

Algunos empezaron a acusar a Piñera de liderar "el V gobierno de la concertación". Por mi parte, pensé que el Presidente era débil en sus convicciones ideológicas y demasiado ganoso, cuestión que el obstruccionismo concertacionista aprovechaba a cada paso magnificando en los medios cualquier gaffe o minucia.

Pero todo esto empezó a pintar definitivamente mal en la reacción frente al activismo izquierdista que agitaba a estudiantes. La intervención de Piñera fue —de nuevo— un salvavidas de plomo para el ministro Lavín bajo ataque, a quien maniató con un plan ridículo que más parecía una campaña de marketing pergeñada mientras se tomaba un café. Y esta manía de imponer su visión en este asunto fue la que finalmente aburrió también a Bulnes que emprendió las de Villadiego apenas pudo colocar un proyecto en el Congreso.

A todo esto ¿cuál es la visión de Piñera?

Es ahora de toda evidencia que el objetivo del Presidente es darle crédito al progresismo (que ni ellos mismos han comprendido hasta estos últimos días) y, posando como sensible a sus demandas (que serían las del "pueblo"), con ello desacreditar y aislar al sector más fuerte de la derecha (donde no figuran sus incondicionales), representado por la UDI y sectores genuinamente derechistas de RN.

Los congresistas incondicionales de Piñera, por su parte, han fabricado un conflicto al interior de RN mediante el cual buscan "probar" que el Presidente de ese partido atornilla al revés. En este sentido, la senadora Lily Pérez ha llevado la voz cantante. Al tiempo que abraza las iniciativas populistas que sabe de difícil digestión en la derecha, sale con disparatadas acusaciones hacia la directiva de RN, como si su cargo de representatividad hubiera surgido "pese" a la gestión de su partido.

Lily Pérez no es la única. El grupo de los incondicionales de Piñera que están en esta parada es razonablemente considerable (cerca de 10 que han salido del closet, desconozco si hay más todavía guardándose) y ciertamente cuentan con el apoyo de La Moneda desde donde se han coordinado reuniones para organizar el disenso.

En esta línea, el Presidente Piñera no ha estado inactivo. Convocó a los 4 ex presidentes concertacionistas y todos han "exigido" una reforma tributaria para sacarle más dinero a los ricos y, "coincidentemente", han apuntado a la necesidad de cambiar el esquema electoral, cuestión que en mi opinión es deshonesta y grave. Y así lo expuse en mi artículo anterior.

Como se ve, se repite el esquema. Acoger reivindicaciones izquierdistas y generar con ellas disenso al interior de la alianza gobernante.

Dejando para después otros aspectos de este asunto, la primera cuestión inquietante es ¿cómo esperan estos "disidentes" que la directiva del partido que atacan vaya a gestionar sus repostulaciones? Siendo que la actual directiva de su partido cuenta con mayorías que fácilmente les pueden alejar ¿cuál es el plan B que estas personas tienen pensado para continuar en política?

4 comentarios:

  1. Don Ciro Ud. está mejor informado que Yo en este asunto, y sabe que mucho troll se metió a RN por que no le dieron cabida en la DC e incluso el PPD. Partiendo por piñera.

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    1. La verdad, no tengo datos de ese tipo. Pero me gustaría saber si alguno de los "iluminados" que han visto la luz al llegar SP a la Presidencia han tenido alguna vinculación con el progresismo.

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  2. Yo estoy con Novoa cuando está emplazando a Piñera para que se decida si gobierna con la Alianza o con la concertación.
    Todo lo que está ocurriendo yo, sin ser brujo, lo adelanté hace años. Piñera es un DC de alma y corazón, pero en ese partido había muchos caciques que le hacían sombra en su enfermiza ambición de llegar a la presidencia. Vio que en RN no habían muchos caciques y para más estaban más en los cuarteles de invierno que en la acción partidista y parafraseando a Enrique IV se dijo que la presidencia bien valía ser de RN y ahí lo tenemos, infiltrado en ese partido al cual ha ido carcomiendo como un cáncer usando para ello a sus paniaguados que en ese partido le obedecen ciegamente. Son minoría, pero al igual que los zurdos, de donde parecen provenir, son vociferantes y dan sensación de mayoría absoluta.
    He dicho también que a Piñera no le interesa la suerte de los partidos de la Alianza, menos la de la UDI, si en el fondo lo que quiere es la desaparición de esos partidos y conseguida su ambición de ser presidente, RN y la UDI ya no le sirven y lo peor que pagarán los platos rotos por el actuar de Piñera, serán el pato de la boda en las próximas elecciones y creo que sufrirán un desastre electoral.
    Ah y el plan B, los llamados disidentes ya lo adelantaron, formar un nuevo referente esperando arrastrar tras si a muchos militantes de RN, causando así un daño irreparable a ese partido. A mi no mi no me cabe duda que Piñera está analizando mover sus peones para infiltrar y causar problemas a la UDI después que se deshaga del presidente de RN o se llegue a un nuevo referente

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    1. Según vemos, parece ser muy cierto lo que adelantaste hace años. Comparto la noción de que la agenda de Piñera es más piñerista que derechista, ya que al asumir se echó al bolsillo las expectativas del sector y ha soportado estoicamente (sin contraatacar) el bombardeo zurdo.

      Sospecho que busca asegurar que el próximo Presidente surja de su entorno, para lo cual necesita neutralizar a la UDI y a RN... y atraer a lo más descarado de la Concertación para instalar la "Nueva Derecha" que acepta el "relato" y condena a la "dictadura".

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